Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

domingo, 22 de diciembre de 2013

ON TOUR: THE POGUES (O2 ACADEMY, LONDRES - 19/12/2013)



Si me hubieran dicho a principios de año que iba a terminar en Londres, no me lo habría creído pero ni de coña, y ahora que estamos a finales del mismo pues aquí estoy, casi recién mudado, en mi domicilio londinense, después de una transición fantasma en la que he tenido que adaptarme (y sigo intentándolo) a un ritmo de vida frenético y exigente pero que parece dispuesto a convertirse en mi nueva vida. Pero ya hablaremos, o no, de mis andanzas en la capital británica; lo que hoy nos ocupa es el último concierto hasta la fecha, que espero que haya muchos más, en el archiconocido O2 Academy de Brixton, que en este caso es una de las dos fechas que dieron aquí The Pogues.

The Pogues es un grupo hacia el que tengo una gran devoción y al mismo tiempo me resultan bastante inclasificables. Probablemente no los incluiría en una hipotética lista de mis diez bandas preferidas e incluso de veinte, pero es un grupo que siempre tengo presente y, mejor aún, ha estado presente en muchas épocas de mi vida, con Shane MacGowan hablándome de tú a tú a través de sus magistrales letras llenas de poesía etílica, convirtiendo la decadencia y la miseria en algo bello y tendiendo puentes entre Brendan Behan y Phil Lynott, Joe Strummer y Luke Kelly. La magia de The Pogues es difícil de explicar pero fácil de sentir, y eso quedó demostrado en el concierto del pasado jueves. Tan difícil de definir como ellos mismos: patetismo, solemnidad, fiesta, declive...no es ni el mejor concierto de mi vida ni el peor ni nada de lo contrario, pero sí es una experiencia que recomendaría sin reservas a cualquiera.

Tras dos teloneros que cumplieron con puntualidad británica, salieron los Pogues con puntualidad irlandesa, lo que es lo mismo que decir bastante tarde. Bajo los primeros compases de A Pistol for Paddy García empezaba a bajar un telón de fondo con la portada del magnífico Rum, Sodomy & The Lash, el cual estaba de aniversario y prometían tocar entero. La cosa no podía ir mejor. A medida que avanzaba la intro fueron apareciendo Spider, Finer y los demás, siendo gratamente acogidos por el público, el cual reservó sus mayores aplausos, cómo no, para la torpe y desaliñada figura de Shane, alejado de los focos, y que se acercaba al micrófono entre pasos torpes en el mejor de los casos y tambaleo de alcohólico crónico en el peor. A partir de ahí, ya sabíamos que podía ocurrir cualquier cosa.

Enseguida me llevé mi primera alegría, pues atacaron inmediatamente Sick Bed of Cuchulainn, con Shane inventándose la letra cuando colaba y desafinando/balbuceando, cosa que pasó en repetidas ocasiones. Yo llegué a pensar que quizás mi inglés no fuera tan bueno, pero escuchando los jocosos comentarios de los demás espectadores ingleses me di cuenta de que, simple y llanamente, a Shane no se le entendía un carajo. Los años de alcohol y heroína sumados a su alborotadísima piñata no pasan en balde y aunque no impedían que Shane, en su taburete, se pegara sus generosos lingotazos de vodka y fumara un cigarro tras otro entre canción y canción, sí que se ausentaba de cuando en cuando para cederle el micro a Spider (que se encargó y de tremenda manera de The Old Main Drag y Jesse James) o a una grandísima Camille O'Sullivan (cantante de musicales, hasta donde yo se) para que firmara un I'm a Man You Don't Meet Every Day de categoría.

Igual esta descripción de cuanto aconteció puede parecer un flaco favor a la banda en general y a MacGowan en particular, pero nada más lejos de la realidad: el público estaba entregadísimo, cantando hasta la última sílaba de cuantos himnos de borracheras, despedidas, juergas y nostalgia que nos iban enviando los Pogues (menudo Sally MacLennane más divertido!); y que nadie desconfíe todavía de Shane, que se hizo valer y de menuda manera en algunos de los momentos más emotivos y emocionantes que he vivido en un concierto. Si bien en A Pair of Brown Eyes y en el clásico Dirty Old Town ya cumplió con creces, finiquitó la primera parte del concierto con un And The Band Played Waltzin Matilda tan solemne que nos puso los vellos de punta a todo el respetable.

La cosa no quedó ahí ni mucho menos, los momentos de salvajismo y juerga de Streams of Whiskey, Body of an American y la tradicional The Irish Rover seguían siendo tan celebradas por el público como en los momentos en los que Shane se convertía en el puto Sinatra de King's Cross. Rainy Night in Soho coreado por todo el público es algo verdaderamente memorable y que un servidor recordará siempre con cariño.

Pero si hablamos de cariño, vais a permitir que me ponga un poco más sentimental que de costumbre, y es que estas fechas siempre las llevo asociadas a ese himno navideño por antonomasia como es Fairytale of New York. Si esta canción no significa nada para ti, es inútil que lo explique, pero os aseguro que ese momento de anticipación en el que ves que Camille se sube al escenario para darle la réplica femenina, los primeros compases del piano, todo Brixton Academy cantando y el entrañable y obligado vals en el que esta vez fue la chica quien tuvo que insistirle a Shane y la nieve cayendo sobre el escenario es algo que si alguna vez tienes la suerte de ver y escuchar, ya me comentarás. Tan grande fue este momento para quien esto escribe que quizás no pueda valorar en su justa medida el fin de fiesta con, cómo no, la propia Fiesta, que incluía banda y público volviéndose majara al mismo tiempo.

La verdad es que no sabía que, al igual que en mi caso, para los ingleses los Pogues son sinónimo de navidad y por ello suelen retrasando su última gira, a los Stones, para tocar siempre en Diciembre. Yo no puedo estar más agradecido. Shane no está en sus mejores momentos y eso ya lo sabíamos desde hace mucho, pero bailar un vals mientras los chicos del coro de la policía de Nueva York cantaban Galway Bay en navidad es algo digno de repetir un año y otro y otro.

Keep on rockin'!







miércoles, 6 de noviembre de 2013

ON TOUR: SERIE Z 2013 (II)



Un sueño reparador y un papeo abundante era lo que necesitábamos para encarar el segundo día del festival, que la disposición siempre es buena pero las energías limitadas. Pasados veinte minutos de las cuatro, allí estábamos otra vez al pie del cañón y nunca mejor dicho, pues nos aguardaban unas diez horazas de pie con todo un destacamento de artillería rockera al frente. A quién voy a engañar, con un cartel como el que tenían preparado para el sábado casi seguro que la totalidad de los allí presentes habríamos firmado por un maratón de rock que ríete tú de las 24 horas de Le Mans. Atentos, si no, a las que se nos vino encima...

(Ah! Por cierto, las fotos tanto de ayer como hoy son cortesía de Miss Marvel)

THE SMOKERS

Grupo de Estepona que lleva dando sus bandazos a lo largo y ancho del país y que aún así no dejan de ser desconocidos por la mayoría, entre los que desgraciadamente me incluyo. La verdad es que su presencia fue de lo más gratificante porque los tíos desde luego son buenos y hacen un hard rock estupendo, pero el concierto tuvo un punto amargo al anunciar su cantante que después de la última nota iban a echar el telón hasta no se sabe cuándo. No es oportunismo pero siempre me da pena cuando un grupo se despide (con la de grupos que "despediría" yo tan felizmente!), pues aún en las mejores circunstancias no suele ser plato de buen gusto. Sea como fuere, parece que les dio más fuerzas aún para firmar una actuación cojonuda y que contó con todo el apoyo de la sala, aún a medio llenar pero entregada. Ellos recordarán este concierto pero muchos de nosotros seguro que también.

THE WESTERN SIZZLERS



Ya decía yo que el sábado pegaba fuerte desde pronto y francamente este era uno de los grupos que esperaba con ganas. ¿Las razones? Pues básicamente decir que es un grupo formado por algunos de los mejores músicos (vivos) de Atlanta, destacando a Rick Richards de los Georgia Satellites y Charlie Starr de Blackberry Smoke. Charlie no pudo venir por sus obligaciones con su banda mater, pero le sustituía un cachondo mental con un cierto aire a Fofito Aragón llamado Kevin Jennings y vaya concierto que dieron. Los Western Sizzlers basaron su actuación en su único disco hasta la fecha, publicado este año y aunque ya le dedicaremos su rato más detenidamente, os adelanto que es la leche. Un rock sureño que no duda en flirtear con sonidos más británicos, y no lo digo solo por la excelente versión del Break The Rules de Status Quo. Temas como Unfinished Business, Shine, Keep Smilin' y la cachondísima One More Beer me han convertido a la fe en estos tíos. Y encima, hay que ver cómo se lo pasan en el escenario. Un lujazo tenerlos aquí y esperemos que repitan.

Episodio simpático el que me ocurrió, por cierto, con el cachondo de Kevin, al que le gustó mucho la camiseta de Thin Lizzy que llevaba puesta (que arrancó muchos piropos, lo que son las cosas) y me la quiso cambiar por una de los Western Sizzlers. No accedí, claro; la camiseta me la había regalado uno de mis mejores amigos, pero oye, que estuvimos un buen rato charlando de Thin Lizzy y demás fieras irlandesas (vamos, Sir Rory Gallagher, principalmente) y siempre gusta hablar de afinidades musicales con tíos tan colgados como tú mismo.

THE HANGMEN



Una vez más, otro caso de nombre que se suma al cartel cuando ya tenía la entrada y que ya solo con las expectativas me puse a dar palmas con las orejas, y una vez más, otro grupo que sobrepasa tales expectativas. Vaya estado de forma el de los californianos y menudo conciertazo que se marcaron, como debe ser un show de punk rock del que ellos pueden hacer gala y la hacen: directo y sin florituras. Así fueron cayendo Rotten Sunday, My Way, Downtown, Blood Red, una esperadísima y cantada por todos Bent...y una lástima no haberme llevado su último disco, porque sus temas no solo son una maravilla sino que los defendieron excelentemente, a destacar un Homesick Blues que se ha convertido por derecho en uno de mis temas preferidos de la banda.

Enormes todos. Un sonido muy bueno y un Bryan Small siempre en movimiento junto a unos más sobrios pero geniales Thee Jimmy James y Angelique, a los que sumamos la gran labor de Dino Guerrero a la batería. Otro tíos muy simpáticos también, por cierto. No dudaban en firmar discos y hacerse fotos con el personal. Incluso me tomé la licencia de decirle a Angelique, con poca vergüenza pero mucho respeto y admiración que está más guapa ahora que en las portadas de los discos, cosa que ella no se creía pero que yo os aseguro que es verdad. Ah, ¿y adivinan qué? también son fans de Thin Lizzy.

LOS CORONAS

Otro grupo nacional que llegó y triunfó. Lo de otro grupo es casi un decir, pues tres de sus componentes estuvieron el viernes con Sex Museum pero lo que sí es seguro que volvieron el festival del revés. ¿Os imagináis un Serie Z con la gente bailando el Corazón Contento de Marisol (una de mis más terribles fobias, por cierto)? Pues a eso me refiero.

Los tíos son unos cracks y eso es indudable, pero hay que hacer una mención especial al cachondo y malasañero Fernando, que me da la impresión que solo tuvo dos opciones: o ser músico de rock o tombolero. Vaya manera de quedarse con el público y darnos lecciones sobre la molonidad del pasodoble, ese legado de nuestros abuelos; el Libro del Rock que todos tenemos en casa (¿vosotros no? pues deberíais), cómo conseguir meter el Paquito Chocolatero en el Misirlou gracias al trompeta ucraniano y sobre el poder curativo y rejuvenecedor del pilates del rock. Un crack, el cabrón.

Por supuesto, no obviaremos su repertorio, desde un Adiós Sancho muy de spaghetti western y que evidentemente me fascinó (bueno, el concierto abría y cerraba con Morricone) hasta versiones de Day Tripper y Paint It Black pasando por las propias Miss Álamo, Baila Lola...como decía más de uno, si hubieran tocado dos horas más, pues dos horas más que habría estado la gente bailando. Chapeau, Coronas.

THE DEL-LORDS



Varias eran las razones por las que quería ver a estos veteranos curtidos en mil batallas, siendo una de ellas un cojonudísimo último álbum que pude comprarles allí llamado Elvis Club. Por supuesto, también es todo un lujazo contar con el grandísimo Scott "Top Ten" Kempner (Dictators) y musicazos como Eric Ambel y Frank Funaro.

Un concierto con tanta fiesta encima del escenario puede llevar a impresiones que no sean ciertas y quizás la acogida de los Del-Lords no fuera tan cálida pero os aseguro que es uno de los mejores y más auténticos recitales de rock'n'roll que podáis presenciar. Con eso y con todo, me mojo y me aventuro a afirmar que dentro de su sobriedad y discreción firmaron otra de las actuaciones más grandes del festival; claro que, a la hora que era ya el Z es como una semifinal de Champions, "no hay equipo pequeño".

Y allí estuvieron los colegas desgranando temas de su discografía con mucho guitarreo (un poco chillona la Fender de Scott pero nada grave) y actitud, incluyendo un sentido homenaje a otro neoyorquino que hemos tenido que llorar hace poco, el gran Lou Reed, con un Waiting For My Man soberbio. Y por cierto, ya os voy avisando que, en efecto, Elvis Club es uno de los mejores discos de este año y en directo lo defienden con uñas y dientes. Ya hablaremos, ya.

PAT TRAVERS BAND



Una leyenda entre leyendas. Como en el Z puede pasar de todo (y pasa de todo), había cierta incertidumbre sobre cómo íbamos a ver a un Pat que aceptaba con brazos abiertos la vorágine juerguera en la que llevaba metido desde el viernes (es decir, que yo sepa, pues parece ser que llevaba allí desde el jueves), pero a la hora acordada allí estaba en el escenario junto a su banda, cumpliendo como un señor.

Pat lo tiene todo: unas canciones estupendas extraídas de una discografía genial, una banda más que digna y con un guitarrista sensacional que no nos hizo echar de menos a Pat Thrall...pero tuvo que fallar el sonido. Una actuación impecable si no fuera porque casi solo se escuchaba la guitarra del solista. Posiblemente se hubiera disfrutado más de un concierto que, como ya he dicho, fue salvaje: Rock'n'Roll Suzie, Stevie, Crash and Burn, versiones como Red House y Black Betty y, cómo no, Snortin' Whiskey, amén de muchos temas de su último disco, Can Do. Pat se lleva a las mil maravillas con su banda y así le fue en su actuación, la cual disfrutamos todos. No todos los días ves una leyenda y, pese a la adversidad, sales contento.

Por cierto, el domingo mientras desayunábamos nos lo vimos endiñándose un café con un whiskazo y además de firmarme los discos estuvimos hablando de guitarras, equipo y su último disco, del cual dice que se siente especialmente orgulloso pero que lamentablemente no pude conseguir. Todo un genio y figura este Pat, ojalá podamos volver a verlo pronto.

THE DICTATORS NYC



Aquí en Cádiz ya los conocimos y nos quedamos no solo sin palabras, sino sin articular cualquier sonido mínimamente coherente por culpa de la que liaron. Si hemos hablado de leyendas, en el caso de los Dictators es quedarse quizás muy corto. Entraron como una apisonadora y ya desde el primero momento en el público se desató la locura; vaya vendaval de descoyuntamientos de cervicales, hostias y empujones. En la primera fila, ahí estuvimos jaleando incansablemente a Dick Manitoba y el resto de la tropa.

Los Dictators tienen una banda impresionante, con gente veterana y más que competente: Daniel Rey y el fundador y pope del (true) metal Ross "The Boss" Friedman, el curradísimo JP Thunderbolt, y el genial y simpar Dean Rispler al bajo, uno de los músicos más simpáticos, amables y buenas personas que he conocido y que fue un placer enorme volver a saludar y charlar con él. Al frente, por supuesto, Handsome Dick, neoyorquino de pro, Frank Sinatra del punk rock, el patriarca gitano de los nuestros; vaya manera de presentar a la banda y las canciones, siempre demostrando por qué ver a los Dictators es algo tan grande: saludando al público sin parar, dedicando a su paisano Lou Reed un New York, New York de traca y teniendo palabras afectivas para todos...y para colmo, lo que más de uno esperábamos y deseábamos, invitó a Top Ten a subir al escenario a marcarse unos clásicos dictatoriales. Momento álgido donde los haya y un colofón perfecto, junto al Kick Out The Jams de MC5 a un concierto donde I Stand Tall, Faster and Louder, Stay With Me, Who Will Save Rock'n'Roll y tantos y tantos clásicos de la banda sonaron tan espectáculares como siempre. Mil gracias, Dictators.



...y mil gracias más a todos los que estuvísteis pasándolo bien conmigo y haciendo posible que me lo pasara mejor aún. Hasta el 2014 habrá muchos y buenos conciertos, seguro, pero el Z lo estaremos esperando como agua de mayo. Queremos más de lo mismo y en cantidades, y de seguir así seguro que lo tendremos.

Long live Serie Z.


martes, 5 de noviembre de 2013

ON TOUR: SERIE Z 2013 (I)



Hace tiempo que dejé de hablar de conciertos por aquí. Por ninguna razón concreta, en algunos sería por no saber qué decir o por ponerme a escribir tarde o, simplemente, porque ya hay muchos que lo hacen muy bien. No obstante, creo que el último del que hablé fue el Z de 2012 y lo que disfrutamos allí y no es fortuito que este año hablemos de la última edición. Y es que el Z es muy grande, amigos; si hubiera una guía Michelín de festivales de rock, todos los gourmets estarían de acuerdo en colmar de condecoraciones a este festival, una iniciativa privada hecha por y para fans de apetitos exquisitos y voraces. El esmero, corazón y cantidad de tripas que le echan los dos Juanes para arrancar este festival cada año y mantenerlo a unos niveles tan altos merece toneladas de alabanzas y agradecimientos nada gratuitas porque además los tíos lo saben: te dejan todo el año llenando la bombona de expectativas sobre la incorporación de tal o cual grupo, un cambio aquí y otro allá...hasta que explota el día del concierto pulverizando toda idea que se te haya ocurrido concebir. Insisto: el Z es muy grande.

Y después de esta entradilla tan felatoria, pasamos a otro de los fuertes del Z: su gente. Si grandes son los organizadores, grandes son los asistentes. Pregúntale a cualquiera sobre el Z y te dirá lo que mola cruzarte con las bandas y compartir buenos momentos con la gente; personalmente, no puedo expresar y casi ni imaginar lo que es un Z sin que la adorable Miss Marvel y yo quedemos con mi buen amigo José Luis "Recluso Tarkovski" para tirar para allá en el Z-móvil y calentar motores en los momentos previos al concierto, donde me encuentro a mi gran amigo Carlos Nortwinds junto a los también grandes Ismael y Juan. El corrillo de la primera fila es ya toda una institución y ni que decir tiene que el Z no sería lo mismo tampoco sin vosotros para compartir birras, impresiones y juerga. Y tampoco me puedo olvidar de la gente que conoces allí y que saludas, incluso a toro pasado, como nos ocurrió ayer a Miss Marvel y a mi, que nos encontramos a otra simpática pareja de asistentes con los que estuvimos charlando largo y tendido. A todos vosotros, Z-heads, un abrazo enorme y con tachuelas.

Dicho esto, nos disponíamos a encarar un viernes prometedor. A las cuatro de la tarde, una vez bien comidos, bien bebidos y cogiendo posiciones, es momento de que el show empiece...

G.A.S DRUMMERS

Estos paisanos llevan casi más años de los que puedo recordar tocando y hay que ver lo poco que los conozco. Mea culpa, lo se. Primera vez que los veo y, sin duda, convencieron. La veteranía y el talento juegan a su favor, a lo que hay que añadir un último álbum, We Got The Light, que no solo es estupendo sino que sus temas sonaron cojonudamente. Eso, teniendo la papeleta de tener que abrir a las cuatro y ofrecer un concierto como el que dieron no es tarea fácil y estos chicos salieron a hombros. ¡Enhorabuena!

THE WHYBIRDS



Siempre hay sorpresas en el Z y esta vez no tardaron en llegar. Vaya concierto el que nos dieron unos desconocidísimos por mi parte Whybirds, un trio con fuerte tendencia hacia el americana con mucho de Tom Petty y Steve Earle. Impresionante como fusionaban las voces y qué manera de estirar los temas, espero que puedan venir un día de estos y tener un escenario para ellos solos, pues creo que habrá que seguirlos de cerca. Muy, muy buenos.

LYDIA LOVELESS



Con esta encantadora señorita de Ohio con angelical voz a lo Emmylou Harris me llevé el primer pinchazo del Z. Que nadie se me alarme, en su primer y reciente álbum se puede comprobar que esta chica lo tiene, pero su actuación no consiguió arrastrarme, incluso llegó a causarme un poco de indiferencia. No en vano, el mejor comentario se lo escuché a alguien cuyo nombre no citaré y que afirmó que Lydia tiene "menos sangre que un choco". El tener un guitarrista que se pasa medio concierto en el suelo afinando la guitarra tampoco ayuda mucho, francamente. Me quedo con el batería (que parecía escapado de Huey Lewis & The News) y con la promesa de que seguro que conseguirá hacérmelo pasar bien en un concierto (el tema dedicado a Steve Earle me gustó mucho), pues no será por falta de materia prima.

HEAVY METAL KIDS



Les toca el turno a una de las bandas que más esperaba. El hecho de contar con solo un miembro de su primera formación (que alguien me corrija, creo que solo Cosmo era miembro original) siempre echa un poco para atrás pero que no os quepa duda, estos kids llenaron las botas de Holton, Peyronel y demás de una manera mucho más que digna. Gran sonido y un repertorio de lujo en el que no faltaron Chelsea Kids, She's No Angel, Rock'n'Roll Man y temas del Hit The Right Button como la homónima, Blow It All Away o A Hundred Skeletons. Para mi una de las mejores actuaciones del festival y una gran lástima que no tuvieran más tiempo, pues eché en falta The Cops Are Coming enormemente. Es más, creo firmemente que de haber tenido más tiempo de actuación habrían dado mucho más que hablar.

Aún así, lo que vimos fue brutal. Paul Manzi es un frontman de lujo con una voz portentosa y la pareja de guitarras formada por Cosmo y Justin McConville funciona de maravilla. Mención aparte para este último que, vaya usted a saber por qué, se arrancó con una estrofa del 2 Minutes to Midnight de Iron Maiden que todos coreamos. Genios y figuras, sin duda.

Y unos tíos también muy enrollados, por cierto. Pasado un rato, nos echamos unas fotos con varios de ellos y demostraron ser unos personajes muy amables y simpáticos. Lo peor: no llevaron discos para vender, con las ganas que tenía yo de hacerme con el material de la era Holton. Lástima.



SEX MUSEUM



A su favor tenían el factor casa y una veteranía que los avala. Yo nunca he sido especialmente seguidor de Sex Museum pero me consta que tienen muchos seguidores aquí y todo el mundo me comentaba cosas acerca de sus discos, conciertos y un impacto que estos tenían y que yo no tardé en comprobar. La expectación era un indicativo, sin duda, pues la sala se llenó hasta los topes cuando le tocó el turno a los madrileños, y de qué manera. Vaya show más groovie que comenzó con Deep Purple, primero con Mandrake Root y luego con Smoke on the Water fusionado con el Fight for Your Right de los Beastie Boys. A partir de ahí su actuación fue todo un derroche de actitud, con una fenomenal Marta y su órgano Hammond, un cantante estupendo y, sobre todo, el gran Fernando como maestro de ceremonias. todo un cachondo mental que no dejaba de soltar anécdotas e historias para aderezar las canciones y ahí que tuvo a todo un público comiendo de su mano. Pregúntale a cualquiera y te dirán que los Sex Museum fueron los triunfadores del viernes, algo que podríamos debatir pero que no que decir tiene que van sobrados de razones, como así lo demuestra la personaja que, indignada por no poder subir a cantar con ellos (o eso me pareció entender entre sus balbuceos y desvaríos), se abrió paso entre nosotros hecha una fiera para suplicarles que se quedaran. Impresionantes.

VALIENT THORR



Lo que no consiguió el cansancio ni las ganas de mear lo consiguieron Valient Thorr: echarnos de la primera fila. La cosa empezó de una manera delirantemente genial, con los barbudos thorriors en el escenario y acto seguido haciendo aparición su frontman Valient Himself ataviado de forma tan estrafalaria como él mismo y con una túnica color verde chillón al compás de Así habló Zaratustra. La solemne calma inicial fue breve y se rompió como el cristal ante el estallido de violencia en forma de Doublecrossed. Así dio comienzo la actuación de Valient Thorr, un grupo que ya comentamos y que hace la delicias de quien esto escribe gracias a su estilo que, como ya comentamos al hablar de su disco Stranger, combina perfectamente a Turbonegro y Anthrax con su dosis de stoner y ritmos de batería bastante complejos.

Con numeritos como el de Valient al bajarse del escenario y formar un círculo con los asistentes en el que, sentándose en el mugriento suelo, se puso a remar en dirección a su Venus natal. El concierto no conoció otra cosa más que violencia inusitada tanto dentro como fuera del escenario, mientras que se sucedían temazos como One Tuff Customer, Night Terrors, Sleeper Awakes o Heatseeker. Como dije, tuvimos que desplazarnos un poco más atrás para evitar ser arrollados por la marabunta y no es que me haga viejo, no, había que estar allí para verlo y sabríais a lo que me refiero.

Tal fue el volumen de cafrerío y mala ostia que la actuación pasó en un suspiro. Yo pensaba que iban a tener hora y media pero al final fue solo una hora y quizás sea mejor así, pues miedo da pensar hasta qué cotas llegaría el nivel de berserkismo y si habría cadáveres al final del concierto. Coñas aparte, fue una de las mejores actuaciones del día y el nivel de estos tíos quedó más que demostrado.



ULI JON ROTH



Una hora de descanso hizo falta para que la transición entre la violencia de Valient Thorr y la llegada de un Uli Jon Roth que seguro que no vuelve a cumplir 60 años fuera lo más suave posible. Además, la preparación del escenario llevó su tiempo por la cantidad de músicos e instrumentos que iban a ocuparlo, entre la banda podíamos ver notables figuras como el bajista Uli Ritgen, de Fair Warning y Zeno Roth (aunque admito que nos costó reconocerlo por lo extraño de sus rasgos físicos) y el cantante de Metalium, al que no conozco.

Yo me inicié con los Scorpions con el Blackout y de ahí en adelante, pero a medida que iba explorando a los teutones cada vez me interesaba más el material previo. ¡Ese Tokyo Tapes! ¡Taken By Force! ¡Virgin Killer! Así pues, tenía muchas y grandes expectativas con respecto a Uli, que venía dispuesto a darle un repaso a todo ese material clásico. Y a ver cómo decir esto: el atronador sonido de Uli, que engullía a todos los demás (la verdad es que las voces fueron las que salieron perdiendo de una manera u otra en todas las actuaciones del viernes) y su atmósfera calmada, gélida en ocasiones y con unos solos larguísimos fue un duro handicap. A mi nunca me ha asustado ver un concierto de un masturbamástiles, no solo por ser un rascacuerdas fan de esta clase de músicos, pero la verdad es que Uli llegaba a cansar estando descompensada la actuación con una espectacularidad interpretativa por un lado, con momentos verdaderamente sublimes como las partes a tres guitarras, pero con una sobriedad abusiva por parte de la banda.

Quizás si el sonido hubiera ayudado, habrían lucido más los clásicos de los Scorpions, que fueron elegidos con muy buen tino: All Night Long, In Trance, We'll Burn The Sky, I've Got to be Free...y cerrando una espléndida versión de All Along The Watchtower. La de Hendrix, claro. En términos generales, un concierto que se quedó en disfrutable y que podía haber sido mucho más con un buen sonido y otra actitud por parte de Uli, que además tenía que andar un poco perdido el pobre, pues se hizo un pequeño lío con el tiempo de actuación. Y lo siento mucho, sus sky guitars me parecen horteras y feas.


Y así fueron las actuaciones del viernes, el Z seguía en las calles y allí que fuimos nosotros, pese al cansancio, a echar unas birras y comentar la jugada. Por allí pululaba el golfo de Pat Travers, todo un personajazo. Pero eso es otra historia...

Mañana, volvemos con la crónica del sábado. Keep on rockin'!





miércoles, 30 de octubre de 2013

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (CXXIX): HEAVY METAL KIDS - HIT THE RIGHT BUTTON (2003)



Sin duda, la confirmación de la presencia de Heavy Metal Kids en el Z es otra de las (tantas) noticias más celebradas por un servidor. Admito que no me ha resultado fácil acercarme a esta banda, quizás bastante subestimada y olvidada; di con ella a través de referencias tan peregrinas como las declaraciones de Keith Richards, que afirmaba que era la banda que más escuchaba en los 70, y el hecho de que su líder, un personajazo del quince llamado Gary Holton, sonaba como sustituto de Bon Scott en AC/DC. A partir de ahí los fui descubriendo y desde luego que puedo afirmar que es una experiencia de lo más gratificante, con unos tres primeros discos tan maravillosos que uno entiende perfectamente lo que quería decir Keef.

Pero con eso y todo, el único disco que acabó cayendo en mis manos es su cuarto álbum, publicado más de veinte años más tarde que el anterior; unos veinte años en los que había llovido mucho, claro está: Gary Holton murió casi a las puertas de lo que podría haber sido una carrera meteórica, algunos entraron y salieron...en fin, todo lo que puede ocurrir durante veinte años. Así, con una formación rejuvenecida en la que permanecen Danny Peyronel, que volvía de UFO y de nuestros Banzai, y Keith Boyce a la batería y desde luego, el cambio generacional se nota y mucho, no solo en el propio sonido sino las canciones, que para mi gusto pecan en exceso de pop juvenil, algo que por un lado quizás sea parte de la actitud de los Heavy Metal Kids pero que aquí suena distinto, puede que algo artificial. Sea como fuere, es un disco que no me llega a convencer tanto como otros, llego a echar en falta algún tema tan contundente como los cuatro clásicos en directo que incluyen a modo de bonus y que muestra lo bien que lo hace Peyronel como frontman.

Que nadie se asuste, no me voy a cargar este disco pero sí es verdad que me cuesta entrar en él, cosa que no me pasaba con los anteriores. Message me deja un poco descolocado y algo parecido ocurre con Girl of My Dreams, aunque este me va ganando más con cada escucha gracias a las melodías tan curradas que tiene. Mucho mejor es el Blow It All Away, una de mis preferidas del álbum, y el riff de Hit The Right Button hace que el tema funcione y que incluso suene a los HMK más añejos. A continuación un Wildlife que podría haber estado firmado por Kiss y una simpática Viva  New York!

I Walk Alone también me parece un tema bastante redondo pero sin embargo Crool World decae un poco, en mi opinión; bastante insípido. Un poco en tierra de nadie están Whisky y A Hundred Skeletons, a los que creo que les falta un punto, son buenos temas pero les echo en falta algo: tienen el groove pero me deja una sensación de coitus interruptus. Para remontada, me quedo con Gotham City y esa atmósfera tan liverpooliense de Voices, uno de los temas más completos del disco.

Las suspicacias iniciales se solventan bien, incluso da una idea de lo que podría haber sido una nueva e interesante etapa de los Kids, lástima que no hayan creado nada nuevo. La misma lástima que da pensar en lo que hubiera hecho Dave Dee a la producción, algo que no olvidan y por ello este disco se lo dedican a él. A ver que tal se portan en el Z y si se enrollan y traen discos antiguos para vender, que ya sería la leche.

Keep on rockin'!

HEAVY METAL KIDS - HIT THE RIGHT BUTTON

01. Message
02. Girl Of My Dreams
03. Blow It All Away
04. Hit The Right Button
05. Wildlife
06. N.Y Streetlife
07. Viva New York
08. I Walk Alone
09. Crool World
10. Whisky
11. A Hundred Skeletons
12. Gotham City
13. Voices


martes, 29 de octubre de 2013

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (CXXVIII): VALIENT THORR - STRANGER (2010)



Anda que pequeña alegría me llevé al ver a estos tíos en el cartel del Z de este finde y toda una sorpresa, pues tampoco es que Valient Thorr sea uno de los grupos más típicos de mis dietas diarias de rock pero sí es uno de los mejores y más recientes descubrimientos que me he llevado a las orejas, tanto que hace un par de veranos por poco no sale ardiendo mi copia de este Stranger, muesca de una carrera que a día de hoy no está nada mal y que promete lo suyo.

Pongámonos en unos breves antecedentes: Valient Thorr es una banda yanki, perdón, venusiana, con un gran curriculum como teloneros (han estado una buena temporada abriendo para Motörhead) y con una sana actitud que sobrepasa su imagen de frikazos barbudos (hubo una época en que todos los miembros llevaban el apellido Thorr) y con un sonido a base de rock duro que abarca metal, punk y stoner llegando a aunar a Anthrax con Turbonegro. Lo cierto es que, en su contundente y directa sencillez, suena original y fresco, tanto en temas más convencionalmente punks con denuncia incluída como Gillionaire y Without Hope, Without Fear o en otros de temática más fantástica, donde se encuentran algunos de mis preferidos como Night Terrors (me parece ver aquí un toque Pentagram muy chulo), una Futurehumans de intro bastante sabbathiana y riff de vieja escuela e incluso Woman in the Woods, canción que esconde mucho más de lo que parece. Vaya baterías!

No queda ahí la cosa: Vision Quest tiene una energía que se contagia, al igual que ocurre con la mala baba de Habituary y otro par de "tips of the hat" hacia sus maestros en Sleeper Awakes y Disappearer. Y si aún no os convence, dadle caña al Sudden Death is Nothing y ya veréis lo que dan de sí los Valient Thorr más metaleros.

Stranger no será el único disco de estos tíos que se haga hueco en mi colección y desde luego puedo decir que me he convertido en "thorrior" fiel. A vosotros, dadles una oportunidad; a ellos, no me decepcionéis este viernes!

Keep on rockin'!

VALIENT THORR - STRANGER

  1. "Gillionaire" 
  2. "Sleeper Awakes" 
  3. "Disappearer" 
  4. "Double Crossed"
  5. "Night Terrors" 
  6. "Sudden Death Is Nothing"
  7. "Woman in the Woods" 
  8. "Vision Quest" 
  9. "Habituary" 
  10. "The Recognition" 
  11. "Without Hope, Without Fear"
  12. "Future Humans" 

  • Valient Himself - Vocals 
  • Eidan Thorr - Guitars 
  • Dr. Professor Nitewolf Strangees - Bass 
  • Sadat Thorr - Guitars 
  • Lucian Thorr - Percussion 

lunes, 28 de octubre de 2013

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (CXXVII): PAT TRAVERS BAND - CRASH AND BURN (1980)



Entramos en la semana del Serie Z y por lo tanto una ocasión cojonuda para repasar la obra de los ilustres invitados de esta edición. Uno de los primeras espadas de este año y de los más esperados por un servidor (y no creo que esté yo solo), más que espada es un hacha: el canadiense Pat Travers, maestro de las séis cuerdas y con una trayectoria de altísimo nivel. Curiosamente, después de una serie de trabajos muy guitarreros y con un hard rock más convencional, se desmarcó en el 80 con este Crash and Burn donde abundan los teclados y levanta un poco el pie del acelerador. Efectivamente, este disco constituye su obra más comercial y de mayor éxito en ventas y listas pero que a nadie le lleve a engaño, pues pese a ciertas suspicacias que pueda generar a priori es un disco con muchos y grandes valores y muy digno de tener en cuenta.

Tanto es así, que lo he elegido por dos de mis temas preferidos de la carrera de Travers, el primero no es difícil de adivinar: Snortin' Whiskey. Un título muy macarra para el que posiblemente sea el éxito más reconocido de Pat, un blues muy hard-rockero con unas guitarras que sobrepasan la excelencia y que al igual que pasaría con muchos antes que conmigo, fue el tema que me hizo fan del señor Travers. El otro tema en cuestión sería, cómo no, (Your Love) Can't Be Right, en la misma onda hard que la anteriormente mencionada.

Pero Crash and Burn no sigue unas leyes estrictas sobre hard rock ni mucho menos, para empezar tenemos el tema inicial de mismo nombre, con una guitarra casi desaparecido y avalanchas de teclados que me recuerda al Jeff Beck más compositor "classy" junto a unos Steely Dan o una instrumental llamada The Big Event que me suena a los Rush del Grace Under Pressure. De acuerdo en que no es el rock al que uno puede acostumbrarse escuchando las grabaciones previas de Travers, pero qué quieren que les diga, a mi me convence y no lo digo por escribir de manera complaciente, pues nunca he sido fan de Bob Marley en general ni de su Is This Love en particular pero la versión aquí incluida, sin ser muy diferente, me parece más que potable (y con un solo magnífico). Por supuesto, más me gusta su rendición del clásico de Albert King Born Under a Bad Sign, aún con todas sus "moderneces".

Love Will Make You Strong tiene un rollo soul que se hace fuerte en su estribillo y con unas melodías que funcionan muy bien, algo que casi también se puede aplicar a Material Eyes, también con mucho teclado y algunas secciones que combinan lo baladero con cambios muy jazzísticos. Un final que parece completar ese aura de sofisticación que rodea este álbum.

Por supuesto que este disco no sería el mismo sin las huestes de musicazos que se busca Travers, algo que siempre ha hecho y muy bien; aquí sin ir más lejos encontramos tanto a su gran socio Pat Thrall como a unos auténticos percusionistas de lujo: Tommy Alridge y Michael Shrieve. Definitivamente, Pat Travers no debería estar en el ostracismo en el que parece estar escondido y Crash and Burn puede ser una buena puerta de entrada a una carrera con unos discos y directos sensacionales, tal y como afirmarán sin dudar más de uno de vuestros músicos preferidos. Sin duda, lo estaré esperando muy atento este fin de semana.

PAT TRAVERS BAND - CRASH AND BURN

  1. "Crash And Burn" 
  2. "(Your Love) Can't Be Right" 
  3. "Snortin' Whiskey
  4. "Born Under a Bad Sign
  5. "Is This Love?
  6. "The Big Event" 
  7. "Love Will Make You Strong"
  8. "Material Eyes" 




miércoles, 23 de octubre de 2013

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (CXXVI): THE ROLLING STONES - SOME GIRLS (1978)



Aquí no nos vamos a ir por las ramas mucho, si el ritmo de publicaciones es tirando a bajo y no he sacado tiempo para ver algún spaghetti western, toca disparar con bala y golpear con un discazo. Además, lo cierto es que tenía ganas de dedicarle unas líneas al Some Girls de los Stones por las numerosas razones por las que me fascina. La primera, por ser para mi, quizás, el último gran disco de los Stones; no es que no me gusten los discos posteriores, no señor, Tattoo You y Steel Wheels son obras mucho más que dignas y que me encantan, pero no superan en mi podium personal a este trabajo del 78.

En segundo lugar, supuso una nueva escala en los "viajes" de los Stones: del beat inglés y las versiones americanas cruzamos el océano y visitaron el Delta de Robert Johnson, Chicago, Detroit...y ahora hacemos escala en Nueva York, empapándonos de emergente punk rock yanki y hortera música disco. Evidentemente, hay más razones, y estas son un buen puñado de canciones que Jagger y Richards cocinaron con estos ingredientes...

Lo confieso, en mis primeras incursiones con los Stones me costaba acostumbrarme al discotequeo de Miss You y su ritmo de striptease chungo y lentejuelas, pero a poco que un servidor fue haciéndose a los Rolling Stones en general y a este disco en particular, es fácil entender por qué es una habitual en los conciertos y lo bien que abre el disco, dando paso a una rabiosa When The Whip Comes Down que te despierta con una bofetada. En efecto, vuelta a los Stones salvajes y regreso al soul rockero con Just My Imagination, versión convertida por derecho en tema stoniano que sigue sonando tan solemne como la primera vez, ya sea en estudio o en directo.

Y si no hemos hablado de macarreo stoniano aún es porque lo estamos guardando para el tema homónimo de este disco, una pieza con un pausado groove de dos acordes y letra provocativa llamada Some Girls con la que Mick se queda más que a gusto. A partir de aquí la cosa no solo no decae, sino que se va calentando: Lies recoge el testigo de la anterior When The Whip... volviendo al rock más stoniano de principios de los 70 al igual que ocurre, pero en su propia vertiente, con Far Away Eyes, balada country que podría haber encajado igual de bien en un Sticky Fingers o Black And Blue, Es quizás por la vorágine en la que estamos a estas alturas que temas como Respectable queden algo enterrados, cuando es un tema más que digno y, tal y como ocurre en todo el disco, las guitarras de Keef y Ronnie están para enmarcar.

Before They Make Me confirma que darle luz verde a Richards y sus ideas es siempre un acierto, otra joya del disco y, por cierto, gran versión la de los Supersuckers. Y como los sobresalientes no se regalan, los Stones se aseguran la nota cerrando con dos clásicos más: Beast of Burden, directamente una de mis preferidas de toda la trayectoria de los Stones, y la divertidísima Shattered, que cierra el álbum con el mismo rollo de Studio 54 con el que empieza, una especie de falso envoltorio para un regalo que es 100% Stones y a un altísimo nivel.

Con Some Girls los Stones encuentran el equilibrio perfecto entre sus trabajos setenteros y una serie de excesos y experimentos que si bien en otros discos no resultan acertados (ese Undercover...), aquí funcionan a las mil maravillas. Y por cierto, que sepáis que existe una reedición de 2011 con  un disco extra bastante recomendable. Con cosas así y un disco de este calibre, ¿cómo puede dejar uno de creer en los Stones?

Keep on rockin'!

THE ROLLING STONES - SOME GIRLS

1."Miss You"  
2."When the Whip Comes Down"  
3."Imagination
4."Some Girls"  
5."Lies"  

6."Far Away Eyes"  
7."Respectable"  
8."Before They Make Me Run"  
9."Beast of Burden"  
10."Shattered"  

jueves, 10 de octubre de 2013

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (CXXV): VAN HALEN - VAN HALEN II (1979)



Qué bien cuando las ideas para elegir disco vienen solas, como ocurre hoy, día del 59 cumpleaños del gran Diamond Dave, aunque también no es menos cierto que un fanático confeso de Van Halen como un servidor pocas excusas necesita para recuperar algún disco de la banda como este fantástico segundo álbum, sucesor en más de un sentido del igualmente homónimo primer disco, pues aquí tuvo cabida todo aquello que se dejaron en el tintero. Así pues, no es difícil encontrar más de un punto en común con su ópera prima: temas directos y sencillos con la fuerte presencia habitual de marañas guitarreras de Eddie, demostrando, al igual que en toda su carrera, que si los riffs tienen secretos se los sabe todos y si no, se los inventa.

Y curiosamente no es un disco que fallara comercialmente, pues Dance The Night Away les funcionó bastante bien y no es para menos, un tema alegre y divertido con el sello VH bien impreso. Lo cierto es que el ambiente fiestero se contagia por todo el disco, con mucho groove en los temas, como evidencian Somebody Get Me a Doctor o Outta Love Again, con Alex y Mike dignos de un monumento en su honor. Sin pasar por alto el boogie macarra de Bottoms Up! un tema que podrían haber firmado perfectamente ZZ Top si fueran californianos y un tema ajeno, You're No Good, con otra marca de la casa como son los propios coros de Dave, que por cierto en este disco se salen.

Light Up The Sky es otro de mis preferidos, uno de esos temas en los que la banda hace lo que le da la gana, como siempre, y maldita sea lo bien que suena. Algo parecido me entra en las tripas cuando Eddie coge una guitarra española y me recuerda por qué él es un dios y yo un vulgar rascacuerdas en Spanish Fly, que encima de todo no es otra cosa que una calma precediendo a la tempestad de D.O.A. contundente punk al estilo Van Halen, y eso quiere decir que es muy bueno. Más ejercicio guitarrero y riff aplastante en Women In Love, no se si el que contiene las mejores melodías del disco pero muy cerca debe estar, y cerrando el baile otro tema sencillamente perfecto como es Beautiful Girls, auténtica joya rockera de muchos quilates con uno de los mejores riffs de toda la carrera de la banda.

Con sus escasos 30 minutos de duración, es normal que uno quiera darse un atracón de Van Halen, pues un bocado tan apetitoso puede saber a poco pero por lo pronto nos tiene que valer para celebrar el cumpleaños de Dave y desear que cumpla muchos más y, por pedir que no quede, que nos vuelva a sorprender con un disco tan cojonudo como el que sacaron el año pasado.

Keep on rockin'!

VAN HALEN - VAN HALEN II

1."You're No Good(Clint Ballard, Jr.)
2."Dance the Night Away"  
3."Somebody Get Me a Doctor"  
4."Bottoms Up!"  
5."Outta Love Again"  
6."Light Up the Sky"  
7."Spanish Fly(Instrumental)
8."D.O.A."  
9."Women in Love..."  
10."Beautiful Girls"  

martes, 24 de septiembre de 2013

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (CXXIV): HOGJAW - DEVIL IN THE DETAILS (2008)



Hará cosa de un año cuando hablé del concierto que se marcaron por aquí este cuarteto de Alabama, más sureños que disparar a una fila de latas y que un porche con mecedora. Los elogios por su actuación no fueron nada gratuitos, pues el concierto fue ciertamente espectacular y desde luego invita a seguirlos más de cerca. Evidentemente, con poco que incidamos en su discografía, más atrapados vamos a quedar entre las redes de estos yankis y como muestra este botón del 2008 que, acertadamente, se llema Devil In The Details.

Si algo distingue quizás a este grupo de sus compañeros de la creciente, prolífica y cojonuda marea sureña que no cesa es que sus miembros son todos bastante talluditos ya, un hecho que resulta curioso siendo un grupo con una energía y vitalidad propia de unos jovencitos con ganas de comerse el mundo. Tanto si esas son sus pretensiones como si no, espero de corazón que los dioses del Rock sepan recompensar como merecen a estos veteranos guerrilleros.

Lo primero que uno puede comprobar con este álbum es que Hogjaw, siendo una banda tan arraigada dentro de lo suyo como unos Lynyrd Skynyrd o Molly Hatchet, sí que se posicionan dentro de la rama más dura del género, con riffs demoledores y contundentes pero sin descuidar no pocos matices y registros como podemos ver en The Fog, pero en mi opinión destacan sobremanera estos temas con ferocidad y pura actitud sureña como las geniales 4 lo, El Camino o ese grito de guerra que es Gitsum, que parece que te la están marcando a fuego como si fueras ganado de rodeo.

Otra de esas canciones que define lo que es Hogjaw es East Bound and Down, cachonda y tan genuinamente de la tierra como la posterior Swamp, toda una delicia para el que le gusten tanto las sureñadas como a este servidor. Tampoco se olvidan de la priva en sus canciones, pues tienen una soberbia This Whiskey y un festivo e igualmente cachondo Cheap Whiskey que cierra el disco y conforman la dedicatoria de la banda a tan placentero bebedizo. No me voy a dejar, por supuesto, los restantes Before Monday Come y Junga, que posiblemente sea otra de mis preferidas.

Y precisamente recuperamos hoy a Hogjaw porque ayer tuvimos la inmensísima suerte de poder volverlos a ver. Unos cuantos privilegiados pudimos volver a comprobar de primera mano como se las gastan en directo por lo que no dejaré de recomendar a estos tíos en cualquiera de los formatos que queráis. A mi, desde luego, me tienen ya más que convencido.

HOGJAW - DEVIL IN THE DETAILS

Kwal - Drums

Craig Self - Lead guitar

Jonboat Jones - Vocals, guitar

Elvis D - Bass guitar


jueves, 12 de septiembre de 2013

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (CXXIII): RAINBOW - DIFFICULT TO CURE (1981)



Mientras termino las vacaciones y voy organizando lo que va a ser esta nueva temporada, ya tocaba pasarse por el blog y sacar de la estantería algún disco que haga más llevaderos estos días. La verdad es que, desde hace mucho tiempo, siempre he pensado que Septiembre es algo así como el lunes de los meses; no es que caiga en depresiones post-vacacionales ni demás extremos tan dramáticos pero sí que crece cierto ambiente grisáceo que va parejo con unos días cada vez más cortos. Por suerte, los buenos discos son para todas las estaciones, meses, días y horas y el protagonista de hoy desde luego lo merece, como gran parte de la discografía de esa gran banda de distinguido linaje "purpeliano" conocida como Rainbow.

Por aquel 1981, ya hacía tiempo que Blackmore se había despegado de los últimos vestigios de los Purple (o eso quería hacer creer) y volvía a la carga con una formación renovada y un estilo acorde con estos cambios.  El bueno de Ritchie nunca negó, sino que afirmó sus intenciones de hacer un disco de Rainbow que fuera capaz de hacerse hueco entre el sonido más americano y actual de bandas como Foreigner y desdde luego vaya si lo consiguió con este Difficult To Cure, no solo por su listado de canciones, que ya comentaremos, sino con una muy buena fusión de lo viejo y lo nuevo entre sus filas, pues permanecen veteranos como Roger Glover y Don Airey mientras que entra sangre nueva en forma de Bobby Rondinelly a las baquetas y Joe Lynn Turner a las voces, dos nombres que a partir de ese momento quedarían ligados a la propia historia del rock para los restos.

Y un servidor, que es fanático de todas las movidas en las que se mete Blackmore, solo puede aplaudir por lo bien que suena este disco. En efecto, no es un Long Live Rock'n'Roll ni siquiera el anterior Down To Earth; este es un disco totalmente distinto y al mismo tiempo Rainbow al 100%. No se atreverán a negar la fuerza que tiene el inicial y ya celebérrimo I Surrender, en la que ya podemos comprobar lo bien que combinan las armonías y melodías de Blackmore con la garra y los matices de Turner, aunque para fuerza, la posterior Spotlight Kid, una de mis preferidas de la banda de todos los tiempos y un riff de esos que se te quedan entre ceja y ceja (como si fuera la portada del Straight between the Eyes). En mi época de ensayos, rara era la vez que no lo tocaba para probar sonido.

En medio de este rollo algo experimental, entra estupendamente bien No Release; otro tema que, como hemos comentado, es fiel y transgresor al mismo tiempo aunque, eso sí, con mucho groove. Algo más melódico y cercano a lo que quizás tenía en mente Blackmore es Magic, otro gran corte y nos permite comprobar otra vez más el lucimiento de Turner, que por si no lo he dejado claro ya está inconmensurable en este álbum, demostrable en otras piezas como la enérgica Freedom Fighter y la más contundentemente bluesera Midtown Tunnel Vision. Eso sí, ni Turner ni el propio Blackmore van a eclipsar al resto de la banda, pues Don Airey también tiene mucho que decir a la hora de juntarse con Ritchie para componer e interpretar la bellísima Vielleicht Das Nachter Zeit. Y no nos vamos a dejar otro clásico ochentero de la banda como la potente Can't Happen Here y un colofón final de categoría que recibe el mismo nombre del álbum y que esconde una jam sobre la novena sinfonía de Beethoven como jamás habrían imaginado Alex y sus drugos.

No creo que Blackmore sea de los de esperar palmaditas en la espalda, pero desde luego, con Difficult to Cure, lo volvió a hacer. Tanto si quería hacer un disco más actual o más clásico, lo que le salió fue un disco cojonudo. ¡Qué bien debe sentirse uno siendo el mejor en lo que hace!

RAINBOW - DIFFICULT TO CURE

  1. "I Surrender" 
  2. "Spotlight Kid" 
  3. "No Release" 
  4. "Magic" 
  5. "Vielleicht Das Nächste Mal (Maybe Next Time)" 
  6. "Can't Happen Here" 
  7. "Freedom Fighter" 
  8. "Midtown Tunnel Vision" 
  9. "Difficult To Cure (Beethoven's Ninth)

lunes, 19 de agosto de 2013

20 CANCIONES ROCKERAS PARA EL VERANO


Por twitter nos propusieron a unos cuantos elaborar nuestra lista de canciones rockeras para este verano. La verdad es que me he tomado mi tiempo, mas el de elegir cual entraba y cual se quedaba fuera...por lo pronto, aunque no estén todas las que son sí que lo son las que están así que a ver si el verano que viene buscamos veinte más. Aquí va mi lista:

1. MOTÖRHEAD - LOVE FOR SALE



Uno de mis temas juergueros por excelencia y que en verano suena quizás mejor que nunca. Rock'n'roll, actitud, salvajismo y, en definitiva, todo más alto que cualquier otra cosa. Que nunca haya un verano sin Lemmy!


2. ALICE COOPER - UNDER MY WHEELS



De Mr. Fournier se me ocurren discos enteros para poner banda sonora a más de un verano y he elegido esta como podría haber sido otra cualquiera. Aquí tenemos un riff clásico que va cogiendo fuerza y un tema divertidísimo y adrenalínico desde su comienzo hasta la última nota.


3. VAN HALEN - DANCE THE NIGHT AWAY



Un poco de lo mismo, elegir solo una me cuesta horrores (hoy mismo tengo en la cabeza el Drop Dead Legs del 1984) pero al final me he dejado convencer por uno de sus temas más comerciales y rentables pero también de los más divertidos y que también incita a la buena juerga estival.


4. STATUS QUO - BIG FAT MAMA



Más decisiones difíciles: de un grupo que ha tomado siempre como seña de identidad la diversión, unos pocos acordes y temazos acojonantes bajo el estandarte de las dos Telecasters cruzadas, ¿cómo nos vamos a quedar con un solo tema para el verano? pues bueno, aquí va el botón de muestra.


5. THE ROLLING STONES - LIES



Evidentemente, los Stones no iban a faltar, pues posiblemente no haya día del año al que no se pueda adjudicar una canción suya. Por otra parte, el Some Girls me resulta un disco muy veraniego y este Lies un tema cojonudo para estos días.


6. CHEAP TRICK - CALIFORNIA MAN



Nunca he estado en una tierra tan conocida por su verano como es California y ni siquiera los Cheap Trick son de allí, pero me gusta la idea que me hago de la tierra gracias a canciones como esta de su Heaven Tonight.


7. YES - LOVE WILL FIND A WAY



Close to the Edge, Tales from the topographic oceans...y después se pusieron a sacar discos y temas tan cachondos y ligeros como este. No digáis que no os molaría escuchar este tema en una barbacoa nocturna mientras habláis con las muchachas.


8. UFO - ONLY YOU CAN ROCK ME



Porque sí y lo sabéis. Si el primer día de vacaciones escucháis esta canción sabréis que va a ser un verano genial.


9. NAZARETH - A DAY AT THE BEACH



Algún tema de playa tenía que aparecer y aunque quizás no sepamos el concepto de día de playa que tienen en Escocia, desde luego sí que saben hacer canciones.


10. DAVID LEE ROTH - CALIFORNIA GIRLS

Pese a ser uno de los grupos más propios de esta estación, he de admitir que no soy muy de los Beach Boys pero, eso sí, la versión de Diamond Dave de este tema me parece superior, con más aroma a mar, arena y jamonas.


11. THE CULT - SHE SELLS SANCTUARY



Su éxito más comercial, sí, pero es salir los primeros rayos de sol en cualquier día de agosto y si el día se presenta favorable, este es el tema que quiero oir.


12. STEVIE RAY VAUGHAN - STANG'S SWANG



No todo el verano es hacer el indio, uno también sabe ser un señor y llega el momento en que te apetece tomarte tu buen lingotazo en una terraza en una fresquita noche de verano. Pues este es el tema que debería sonar.


13. BIG BROTHER AND THE HOLDING COMPANY - SUMMERTIME



No solo lleva el nombre implícito, las guitarras de Gurley y la garganta de Janis te traen el sopor del verano y te hacen sudar la gota gorda aunque estés escuchando este tema en Helsinki en enero. Gershwin nunca sonó mejor y lo sabéis.


14. REO SPEEDWAGON - KEEP PUSHIN'



Simplemente es 19 de agosto y me apetecía escuchar este tema. Eso ya lo convierte en tema veraniego, ¿no?


15. DEL SHANNON - RUNAWAY



El que sea un temazo ya debería ser suficiente pero con eso y con todo siempre me recuerda al verano, aunque sea por la escena inicial de Los Chicos del Maíz.


16. TOM PETTY AND THE HEARTBREAKERS - AMERICAN GIRL



Conforme van quedando los veranos atrás, van apareciendo historias y nostalgia. Y en ese rincón de los veranos se encuentra este clásico de Tom Petty.


17. THE DICTATORS - CALIFORNIA SUN



Me gusta más que la versión de los Ramones, aunque no sea ni de unos ni de otros. Pues eso, verano y más verano.


18. BLIND GUARDIAN - VALHALLA



¿Cómo? Pues sí. Durante muchos veranos, los amigos ausentes durante el resto del año nos hemos juntado infinidad de veces y hemos acabado berreando otra cantidad de veces este tema, cerveza en mano; por eso está en la lista. Y lo fresquito que se tiene que estar en el Valhalla estos días...


19. DEF LEPPARD - PHOTOGRAPH



Curiosamente, este verano he visto a estos tíos, así que ya le da un valor añadido. Por otra parte, las melodías vocales y las guitarras con chorus de Photograph son tan refrescantes como el ventilador que tengo aquí al lado.


20. FOREIGNER - HOT BLOODED



Si uno de los comunes denominadores de esta lista ha sido las ganas de juerga cuando llega este buen tiempo, pues tenemos que terminar con un tema de traca y que le venga como anillo al dedo. Así pues, toda una grandísima copla por cortesía de Lou Gramm.