Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

jueves, 27 de septiembre de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXXIV): MARILLION - MISPLACED CHILDHOOD (1985)



Y llegó el otoño con todas las de la ley. El enorme chaparrón que cae ahora mismo me avisa de que los días van a ser más grises y cortos durante un buen tiempo, tiempo que también parece corresponderse con el otro diluvio que nos sigue cayendo y que ha apretado con fuerza estos días. En definitiva, días de cierta tristeza. Pero como siempre ha habido y habrá otoño pues todo es cuestión de aclimatarse: las ventanas cerradas, mi té al lado del ordenador (en esta ocasión con un pequeño ingrediente extra escocés, que no todo van a ser penas) y un disco apropiado para la ocasión. Así pues, el día me pedía el disco del que hablamos hoy, no se ustedes pero permitan que les diga que he elegido con buen tino porque es un disco de gran categoría y que mientras escribo, al igual que el té, me está sentando maravillosamente. Hablamos del Misplaced Childhood de los británicos Marillion.

Siempre relacionados con los grandes nombres del rock progresivo aunque posteriores a aquellas vacas sagradas de los 70, quizás por ese enorme ramalazo a lo Genesis (etapa de Peter Gabriel) que les acompaña en gran parte de su producción, como se manifiesta en el homenajeado de hoy. Cumple también con las máximas de la tradición de discos conceptuales, en este caso sobre el paso a la madurez a través de la inocencia del propio Fish, cantante de la banda. Sí, desde antes de escribir esto ya sabía que en otras circunstancias cualquier disco con esta temática sería un auténtico coñazo pretencioso pero aun en el caso de que así lo fuera, tengo debilidad por Misplaced Childhood. Incluso a pesar de que fuera el disco que les supuso su mayor éxito a nivel comercial, como se verá.

Alejado de los excesos de sus colegas anteriores, este disco es elegante e incluso refinado, lejos también del futuro más hard-rockero que aguardaría a la banda, con un sonido cuidadísimo que deja cada instrumento en su sitio y sonando como nunca, permitiendo así admirar las destrezas vocales de Fish, el enorme talento melódico de Steve Rothery (guitarra) y Mark Kelly (teclados) y el estilo conservador pero excelente de Pete Trewavas al bajo. Tras una intro llamada Pseudo Silk Kimono nos encontramos con el mayor hit de la historia de los ingleses, la balada Kayleigh (dedicada a una antigua novia de Fish, o más de una, como afirma él mismo). Sin duda es una de las baladas más manoseadas por emisoras de radio y recopilatorios pero créanme si les digo que cada vez que suena tengo que quedarme a escucharla. Es un tema del que jamás me he cansado y toda una maravilla aunque, eso sí, desde aquí maldigo a las emisoras de radio y a quien fuera que decidiera sacar una versión radio edit, que es la que suelen emitir, que elimina de raíz el fantástico solo de Rothery. ¡Menuda canallada!

Ya les decía que este disco tiene cosas que de haber sido firmada por otros posiblemente lo habría tenido que coger con pinzas (y sin duda los detractores de Marillion se aferrarán a esto), como es el caso de Lavender,  basado en una cancioncilla infantil inglesa cuyo estribillo comparte. Otra tontería de esas del "mundo interior del artista" pero que con Marillion y conmigo funciona, pues es un tema magnífico y qué decir de los teclados de Kelly. Después de esto, pasamos a la faceta más progresiva de Marillion y, en efecto, temas más largos, con una Bitter Suite estupenda que precede a la gran Heart of Lothian y su fantástico clímax, cuya cresta de la ola aprovecha la excelente Waterhole (Expresso Bongo).

Volvemos a los temas largos, en este caso Blind Curve (previa intro llamada Lords Of The Backstage), en la misma onda temática y melódica, por lo menos a veces, pues a través de sus nueve minutos el grupo se permite soltarse un poco más dando lugar a grandes momentos y una vez más, me descubro ante Steve Rothery y su buen hacer. Childshoods End? es otro de los mejores momentos del disco, muy Genesis, como dijimos, pero sin que ello le quite mérito a unos Marillion que sin duda estaban en estado de gracia, cerrando el álbum con un White Feather tremendo.

Como comentaba al principio, no se me ocurre un disco mejor para estas tardes grises de trabajo en casa o faenas similares. Para algunos es un clásico por sus ventas, para otros por sus críticas, no discutiré que sea así pero desde luego para mi esa categoría ya la alcanzó, sea la época que sea, gracias a ese trabajo y esas canciones tan cojonudas.

Keep on rockin'!

MARILLION - MISPLACED CHILDHOOD


  1. "Pseudo Silk Kimono" – 2:14
  2. "Kayleigh" – 4:03
  3. "Lavender" – 2:25
  4. "Bitter Suite" – 7:56
    1. "Brief Encounter"
    2. "Lost Weekend"
    3. "Blue Angel"
    4. "Misplaced Rendezvous"
    5. "Windswept Thumb"
  5. "Heart of Lothian" – 4:02
    1. "Wide Boy"
    2. "Curtain Call"
  6. "Waterhole (Expresso Bongo)" – 2:13
  7. "Lords of the Backstage" – 1:52
  8. "Blind Curve" – 9:29
    1. "Vocal Under a Bloodlight"
    2. "Passing Strangers"
    3. "Mylo"
    4. "Perimeter Walk"
    5. "Threshold"
  9. "Childhoods End?" – 4:33
  10. "White Feather" – 2:25





martes, 25 de septiembre de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXXIII): EMERSON, LAKE & PALMER - BRAIN SALAD SURGERY (1973)



En el poco más de un año que lleva este blog habíamos dejado un poco de lado a los "jartibles" del progresivo y es una lástima, pues muchos grupos etiquetados como tal cuentan con mi más absoluta admiración y fanatismo. La dicotomía que existe en torno a muchos de estos grupos es tal que las razones por las que suelen ser repudiados e incluso odiados son las mismas por las que otros muchos, entre los que me incluyo, los admiramos. Así pues, nos hallamos en este caso ante uno de los grupos más ambiciosos y casi diría que pretenciosos pero no exentos de genialidad y locura a raudales y a partes iguales cuyo origen no dista mucho del de otros célebres power trios y supergrupos anteriores; en este caso también sería la lanzadera de unos apellidos que nunca han dejado de estar ligados a otros grandes nombres del progresivo e incluso del AOR y demás.

Y he aquí que los señores Keith Emerson, Greg Lake y Carl Palmer publican en el 73 un disco rizando el rizo que comenzaran algunos trabajos atrás, un trabajo que es progresivo pero del duro, vaya, sin un solo segundo que no rezume ampulosidad y épica de wagnerianas dimensiones, que alcanza hasta la misma portada, del gran H.R. Giger y coronado por encima de todo con el título de Brain Salad Surgery, barroca expresión sinónimo de mamada. Esta es la presentación de uno de los discos más demenciales que sin embargo abre bajo los compases de Jerusalem, himno británico que los fans de Monty Python reconoceremos fácilmente y que si ya conocíamos al grupo pues poca sorpresa nos vamos a llevar. Si el original es una de las piezas más solemnes jamás escrita (pues sin tener yo ningún sentimiento especialmente pro-británico, me impresiona bastante cuando suena, como ocurrió hace poco con las olimpiadas), esta versión no desmerece en absoluto. También de inspiración más clásica, como gustaba hacer a Keith Emerson, la posterior Toccata, todo un exceso sonoro de una magnitud tan grande que si Woody Allen decía que cada vez que escuchaba a Wagner le daban ganas de invadir Polonia, con Toccata sentiría un ansia de invadir todo el sistema Alpha Centauri.

He de admitir que los momentos de protagonismo de Greg Lake, sin duda el más folkie del trio, nunca me han emocionado mucho que digamos, cortando en muchas ocasiones la orgía sonora del grupo y con temas que en general tampoco me dicen mucho. Still...You Turn Me On no es para nada un mal tema pero sin duda es la que menos me gusta de este álbum (me quedo, sin duda, con Lucky Man, del primer disco, como tema genuinamente Greg Lake), más simpática me resulta la posterior Benny The Bouncer, tema un poco de coña, como también solían hacer, pero a ritmo de music-hall de saloon, con pianola y todo. Un detalle simpático previo a una de las obras más mastodónticas del grupo, toda una sinfonía de treinta minutos llamada Karn Evil 9, una coña sobre un génesis alegórico que se va de las manos y así las locuras compositivas e interpretativas no dejan ni respirar de un momento a otro, ahora con cadencias trepidantes, ahora con Emerson en pleno extasis jazzístico o luego rodeado de computadoras; el grupo lo borda en todo momento, pues Lake se marca el que posiblemente sea su mejor solo de guitarra, todo un señor solo, y Palmer sigue siendo uno de mis baterías preferidos entre otras por trabajos como este. Impagable, como no, ese cabaret futurista que comienza con el ya mítico Welcome back my friends...

Últimamente me he acordado mucho de este disco gracias a mis conversaciones con mi gran amigo, genial persona y tremendo bajista (en ese orden) Sir Paul Watchtower, otro amante del progresivo con el que me enzarzo en grandes y enriquecedoras charlas entre las que siempre sale a la luz este grupo y, muchas veces, este disco (y eso es culpa mía, que también soy un "jartible"). Así pues, mejor me callo y dejo que hablen estos tíos. Welcome back my friends...

EMERSON, LAKE & PALMER - BRAIN SALAD SURGERY


  1. "Jerusalem
  2. "Toccata
  3. "Still...You Turn Me On" 
  4. "Benny the Bouncer" 
  5. "Karn Evil 9
    1. "Karn Evil 9: 1st Impression, Pt. 1" 
    2. "Karn Evil 9: 1st Impression, Pt. 2" 
    3. "Karn Evil 9: 2nd Impression" 
    4. "Karn Evil 9: 3rd Impression" 

miércoles, 19 de septiembre de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXXII): B.B. KING - LIVE AT THE REGAL (1965)



Normalmente no hablo de directos en la sección de discos de este blog, salvo aquella vez que hablamos de uno de los directos talegueros de Johnny Cash, prefiero darles una categoría distinta y no porque no me gusten. Pero en esta ocasión sí que vamos a hablar de un directo y por varias razones, una es porque las discografías de los bluesmen entre directos, grabaciones más chungas, bootlegs y recopilatorios es un sindiós por lo extensas que son y otra es porque sigue siendo un disco cojonudo y B.B. King uno de los bluesman más grandes de la historia, con un regio apellido que le viene al dedo (y compartido por otros grandes también), así que sirva esto como homenaje a su persona y obra, pues encima resulta que cumplió años hace poco.

Live At The Regal es uno de esos álbumes reconocido por muchos grandes como disco de cabecera y un habitual en rankings y similares; yo, por mi parte, no podría estar más de acuerdo, pues muestra a King como lo que es, un bluesman único, elegante y majestuoso capaz de bastarse y sobrarse él solo con su amada Lucille y su manera de hablar con ella, llena de silencios y sutilezas pero con cada nota golpeándote como un puño. Si encima contamos con una excelente banda a sus espaldas, ahí tenemos a King como todo un crooner del blues. La única pega que le podemos encontrar es su brevedad, poco más de 30 minutos, algo quizás habitual en el blues, sí, pero que uno no puede evitar quedarse con ganas de más ante el buen hacer de King. En serio, quizás con otros sea distinto pero a mi se me pasa volando y cuando me quiero dar cuenta ya ha terminado. No obstante, pese a su escasa longitud, es todo un temario de como hacer un disco y/o directo de blues crudo y directo pero siempre elegante y exquisito, todo un modelo de blues seguido por posteriores generaciones de bluesmen.

Mítico es como se puede definir Everyday I Have The Blues inicial en el que una presentación que parece un trabalenguas da pie a la sección de vientos sobre la que se alza Lucille y la voz de King detrás suya. Lucille es como un caballo desbocado que aunque calmada aún chilla con furia en clásicos standards como Sweet Little Angel y How Blue Can You Get? donde, como se puede comprobar especialmente en esta última, es capaz de enfervorizar a todo el Regal hasta ponerlo al revés. No todo es clasicismo sofisticado con piano, batería, bajo y saxo; también hay desmelene evidente en Please Love Me, la divertida You Upset Me Baby o la igualmente magistral Woke Up This Morning, todo un placer para el bluesero de a pie. También es posible encontrar algún tema más extenso para poder lucirse, como Worry, Worry; y un Help The Poor ajeno pero del que King se ha hecho propietario hasta convertirlo en clásico, señorial como él solo y que sirve como colofón final.

Servidor es un enamorado del blues hasta los tuétanos y con una extensísima nómina de nombres y apellidos entre mis preferencias y aunque siempre me ha tirado la vertiente más salvaje e incluso directamente rockera de estos sonidos tan negros, el Live At The Regal sigue siendo un disco para enmarcar y hasta diría que de obligada escucha, independiente de la pasión que uno sienta por el blues. Nuestro casi nonagenario protagonista de hoy es toda una bestia parda, lo sabe y sabe lo que se hace. Cuando vayan a volver de su trabajo y demás quehaceres, sírvanse su whiskey preferido, pongan el Live At The Regal y luego me cuentan.

Keep on rockin'!

B.B. KING - LIVE AT THE REGAL

1."Every Day I Have the Blues"  

2."Sweet Little Angel"  

3."It's My Own Fault"  

4."How Blue Can You Get?"  

5."Please Love Me"  

6."You Upset Me Baby"  

7."Worry, Worry"  

8."Woke Up This Morning (My Baby's Gone)"  

9."You Done Lost Your Good Thing Now"  

10."Help the Poor"

  • B.B. King – guitar, vocals
  • Leo Lauchie – bass
  • Duke Jethro – piano
  • Sonny Freeman – drums
  • Bobby Forte, Johnny Board – tenor saxophone



lunes, 17 de septiembre de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXXI): DEF LEPPARD - ON THROUGH THE NIGHT (1980)



El amigo Nortwinds tuvo la idea de hacer una mega-lista sobre discos de la New Wave Of British Heavy Metal basándose en las votaciones de unos cuantos bloggeros, incluyendo a un servidor y cuyo resultado final pueden ver aquí mismo.

Como ocurre con estas cosas y que me disculpe Nort si voy errado, es algo que no tiene más seriedad que la que queramos darle y se pasa un buen rato devanándose los sesos sobre qué disco o grupo incluir, si debo tirar por tal o cual etapa, si este es más NWOBHM que otro, lo que fastidia dejar a más de uno fuera, etc. pero como hemos dicho, es algo divertido y sin duda alguna, si no están todos los que son sí son todos los que están. No voy a recuperar mi ranking personal porque la verdad es que ni me acuerdo, las listas y demás siempre son en mi caso fruto del momento y muy susceptible a cambios de un día para otro e incluso en menos tiempo, pero uno que seguro que está siempre es este On Through The Night de la banda oriunda de Sheffield Def Leppard, banda que si bien fue perdiendo el norte progresivamente, nos dejó una hilera de estupendos discos empezando con este, a la par mi preferido. Prefiero mil veces más la crudeza y honestidad de estos Def Leppard primerizos, con esa formación original, a la sofisticación posterior.

En definitiva, si Def Leppard tiene un disco más genuinamente estandarte del citado movimiento, yo os diría que este, con unos magníficos riffs y sana actitud rockera, algo que no me negarán nada más empezar con la fantástica Rock Brigade, que es auténtica canela en rama. No desmerecen, claro está, la genial Hello America, que versa sobre las fantasías pajilleras de todo grupo europeo respecto al deseado abordaje del nuevo mundo y Sorrow Is A Woman, otro estupendo tema que precede al rapidísimo It Could Be You, otra muestra del potencial riffero de los británicos.

Continuamos con una rockerísima y genial Satellite, con unos cambios de registro cojonudos, para pasar a When The Walls Come Tumbling Down, de corte más baladero y con un ritmo in crescendo con el que va ganando y con creces pero aquí no acaba la cosa, pues mi tema preferido del álbum puede eclipsar a cualquiera de los otros cortes y no es otra que la magnífica Wasted. Recuerdo una entrevista al fallecido Dimebag Darrell en la que le preguntaban por su riff preferido y ni corto ni perezoso respondía que el Wasted de Def Leppard, y no me extraña para nada. Uno de los temas más perfectos de Def Leppard, sin duda.

A partir de aquí Def Leppard dan buena rienda suelta al rock más frenético, como ocurre con la divertida Rocks Off, otra apuesta por los riffs veloces que continúa con otro temazo de quitarse el sombrero como es It Don't Matter y si todavía hay discusión sobre los riffs en particular y los grandes temas en general de la banda, pues ahí tienen Answer To The Master para callar a más de uno. Un final de lujo coronado por un Overture quizás demasiado denso y extenso para la tónica del grupo pero que no deja de ser un gran tema más que digno.

Un grupo que a día de hoy me cuesta reconocer por sus varios cambios de formación, distinto sonido y, en definitiva, demasiados cambios. No digo por esto que sean peores pero desde luego no son mis Def Leppard; personalmente me quedo con estos y los demás chavales de aquel metal británico de garajes, pequeñas salas de conciertos y actitud a paladas.

Keep on rockin'!

DEF LEPPARD - ON THROUGH THE NIGHT






viernes, 14 de septiembre de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXX): MAGNUM - VIGILANTE (1986)



El AOR o, como cariñosamente lo llamo, las aorteradas o "esas mariconadas tan chulas" es algo que me fascina, como tantas cosas. Existe un sinfín de bandas y desconozco si todas buenas pero sí es verdad que la gran mayoría de las que conozco y admiro son grandes bandas con repertorio y trayectoria de quitarse el sombrero. La fina linea que separa a grupos como estos de territorios más poperos es tan delicada que más de uno se cae de boca encima, que no digo que esté mal ni mucho menos pero normalmente me hacen perder el interés, aún así y como decíamos hay un gran número de bandas encuadrados bajo ese epígrafe que hacen las delicias de quien esto escribe con ese rock duro pero con toques más comerciales e incluso melosos al mismo tiempo que incluso tienen sus escarceos con el progresivo sin que suene artificial sino todo lo contrario, unos trabajos originales y de gran calidad.

Y buceando entre los mares del AOR pues hoy sacamos el que es uno de mis álbumes preferidos de esta corriente, un trabajo de los británicos Magnum que contó con la producción de nada más ni nada menos que Roger Taylor (sí, ese Roger Taylor) y que desde luego sabía lo que se hacía, con un disco mucho más melódico y accesible que sus anteriores trabajos, con predominancia de medios tiempos y partes más solemnes que funcionan a las mil maravillas con el trabajo vocal de Bob Catley.

Lonely Night es el encargado de dar comienzo al álbum, un tema sencillo y honesto pese a su apariencia más sofisticada y que suena estupendamente, un gran principio y sin sobresaltos continuado por una más que decente Need A Lot Of Love y una mejor aún Sometime Love totalmente hija de su tiempo. Midnight (You Won't Be Sleeping) va ganando en esos momentos de solemnidad tan propios del AOR y unas melodías geniales junto a un solo de saxofón que también cumple perfectamente. Un grandísimo tema, sin duda, algo más desmelenado pero menos que la siguiente, Red On The Highway, más rockera y, sí, de las que más me gustan. Para que nos entendamos, este es el tipo de AOR que más me gusta y, además, la banda suena maravillosamente bien en temas como este.

Una percusión contundente y casi tribal marca el inicio de Holy Rider, otra joya dentro de este Vigilante, que demuestra que los estribillos y los puentes entre secciones de Magnum son la gloria y poseedores de algunas de las melodías más curradas y exquisitas que uno puede escuchar dentro del AOR, que no son pocas. Dudo si ahí ha tenido que ver la presencia en mayor o menor grado de Roger Taylor pero de una manera u otra, me quito el sombrero ante todos. Y no me lo vuelvo a poner porque justo ahora viene When The World Comes Down, una de las mejores baladas que he escuchado jamás y de la que Magnum pueden sentirse orgullosos; cuántas veces los que nos inclinamos por el lado más rockero del mundo musical hemos acabado aborreciendo a más de una vaca sagrada por una o varias baladas repetidas ad nauseam, pues bien, esto no me pasa con Magnum y esta balada tan cojonuda. Justo es destacar otra vez a Bob Catley que, sin duda, no solo cumple magníficamente en este disco sino que es la voz más ideal y perfecta para este tipo de trabajos, siempre elegante y cómplice con las melodías marca de la casa.

El tema que da nombre al disco, Vigilante, vuelve a la faceta más puramente rockera del grupo y de qué manera. No es un disco de grandes prodigios instrumentales, pero llegados a este punto hemos podido comprobar que Tony Clarkin (guitarra), Wally Lowe (bajo), Mark Stanway (teclados) y Mickey Barker (batería) completan una grandísima formación llegando al equilibrio justo y con un resultado final que permite identificar perfectamente a cada miembro de la banda y comprobar la gran labor que realizan, como muestra este tema, también de mis preferidos, por cierto. El mismo o mayor cariño aún le tengo al tema que pone punto final al álbum, la impresionante Back Street Kid, quizás la amalgama definitiva y más equilibrada entre todas las facetas de Magnum: la más rockera, la más pastelosa, la más progresiva...el resultado no podría ser otro, un tema épico y solemne que sigue resonando una vez terminado el álbum.

Vigilante es un disco que no debe ni debería ser tomado a menos, pues ese equilibrio en su sonido que lo convierte en un disco con tan alta calidad y tan accesible para todos los públicos lo hacen único y ya les advierto que no se trata de flor de un día, Magnum tienen una extensa y vasta obra que siempre merece la pena rescatar. Si con todas las razones que hemos comentado aún sientes prejuicios ante el AOR o, peor aún, te mueves en terrenos más comerciales y desprecias el rock, no dejes pasar a los Magnum. Nunca el caviar fue tan accesible para todos.

Keep on rockin'!

MAGNUM - VIGILANTE

1."Lonely Night" 
2."Need a Lot of Love"  
3."Sometime Love"  
4."Midnight (You Won't Be Sleeping)"  
5."Red on the Highway"  
6."Holy Rider"  
7."When the World Comes Down"  
8."Vigilante"  
9."Back Street Kid"  


  • Tony Clarkin — Guitar
  • Bob Catley — Vocals
  • Wally Lowe — Bass
  • Mark Stanway — Keyboards
  • Mickey Barker — Drums



jueves, 13 de septiembre de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXIX): BLACKBERRY SMOKE - LITTLE PIECE OF DIXIE (2009)



Los clásicos o en su defecto grupos con un buen puñado de años a sus espaldas son los que abundan entre mis discos tirados por ahí, como ya os habréis dado cuenta. A decir verdad, lo que escucho son o bien mis grupos y músicos de siempre, ya consagrados, o aquellos que desarrollan su labor en la actualidad aunque de espaldas a ella en su mayoría, a veces poco conocidos (sobre todo por estas tierras, pan nuestro de cada día). Estos grupos son a veces grandísimas bandas que nos enseñan como se siguen haciendo cosas muy interesantes y que todavía hay mucho que descubrir.

Una cosa parecida me ocurrió con Blackberry Smoke, una banda bastante joven que hace un rock sureño a la altura de los más grandes del género y que sorprendió a propios y extraños tras su visita a mi ciudad hace unos años, puedo dar fe de ello. En efecto, gracias a internet es cada vez más extraño ir a un concierto a ciegas y es fácil comprobar y evaluar al grupo en cuestión previamente, aún así, ninguno de los presentes nos esperábamos a una banda tan buena y un disco tan cojonudo como este Little Piece of Dixie que les pude comprar allí mismo.

Pese a que en teoría hoy íbamos a dejar a los clásicos descansar un rato, hablar de Blackberry Smoke es hacer algo de trampa, pues la deuda que tienen con los padres de estas sureñadas que tanto nos gustan por aquí, digamos unos Lynyrd Skynyrd, Allman Brothers Band o, más cercanos en tiempo, Black Crowes, es enorme, sin duda, pero es de justicia decir bien alto que Blackberry Smoke suenan a Blackberry Smoke independientemente de época, sonido e influencias. La personalidad que tiene esta banda es arrolladora, apoyada en unas canciones que se apoyan, como decíamos, en la tradición sureña pero con quizás un punto más rockero, más sofisticado en unas ocasiones, más salvaje en otras pero siempre personales e hijas de la banda.

Más que una excusa fácil para hablar sobre un disco y una verdad como un templo es escucharlo sin más, si la primera Good One Comin' On no te ha transmitido ese buen rollo rockero de Atlanta y la siguiente Like I Am, toda una grandísima declaración de intenciones, entonces simplemente no hay nada que hacer. Si por el contrario ya has caído a los pies de la banda, estarás de acuerdo en que no habías escuchando nada como estos tíos antes.

Bottom Of This ya se desvía por riffs más contundentes y ciertamente suena a algo más actual, con un ritmo más pausado que precede al desmelene de Up In Smoke, toda una inyección de energía desde la tierra del Dixieland que sigue in crescendo con la magnífica y una de mis favoritas Sanctified Woman, uno de los temas más divertidos del álbum y un riff matador. Del subidón rockero de estos últimos pasamos a la amargura, como si fuera el regusto del bourbon más perro, de Who Invented The Wheel, tema con el clásico intimismo macarra propio de estos temas pero que para nada suena a cliché, sino a un tema estupendo con una letra que me encanta.

I'd Be Lyin' es otro tema excelente en la onda más clásica del disco, al igual que ocurre con Prayer For A Little Man, con mayor protagonismo de acústicas e inclusión de mandolina. Al igual que antes, damos un vuelco hacia terrenos más rockeros gracias a dos de mis preferidas: la genial Restless a ritmo de blues rock sucio y la soberbia Shake Your Magnolia, rock'n'roll de altísimo octanaje por obra y gracia de estos geniales caballeros sureños. Cómo no, el álbum cierra con el que parece ser su propio Free Bird, la magnífica Freedom Song, solemne como ella solo y que conforma un cierre de oro para un disco que no dudo en calificar casi de indispensable e imprescindible para todos los amigos de las sureñadas, que no se sentirán defraudados.

Desde aquella visita he comprobado como han sonado en más bares, grupos locales han versionado temas suyos y hablando con gente de otras partes también me han transmitido sus más que buenas impresiones que se han llevado con esta banda. Y todo eso aquí, claro, por allí ya llevan tiempo tocando con ZZ Top, Zac Brown y los propios Lynyrd. A tenor de todo esto, algo tendrán de interesante. No tarden en descubrirlos.

Keep on rockin'!

BLACKBERRY SMOKE - LITTLE PIECE OF DIXIE

Charlie Starr - vocals, guitar, pedal steel and banjo.
Paul Jackson - guitar, vocals.
Richard Turner - bass, vocals.
Brit Turner - drums.


martes, 11 de septiembre de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXVIII): PANTERA - COWBOYS FROM HELL (1990)



Decíamos ayer de la vuelta al tajo acompañado de algo de buen rollo, con T. Rex y tal, pero como todo trabajo, el mío tiene su cuota de cretinos recalcitrantes acompañado de un frenesí pre-comienzo de curso de mala digestión (y como guinda un percance automovilístico, ¡maldición!). Permitan que les diga que uno no es de echar la culpa de sus males al trabajo y demás, que cada uno tiene lo suyo y cosas peores habrá, pero me van a dejar que hoy sea día de optar por el encabronamiento sano y la mala leche a ritmo de thrash metal, y qué mejor que con una obra elevada a la categoría de clásico tanto por méritos propios como por la influencia que ha tenido y que mantiene, el Cowboys From Hell de Pantera, un disco básico, imprescindible, indispensable y lo que quieran llamarlo para el aficionado al guitarrazo, alarido y aporreamiento de parche a mala ostia.

Yo fui de los que llegó tarde al thrash, más por edad que por otra cosa, y mientras se hacían cosas interesantes en tan controvertida década yo estaba inmerso en el metal más clásico y anterior. No obstante, descubrir al tristemente fenecido y magistral Dimebag Darrell en particular y a la gran banda texana en general hizo que cambiara el chip, vaya que sí. Más aún con el disco homenajeado hoy, su quinto trabajo pero el primero de la banda que pasó por mis orejas y que se ajusta a la máxima de que no hay quinto malo, pese a ser considerado una suerte de debut no oficial pues es el que verdaderamente inicia el sonido de los Pantera que conocemos y que amamos.

Cómo no, un himno como la homónima Cowboys From Hell ya advierte que este disco está llamado a hacer historia y ser santo y seña de la banda, con este tema que ha pasado a ser himno de varias generaciones en sus 22 años de historia. Con tan buen precedente ya podemos anticipar que Primal Concrete Sledge es thrash del burro, del que nos encanta, igual que la estupenda Psycho Holiday, cuya dureza se ajusta al simpático groove metalero que propone la sobresaliente base rítmica de Rex y Vinnie.

Darrell nos vuelve del revés con Heresy, otro de mis preferidos, con un sonido sobrio y tosco que no necesita más, en oposición a la sofisticada y genial Cemetery Gates, un cambio de sonido y actitud para un tema atmosférico cuya calma se rompe destruida por los salvajes armónicos de Dimebag, otro tema que sin duda ha pasado a la posteridad. Domination es una vuelta al cafrerío y bienvenido sea, con Phil Anselmo echando el resto, un muestrario de los Pantera más contundentes e incluso un poco oscuros, numerosas veces versionado, en oposición a la vertiente más acelerada de Shattered. Hasta aquí no hemos hecho gran mención del talento instrumental de la banda, que lo tiene y a mansalva; las baterías de Vinnie Paul son ya referentes del género, con ese doble bombo demencial mientras que no podemos obviar por evidente que sea el enorme genio de Dimebag, tanto como maestro riffista como un solista espectacular, uno de esos guitarristas capaz de coger un enorme saco de influencias y firmar con su nombre en letras bien grandes.

Hablando de riffs geniales, ahí tenemos Clash With Reality, más agresividad thrashera con matices interesantes. Medicine Man, por otra parte, parece un regreso a tiempos anteriores por la temática quizás más fantástica y oscura, con su inseparable toque sureño y quizás hasta algo sabbathiano; en definitiva, muy buen tema, a la altura de Message In Blood, tema que combina la fiereza thrashera tipo Slayer con unas partes más lentas e instrumentales, combinación que hace las delicias, y mucho, de quien esto escibe.

Que a Pantera le gusta jugar con las atmósferas a base de particulares cambios de ritmo, empleo de acústicas y demás ya lo sabemos, por ello nos dan otro asalto con The Sleep, donde unas acústicas preceden a un riff directo a la yugular creando un excelentísimo tema, preparándonos para no dejar títere con cabeza con la mastodóntica The Art of Shredding, salvajismo made in Pantera 100%, conformando otro de mis temas preferidos y de lo más perfectos del disco, que no son pocos.

Como hemos dicho antes, ejemplifica lo mejor de una banda y una época y por ello no dejaré de recomendarlo. Si es que hace falta, claro, que ya nos conocemos y dudo que haya entre vosotros muchos que no profeséis la fe panteresca. Por mi parte, procedo a sustituir el té y la calma de hace unos días por una cerveza bien fría y me largo a pegar guitarrazos por ahí y ya mañana será otro día. ¡Que lo disfruten!

Keep on rockin'!

PANTERA - COWBOYS FROM HELL

1."Cowboys from Hell"  
2."Primal Concrete Sledge"  
3."Psycho Holiday
4."Heresy"  
5."Cemetery Gates"  
6."Domination"  
7."Shattered"  
8."Clash with Reality"  
9."Medicine Man"  
10."Message in Blood"  
11."The Sleep"  
12."The Art of Shredding"

martes, 4 de septiembre de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXVII): T. REX - ELECTRIC WARRIOR (1971)



No es plan de ponerse en modo plañidero con la llegada de septiembre, que ya de eso se encargan los poco originales telediarios, pero sí es cierto que ese summertime blues, cómo decía Cochran, no tiene cura, con sus días más cortos y oscuros y la inminente vuelta al curro y demás quehaceres. Por ello, septiembre entra matando.

Pero entre el mas de rostros apesadumbrados y el excesivo y exagerado frenesí del curro de ayer, lo que me alegró ese primer lunes laboral post-vacacional fue, sin duda, el mágico sonido de Marc Bolan y sus muchachos recordándome que este Electric Warrior es uno de los discos más divertidos que he escuchado jamás y un firme candidato al imaginario podium de mejor disco para acompañar el camino rumbo al trabajo. Todo esto, claro, sin mencionar que es un disco indispensable no solo para la movida glam-rockera por entonces en ciernes, sino que hoy en día es posible sorprenderse escuchando algún eco perdido de este disco entre algunas de las moderneces de hoy, no se si de manera consciente o no. A día de hoy parece que Bolan solo pertenece a algún que otro anuncio televisivo y al estribillo de Barón Rojo cuando es un grupo de lo más interesante y Electric Warrior, una maravilla.

Con ese ritmillo tan simpático y relajado, instrumentación sencillísima y la voz tan melosa pero que no empalaga ni mucho menos de Bolan construyen un disco excelente. El primer corte, Mambo Sun, tiene algo que me recuerda a un Bo Diddley psicodélico y sin prisas (me ocurre a veces al escuchar otros temas de T. Rex) mientras que Cosmic Dancer recuerda muchísimo al Bowie setentero sin dejar de lado el fuerte ramalazo folkie de T. Rex. No en vano, a la producción tenemos a Tony Visconti, el productor por antonomasia del duque blanco. A continuación, clasicazo al canto: la magnífica Jeepster y su riff vacilón. Hay que ser un amargado sin remedio si Jeepster te deja indiferente, tema insignia de T. Rex donde los haya.

Monolith se decanta por el medio tiempo con una melodía muy cuidada, muy a lo balada de los años cincuenta y uno de los solos más preciosos de la banda. Precisamente a esa misma década, siempre con el sello de Bolan, suena la siguiente Lean Woman Blues, otro gran tema a tener muy en cuenta. Pero claro, quizás sea muy fácil olvidarse de todo cuando empieza a sonar otro clásico, Get It On, cojonudísimo tema donde los haya y con invitado de lujo, nada más y nada menos que Rick Wakeman, quizás el más cachondo de los progresivos.

En la misma onda de tranquileo, la característica percusión de Mickey Finn conduce el Planet Queen, un estupendo tema que precede a otro experimento folk a base de acústica e instrumentos británicos, Girl, con un Bolan genial, como siempre. Si hasta aquí todos los temas puntúan con nota, contando los que se salen de toda escala, siento más debilidad hacia temas como The Motivator, más rockero y desmelenado, en oposición a Life's a Gas, otra vuelta a tiempos más lentos pero sin acercarse a lo baladero. Gran acierto, pues si el tema no está nada mal acentúa el comienzo salvaje y macarra de Rip Off, magnífico broche final para este trabajo.

En términos generales, es un disco cuya primera impresión probablemente sea crucial pues no es para nada sesudo sino de lo más accesible, pues ninguna canción sobrepasa los cuatro minutos y medio. Por lo demás, obra maestra para quien esto escribe y uno de los mayores remedios para los días grises por lo que se recomienda su consumo en caso de lunes y similares. Gracias, Marc y compañía.

Keep on rockin'!

T. REX - ELECTRIC WARRIOR


  1. "Mambo Sun" – 3:40
  2. "Cosmic Dancer" – 4:30
  3. "Jeepster" – 4:12
  4. "Monolith" – 3:49
  5. "Lean Woman Blues" – 3:02
  6. "Get It On" – 4:27
  7. "Planet Queen" – 3:13
  8. "Girl" – 2:32
  9. "The Motivator" – 4:00
  10. "Life's a Gas" – 2:24
  11. "Rip Off" – 3:40