Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

miércoles, 29 de agosto de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXVI): RUSH - MOVING PICTURES (1981)



Ya saben, quizás, que Rush es una de las bandas por las que uno pierde la cabeza, con una carrera tan extensa como diversa donde la constante es el cambio y siempre teniendo la última palabra por decir, pues así lo avala la calidad de sus trabajos y la influencia que han desarrollado sobre un sinfín de grupos. Si bien en un principio se agarraron fuertemente al sonido más zeppeliniano para ir adentrándose en el progresivo, con rollo conceptual y demás parafernalia, sin dejar de aportar una nota distinta y personal, el trío empezó los 80 con un trabajo mayúsculo y de sonido más accesible para emisoras de radio y grandes públicos, quizás por ello este Moving Pictures es uno de los trabajos más reconocidos unánimemente y, desde luego, razones no faltan. Ni una sola.

En comandilla con el sempiterno Terry Brown a la producción, supieron encontrar ese sonido más actual pero suyo al 100% donde encuadrar un trabajo que encierra una buena ración de clásicos de la banda que incluso a día de hoy siguen encontrando su sitio. Quizás por esto y algunas razones más que se me ocurren no se puede negar que este nuevo sonido es tan genuinamente Rush como lo puede ser, diferencias aparte, Fly By Night o 2112 o Permanent Waves, el cual ya casi confirmaba este cambio de dirección que se iba rumiando algunos trabajos antes. Podemos decir por lo tanto y en resumidas cuentas que Moving Pictures es otra muesca, y bien profunda, en el revólver de los canadienses, ya acostumbrados, por otra parte, a disparar con precisión certera.

Y para muestra un botón, un clásico tan divertido y reconocidísimo como Tom Sawyer, con sus atmósferas, arpegios y frases de sintetizador y guitarra después, abre este trabajo de los Rush para seguir con otro grandísimo tema, Red Barchetta, uno de los más elegantes de la banda y favoritos entre los seguidores entre los que por supuesto me incluyo. Por cierto, se me viene a la cabeza una versión grabada para un tributo a los canadienses grabada por Glenn Hughes, Mike Portnoy y no recuerdo quién más; una de las mejores versiones que he escuchado posiblemente.

Pese a que todas las entradas de este blog son apreciaciones personales sobre la música que me vuelve majara, siempre intento documentarme un mínimo para no caer en exactitudes flagrantes. Gracias a eso descubro cosas como que el patrón rítmico del monstruoso clásico instrumental de la banda YYZ no es otra cosa que los caracteres Y-Y-Z en código morse. Una vez más me toca caer rendido ante estos frikis musicales aunque, boutades como esta aparte, sigue siendo un tema magnífico. Y sin olvidarnos del titánico trabajo de ese coloso de las baquetas, el Sr. Neil Peart. Canela en rama, amigos.

Limelight, a continuación, es un tema de corte más ligero y referente shakespeariano sobre las decepciones de Peart en el mundo de la farándula. Sintiéndolo por la mala experiencia del bueno de Neil pero es otro señor temazo donde queda demostrado que a Rush no les hace falta hacer mastodónticas y complejas piezas sino que en la sencillez también radica la virtud y lo hacen mejor que nadie. Pero claro, la cabra siempre tira al monte y después de este plato pasamos a un The Camera Eye de once minutos. Extenso, sí, pero nada pretencioso, más bien se parece a una jam del grupo, con el lucimiento instrumental justo y preciso.

Witch Hunt, tema perteneciente a su ciclo Fear, es, como su nombre y temática indican, el más oscuro del disco. Guitarras graves y sintetizadores casi demenciales y un toque más denso. Una nota distinta y a todas luces disfrutable igualmente. Y cerrando el álbum, Vital Signs, tema cuyas guitarras, cortesía del gran Alex Lifeson, me recuerdan inevitablemente a The Police, otro trío que también tienen tela y con los que alguna vez tuvieron que batirse el cobre en justas musicales. Como decíamos, un disco en el que el sonido más austero no se riñe con el virtuosismo de estos tres, santo y seña del grupo. Si eres de los que se asustan al oír la palabra "progresivo", con este trabajo (y este grupo, añado), no hay excusa que valga.

Keep on rockin'!

RUSH - MOVING PICTURES

1."Tom Sawyer"  
2."Red Barchetta"  
3."YYZ"  
4."Limelight"  
5."The Camera Eye"  
6."Witch Hunt(Part III of Fear)
7."Vital Signs"





lunes, 27 de agosto de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXV): GARY MOORE - RUN FOR COVER (1985)



Resulta que hoy cumple años mi fiel y molona secuaz rockera Miss Marvel, circunstancia que además de aprovechar para celebrarlo como merece, me sirve para buscar un disco sobre el que hablar que cumpla los mismos años que la homenajeada, y resulta que dentro de unos días el que también estará de aniversario es este excelente trabajo de Gary Moore por entonces metido hasta los codos en el hard rock más a la vanguardia de la época, tras haber sido echado el cerrojo sobre Thin Lizzy, aunque esa conexión todavía daría sus coletazos, como veremos.

Nunca llegaré a entender cómo me he encontrado tanta dicotomía entre los propios fans del fallecido guitarrista, que si nunca debió dejar el hard rock, que si solo es salvable su epoca más bluesera...quizás yo tenga algo de fan fatal pero he disfrutado y disfruto ampliamente de todas sus épocas y trabajos (exceptuando quizás aquel A Different Beat, pero eso es harina de otro costal), siendo incapaz de decidir cual va sobre cual. Sea como fuere, decíamos que nos encontramos con un estupendo y muy rockero álbum dotado de la magia de la guitarra de Moore, con esos solos rápidos a la par que melódicos y constantes colaboraciones de lujo por parte de amigos del irlandés, lo que acrecienta aún más la sensación de que Gary estaba dispuesto a echar toda la carne en el asador.

Hay gran presencia de teclados muy de la época (a cargo de Andy Richards y el curtido en mil batallas Don Airey), como ya anticipa la majestuosa y salvaje Run For Cover, todo un temazo para abrir el disco homónimo. A partir de aquí es difícil que la cosa decaiga, máxime si la estupenda Reach For The Sky, a caballo entre el blues rockerizado y las melodías más poperas, cuenta con otra estrella invitada, ni más ni menos que Glenn Hughes, el cual se prodigará más a lo largo de este álbum. Y no contentos con esto, seguimos con uno de los temas que debían formar parte de Grand Slam, aquel proyecto que iba a sacar adelante Gary junto con Phil Lynott; pues bien, aquí está incluido y con la participación del propio Phil (que tampoco será flor de un día en este trabajo).

Empty Rooms ya es una de las baladas más clásicas de Gary y quizás de las más convencionales, en este caso es una versión a cargo del propio autor del mismo tema que grabara previamente. Dejaré al criterio del lector si es una moñada de tema o no, a mí particularmente me encanta. Out Of My System es otro tema de hard rock con producción de alta factura ochentera que precede, a continuación, a otro bombazo perteneciente a este álbum y clásico de nuestros días, también con el sello de nuestro adorado Sr. Lynott: Out In The Fields. 'nuff said, que diría Stan Lee.

Es quizás por este comienzo tan arrollador que puede que a partir de aquí parezca que los temas pierdan algo de chicha. No son temas que desmerezcan ni mucho menos pero sí es cierto que hasta aquí hemos puesto el listón muy alto. Nothing To Lose me parece también un tema buenísimo, dejando más de lado la sofisticación y volviendo al rock macarra con un estribillo genial. Tampoco es plan de tomarse a la ligera Once In A Lifetime, con uno de los riffs más cojonudos del disco y con un toque más ligero que en ocasiones me recuerda a los propios Cheap Trick (con la presencia de Bob Daisley al bajo, por cierto). Nada que despreciar, por tanto. Con All Messed Up vuelve a apostar por el riff y el macarreo, slide incluído, para poner el punto final con Listen To Your Heartbeat, un bandazo completo hacia su lado más pop, casi AOR. Podemos entrar en valoraciones y ponernos más radicales o no, pero lo cierto es que es un tema que no estorba y tampoco está nada mal. Pero un final muy light, eso sí.

Con esto y con todo, Run For Cover me sigue pareciendo un disco estupendo, muy hijo de su época pero propio de un autor con muchas ganas, ambiciones y mucho que decir. Quizás por su mezcla de sofisticación y sobriedad, que nunca llega a caer en los límites, lo hace un disco más que agradable para cualquier momento. Si sois de los fans del Gary Moore más ochentero, poco o nada tengo que deciros. Si por otra parte os tira más el de Still Got The Blues en adelante, haced las paces con Gary via Run For Cover. Consejo de amigo.

Keep on rockin'!

GARY MOORE - RUN FOR COVER

1."Run for Cover"  

2."Reach for the Sky"  

3."Military Man"  

4."Empty Rooms"  
1."Out in the Fields"  
2."Nothing to Lose"  
3."Once in a Lifetime"  

4."All Messed Up"  
5."Listen to Your Heartbeat"  



  • Gary Moore - guitarlead vocals (all songs), bass guitar ("Run for Cover")
  • Gary Ferguson - drums ("Run for Cover", "Once in a Lifetime" and "All Messed Up")
  • Glenn Hughes - bass guitar ("Reach for the Sky", "Out of My System", "Nothing to Lose", and "All Messed Up"), vocals ("Reach for the Sky", "All Messed Up", "Nothing to Lose", and "Out of My System")
  • Andy Richards - keyboards (All except "Nothing to Lose" and "All Messed Up")
  • Neil Carter - backing vocals ("Run for Cover", "Empty Rooms", "Nothing to Lose", "Once in a Lifetime", and "Listen to Your Heartbeat"), keyboards ("Out of My System", "Nothing to Lose", "Once in a Lifetime", and "Listen to Your Heartbeat")
  • Charlie Morgan - drums ("Reach for the Sky", "Military Man" and "Out in the Fields")
  • Phil Lynott - bass guitar, vocals ("Military Man", "Out in the Fields" and "Still in Love with You")
  • Don Airey - keyboards ("Military Man" and "Out in the Fields")
  • James (Jimbo) Barton - drums (sampled) ("Empty Rooms")
  • Paul Thompson - drums ("Out of My System" and "Nothing to Lose")
  • Bob Daisley - bass guitar ("Once in a Lifetime")

sábado, 25 de agosto de 2012

EN TECHNICOLOR: FREDDIE MERCURY, THE UNTOLD STORY (2000)



Estas fechas siempre me han resultado estupendas para tirar del material acumulado durante meses de mayor ocupación y poder disfrutarlo en días como estos, donde la productividad y vitalidad alcanzan sus mínimos. La mayoría de las veces en ese empeño de hormiguita por aprovisionarse de material de ocio para los meses de estío hacen que cuando me toca ser cigarra me encuentre con un overbooking de series, películas, juegos y demás que o bien me pego un atracón malsano de ocio o selecciono material consciente de que algunas cosas se quedarán en barbecho hasta el verano siguiente o incluso posteriores.

En esas me encontraba cuando decidí echar un vistazo a este documental de pretencioso título, como suele ocurrir en estas lides. Como el fan de Queen que saben ustedes que soy y además tampoco he visto muchos documentales de la banda y alrededores, pues me pareció una idea buena o, por lo menos, interesante. Un documental basado en la vida y obra (apartado este último bastante obviado, perdonen que me adelante) de Freddie narrado por quienes mejor le conocieron pues prometía, lástima que el resultado final llegara a ser algo decepcionante.

En pocas palabras, el documental tiene sus principales fallos en lo pretencioso de su realización, con dramatizaciones de escenas de la vida del joven Freddie que llegaban a rozar lo absurdo y un final emocionalmente pornográfico, buscando la lágrima fácil no, lo siguiente. Tampoco me malinterpreten, debo admitir que me resulta de lo más interesante que, a priori, uno de mis cantantes preferidos empezara su historia en un marco post-colonial (Zanzíbar e India) y me siguen resultando de una tristeza enorme los últimos días de Freddie, que fueron una auténtica pasión. Lo que no me gusta es el culebrón y el recrearse tanto en horteradas olvidando que, al fin y al cabo, hablamos de uno de los músicos más relevantes de la historia.

Por si fuera poco, las intervenciones de Brian May y Roger Taylor (John Deacon no aparece pero ya sabemos que Deacy decidió pasar de todo) son mínimas y lo que podría haber sido más interesante, no solo respecto a Queen sino a bandas anteriores como Smile y Wreckage se queda en lo anecdótico. Y eso me parece más "untold", por seguir con el título, que su estrecha relación con Mary Austin y con Jim Hutton, su último amante, que si bien pertenecía al ámbito más personal de Freddie, ya existen ríos de tinta sobre el tema, desde Wikipedia hasta publicaciones escritas por los propios protagonistas.

En su beneficio, debo decir que sí que me gustó como tratan la relación de Freddie con la soprano Montserrat Caballé, de cómo hicieron algo que nunca antes se había hecho y por fin vemos a alguien hablando del trabajador incansable que era Mercury y cómo echaba el corazón en todo lo que hacía. Por lo tanto, una pena que con una vida tan completa, al timón de una banda como Queen el resultado haya sido más propio de telefilme de sobremesa que de una biografía más seria. Pero vamos, que no seré yo el que vaya de fan fatal por la vida, poniendo en tela de juicio el subtítulo de "contada por aquellos que mejor le conocieron". En Youtube está el documental íntegro y pueden verlo ustedes mismos que yo, personalmente, buscaré algún documental que me deje mejor sabor de boca.

Keep on rockin'!

jueves, 9 de agosto de 2012

LOS ROLLING STONES DE CHRIS ROBINSON



No me cabe duda del prestigio que otrora tuviera la Rolling Stone en los tiempos de Jann Wenner, Lester Bangs y demás, época en la que llegó a convertirse en referente y uno se podía encontrar firmas de autores a los que admiro como Hunter S. Thompson. Incluso creo recordar que nuestro muso Frank Zappa les dedicó unas palabras de respetuoso desprecio, cosa que viniendo de él es hasta un halago, pero lo cierto es que a día de hoy la tan cacareada revista me parece un insulso catálogo modernito de escaso interés y, en ocasiones, incluso estúpido. No obstante, alguna vez ha atraído mi interés, como en el especial publicado hace un par de años donde preguntaban a músicos de diversa índole sobre sus playlists particulares, picando mi curiosidad por ver las preferencias de algunos de los entrevistados (es decir, los que me interesaban: John Fogerty, Eric Clapton, Mick Jagger...), pero la que más me llamó la atención, sin duda, fue la lista de quince canciones de los Rolling Stones por parte del cantante de Black Crowes, el gran Chris Robinson.

Que Robinson es un redomado seguidor de los Stones no es ningún misterio, y como ya saben que servidor se pirra por la banda británica, me vi incapaz de pasar por alto el criterio de un fanático de tanto calibre. Así pues, esta fue la selección de Chris:

1. Midnight Rambler.
2. The Worst.
3. Tumbling Dice.
4. Wild Horses.
5. Let It Bleed.
6. Monkey Man.
7. Time Is On My Side.
8. Can't You Hear Me Knocking?
9. Shine A Light.
10. She Smiled Sweetly.
11. Jiving Sister Fanny.
12. Coming Down Again.
13. You Got The Silver.
14. Memory Motel.
15. Memo From Turner.


Con estos resultados puedo comprobar que Chris es de los míos, con una clarísima preferencia por Let It Bleed (cuatro temas más Jiving Sister Fanny, que se quedó fuera de la grabación, cinco en total), seguidos por Exile On Main Street y Sticky Fingers (dos temas de cada uno), junto con Coming Down Again de Goats Head Soup, hacen un total de diez temas de la formación con Mick Taylor (¡para que luego digan!). Además de eso, vemos que a Chris le gustan los Stones más solemnes como muestran Shine A Light y especialmente esa maravillosa joya del Black And Blue llamada Memory Motel (otro punto a favor de Chris!), aunque para esto no hacen falta ninguna lista, con escuchar a los Black Crowes es suficiente. Lo mismo ocurre con los temas más orientados al country y al folk, véase Wild Horses y una de las sorpresas más gratas de la lista, The Worst, nada menos que del Voodoo Lounge (1994). Con dos cojonazos, Robinson rescata uno de los mejores temas de Keef en particular y toda una genialidad de los Stones en general de uno de sus discos quizás más oscuros (oscurecidos, diría yo).

Aún hay más, pues hay lugar tanto para clásicos como para temas más escondidos (tampcoo vamos a olvidar She Smiled Sweetly, de Between The Buttons) e incluso un último bombazo propio del fan más hardcore: Memo From Turner, tema que interpretara Jagger en aquella película de corte experimental y gafapastoso llamada Performance.

Más allá del fanatismo stoniano compartido, si me ha llamado tanto la atención esta selección personal de temas es por lo bien escogida que está, ideal para adentrarse en la obra de los Rolling Stones que existen más allá de Satisfaction, Angie y Paint It Black. Bravo, Chris.

miércoles, 8 de agosto de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXIV): WISHBONE ASH - ARGUS (1972)



Pese a los tiempos que corren, no todo va a ser malas noticias. De hecho, la organización del Festival Serie Z ha sido últimamente (y no tan últimamente) una fuente de buenas noticias y la última nueva casi me hizo entrar en un estado de euforia con gritos y saltos incluídos y no era nada menos que la confirmación de la asistencia de los míticos Wishbone Ash en tan magno festival, sin duda un nombre de oro en un cartel que desde luego tiene bemoles (ahí tienen además a Y&T, Warrior Soul, Dan Baird...ahí es nada!).

No se si un servidor es así de afín a las causas perdidas pero siempre he tenido una gran devoción hacia este grupo que, vale, no es la primera vez que utilizo términos como "infravalorados" o "poco reconocidos" para referirnos a más de un grupo de los que ha asomado por aquí y tampoco quiero defender a un grupo en base a una ristra de lloriqueos pero sin Wishbone Ash y su sonido de guitarra no habríamos tenido ni Iron Maiden ni nuestros Barón Rojo...¡incluso ni Thin Lizzy! Y lo digo así, tan pancho, pasándome la mano por mi rasurado cráneo. Más de una vez me he enzarzado en discusiones defendiendo a estos tíos frente a metaleros cerrados y testarudos que creen que esto de los dobletes de guitarra fue un invento de los Maiden e incluso Helloween (una de las chorradas más grandes que he escuchado nunca) cuando este Argus del que vamos a hablar hoy seguro que pasó más tiempo en los tocadiscos de los músicos de estas bandas que en sus estanterías. La influencia está ahí y si no te gusta, pues vale, pero no hay más ciego que el que no quiere ver.

Terminado este exabrupto, volvemos a estado de Dr. Jekyll mal que me pese, pues en este disco el cerebro no tiene nada que hacer frente al corazón y las tripas, pero sí es verdad que es un trabajo donde los temas están cuidados al detalle, sin que resulten presuntuosos, con un gran trabajo detrás de la banda del señor Derek Lawrence ayudado por un joven ingeniero de sonido llamado Martin Birch (¿adivinan con quienes trabajó este señor más tarde?), con un énfasis en las guitarras, que rara vez van solas. Me atrevo a decir también que es uno de los mejores discos para rascacuerdas, con esos juegos de riffs, solos y dobletes por obra y gracia de Ted Turner y Andy Powell que son una delicia para las orejas. No obstante, ni que decir tiene que esto no se queda en mero ejercicio, es todo un discazo de hard rock, muy elegante, con algunos temas fácilmente elevables a la categoría de himnos.

Con temas extensos pero que no se hacen para nada pesados, el más duradero de ellos es el que comienza este disco, un tremendo Time Was que empieza mostrando el lado más folk del grupo, acústicas incluidas, evolucionando al rock personalísimo de la banda, que se apoya en otra constante del grupo: unas preciosas armonías vocales, santo y seña de la banda, a cabo de la dupla guitarrista junto al bajista Martin Turner. Tema que alcanza su climax para enlazar con la siguiente, otra joyita llamada Sometime World que también parece cogerle gusto a ir in crescendo. Sin embargo, posiblemente el himno de la banda, incluido en este trabajo es la magistral Blowin' Free, tema con el que descubrí a esta banda (supongo que al igual que más de uno) y que me dejó con ganas de más, algo de lo que no se arrepiente uno. Blowin' Free es un temazo de los que dejan los vellos de punta, donde toda nota es perfecta y guitarrísticamente maravillosa. Pocas palabras o ninguna pueden decirse que hagan justicia a semejante canción.

The King Will Come es otra mezcolanza de rock duro con un punto folkie, empezando con un ritmo parecido a una marcha militar que le aporta cierta épica y que contiene unos solos preciosos, por cierto. Leaf And Stream sí que apuesta más por el folk, con un ambiente más lúgubre pero que no le hace perder ni un ápice de calidad, pues es una canción estupenda. Pero si cuando pegan un bandazo hacia el folk funcionan bien los Wishbone Ash, no os digo nada cuando viran hacia el rock con toda su energía, como ocurre con la impresionante Warrior, otra de mis preferidas. La segunda vez en un mismo artículo en la que me quedo corto de palabras para hablar de una canción pero ciertamente para el que la conoce no hay definición y el que no la ha oído aún no las necesita (dicho esto, id corriendo a escuchar tanto esta como el disco entero ya, si no lo habéis hecho aún).

Para terminar y rematar la faena, Throw Down The Sword, manteniendo la épica del álbum y firmando un final maravilloso, porque el rock con actitud y ganas no siempre va reñido con la elegancia e incluso algo de sofisticación resultando en otro tema demoledor. Y si como yo, os podéis hacer con la edición que se publicó en 2007 con tres temas en directo (Jail Bait, The Pilgrim y Phoenix), podréis comprobar cómo se las gastaban en directo. En noviembre tendremos la ocasión de comprobarlo nosotros, en esta ocasión con una formación distinta dirigida por Martin Turner; mientras tanto, tampoco creo que vayamos a darle descanso a este Argus.

Keep on rockin'!

WISHBONE ASH - ARGUS


  1. "Time Was" 
  2. "Sometime World" 
  3. "Blowin' Free" 
  4. "The King Will Come" 
  5. "Leaf and Stream" 
  6. "Warrior" 
  7. "Throw Down the Sword"




viernes, 3 de agosto de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXIII): QUEEN - QUEEN (1973)



Vaya cosas, hoy se cumple un año desde que inicié esta movida bloggera para hablar de música, sacar a la luz discos que me tocan la fibra, conciertos e impresiones varias. Y la verdad es que me hace más ilusión de lo que esperaba, pues lo que empezó como un divertimento más al que le he ido cogiendo cada vez más cariño, ha visto a lo largo de este año algunos improvisados debates musicales entre esta misma plataforma y las redes sociales, así como la oportunidad para mi de conocer grandes personas con las que hemos compartido impresiones así como conciertos y birras (como es el caso del amigo y vecino Nortwinds). Por cosas como esta, estoy más que satisfecho de todos estos ratos bebiendo tazas de té y escuchando discos mientras junto letras que les hagan justicia (o no).

Como Queen estuvieron en el comienzo de esta aventura, justo es que vuelvan a aparecer aquí y me ha parecido de los más apropiado elegir su debut, el homónimo Queen, disco que pertenece además a mi época preferida de los británicos, la que empieza aquí y termina en el The Game inclusive, sin rechazar ni mucho menos la discografía posterior pero qué quieren que les diga, los Queen setenteros tienen algo más especial aún para quien esto escribe. En este caso, hablamos de un disco del que existe un leve rechazo por parte de la banda, que nunca ha sido muy autocomplaciente, pero que no considero un disco menor en absoluto. En Queen hay Led Zeppelin, hay Beatles, hay psicodelia y hay más, pero por encima de todo, una banda que estaba dispuesta a no dejarse etiquetar y no autocensurarse jamás a la hora de componer discos. Personalmente también debo añadir que me gustan los Queen más rockeros y salvajes (y ellos saben que muchos de sus fans los prefieren así) y este disco está evidentemente orientado a sonidos más duros y más heavy.

Abre la función uno de los clásicos de la banda más divertidos, Keep Yourself Alive, tema por el que no parece pasar el tiempo cada vez que la oigo, con las sempiternas armonías de Brian May terminando de poner la guinda a los temas, como siempre. El propio Brian será el encargado de componer el siguiente Doing All Right, tema más tranquilo y relajado capaz de alternar entre el pop más folkie y el metal con Freddie moderándose más que de costumbre, falsetes incluídos (hay que decir que este era un tema pre-Queen, de los tiempos de Smile, con la co-autoría de Tim Staffell). Great King Rat es el primer botón de muestra de ese rock duro y teatral tan propio de Queen con Freddie ya amenazando con soltar la bestia, al igual que Brian, quien con el tiempo fue abandonando los solos más extensos. Este tema es, además, uno de mis preferidos del disco.

La fantasía, algo más común en estos primeros tiempos de Queen, viene de la mano de My Fairy King, todo un patio de recreo para Freddie, con todos sus juegos vocales, armonías y trucos de chistera. Debo insistir aquí que es una pena que este disco quedara casi olvidado para la propia banda. Aún así, tenemos casos como la siguiente Liar, un clásico que se ha negado a dejar de serlo pese a ser de los más ocultos, pues aunque sea un tema de más de seis minutos, lo hemos escuchado en directo en el Killers y camuflado en la gira del Magic Tour. Single del disco por entonces, es otro tema tocado por la bendita locura de la banda, con su amalgama de sonidos y estilos, tanto rockeros como una suerte de gospel, el clásico "todo vale" de Queen.

Otro tema de corte más lento y francamente poco trascendente (aunque no suene mal tampoco) como The Night Comes Down da paso a Modern Times Rock 'n' Roll, un estallido de Roger Taylor cantado por el mismo de poco menos de dos minutos, algo normal en Queen por entonces concederle al batería su propia parcela donde tenía carta blanca para hacer lo que quisiera. Tema también más que interesante es el siguiente Son And Daughter, un rock duro y bluesero contundente con un riff bastante cojonudo.

El afán de libertad absoluta de la banda alcanza nuevas cotas en Jesus, donde se Freddie se atreve a cantar sobre sus creencias religiosas y aunque ya decía Bart Simpson que Satán tiene a las mejores bandas la verdad es que el tema suena muy bien, con un Freddie arrollador sobre un fantástico ritmo entrecortado, y para finalizar, un adelanto de Seven Seas Of Rhye, que continuaría en su siguiente entrega y que sí contaría con una mayor presencia en el repertorio de la banda en los años venideros.

Como decíamos, un disco que si no ha tenido más trascendencia es por el afán de la banda de seguir explorando, experimentando y creando con los dos ojos puestos en el futuro pero de una calidad sobradamente demostrada. Su producción, de carácter más sobrio, contrasta con la extravagancia natural de la banda, que también estaba por pulir, pero le da su sitio a cada miembro, tanto que parece que nos hemos olvidado del tímido John Deacon pero que, al igual que todos, está excelente no solo con sus grandes e inspiradoras líneas de bajo (y cuando digo inspiradoras lo digo por muchos grandes bajistas que siempre han reivindicado a John) sino por sus coros, mérito también compartido con los demás, pues tal era el modus operandi de Queen.

Y para despedirnos por hoy, como no podía ser menos, además de la obligada recomendación de este disco tanto para propios como ajenos, sacros y profanos, deciros a aquellos de vosotros que habéis estado leyendo tanto desde el principio como hoy mismo, muchas gracias por haber compartido Yellow Sharks conmigo y, más que nunca, KEEP ON ROCKIN'!!!

QUEEN - QUEEN

1."Keep Yourself Alive"  

2."Doing All Right"  

3."Great King Rat"  

4."My Fairy King"  

1."Liar"  

2."The Night Comes Down"  

3."Modern Times Rock 'n' Roll"  

4."Son and Daughter"  

5."Jesus"  

6."Seven Seas of Rhye(Instrumental)










miércoles, 1 de agosto de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXII): GUNS N' ROSES - APPETITE FOR DESTRUCTION (1987)



Ayer, unos cuantos intrépidos dirigidos por el amigo Don Hyundai, que se conocía el camino, al volante, nos aventuramos a ir a cenar a un restaurante de temática rockera del que habíamos oído hablar. Por las referencias el sitio prometía rock y carne a raudales, algo demasiado jugoso para un rockero carnívoro como es un servidor.  No culparía del todo a las expectativas que nos habíamos hecho los presentes, pero la experiencia total no fue tan satisfactoria, a saber: una ambientación cojonuda y una carta bastante suculenta, sí, pero no es de recibo que un sitio con los nombres ZZ Top, Lynyrd Skynyrd, Thin Lizzy, The Doors y demás bien grandes en la puerta te casquen de banda sonora a Marilyn Manson y Amy Winehouse, no se si es que fuimos el día equivocado.

Lo mejor, una hamburguesa más que decente de la que di buena cuenta llamada Guns N' Roses que satisfizo  mis apetitos carnívoros, lástima que no los rockeros, así pues, acudimos una vez más a la banda norteamericana para saciar el apetito musical, y es que estos tíos sabían de apetitos como bien demuestra su archiconocida obra maestra Appetite For Destruction. Disco que no necesita presentación ninguna habida cuenta de los ríos de tinta y pixels que se han escrito sobre él desde que se publicara en aquel 1987 pero que también es la dolorosa constatación de que los Guns N' Roses, una banda que contaba con un potencial inusitado, no ha hecho (ni hará jamás, qué duda cabe) algo mejor en su vida. Si me apuran, incluso podríamos decir que es un grupo que roza el one hit wonder discográfico pues si bien podemos encontrar entre su breve discografía algo de interés lo cierto es que Appetite For Destruction es demasiado grande como para eclipsar toda la vida y obra del grupo. ¡Y se trata de su debut!

Pero centrándonos en sus virtudes, que no escasean, hay que decir que es un disco de hard rock absolutamente redondo y perfecto, con una formación funcionando como el mejor de los engranajes compuesta por Steve Adler a las baquetas, Duff McKagan al bajo, el cerebro en la sombra Izzy Stradlin a las rítmicas, el virtuoso Slash poniéndolo todo patas abajo con su Les Paul y el Axl Rose de siempre pero con menos tonterías (tampoco creo que muchas menos), menos kilos (todavía no se comía los bollicaos como picos el buen hombre, vaya "appetite" que cogió el hombre) y mejor voz. Con esta materia prima y su excelente producción, así salieron los doce temazos que dan forma al álbum.

Welcome To The Jungle, himno reconocido por todos sirve de pistoletazo de salida, que continúa con It's So Easy, macarra y vacilón como ellos mismos. Nightrain es otro tema emblema de este trabajo, siempre con el riff como motor y como insignia, más o menos lo mismo que Out Ta Get Me, más asalvajado aún, con su punto de arrogancia en las voces y unas guitarras sobresalientes. Rock mayúsculo, vamos.

Y seguimos, ahora con un tema dedicado a "eso que fuman los moros", la genial Mr. Bronwstone, auténtico rock duro y pesado americano en otra dimensión distinta a la de aquellos grupos que escaparon de los 70 y querían seguir en la brecha (Aerosmith, verbigracia). Paradise City creo recordar que fue mi primer tema de los Guns y aún le sigo teniendo un cariño especial, también me sigue pareciendo un tema perfecto, por sus contrastes (sofisticación y contundencia, guitarras y sintetizadores, partes lentas y rápidas) y, cómo no, le maestro Slash corriendo arriba y abajo del mástil que sigue recordándome quién es un titán y quien un rascacuerdas. Más hard rock callejero y con actitud con My Michelle, historias reales como aquellas que tantos grupos de la época consiguieron convertir en parodias pero que aquí nos convencen, y mucho ojo con el trabajo de Izzy en este tema.

Otro de mis preferidos no tan conocidos: Think About You. Adoro todo de este tema y ese estribillo arpegiado, amen de ser otra lección de rock que conviene repasar una y otra vez. Caso distinto es el de la sobadísima Sweet Child O' Mine que sigue siendo un temazo pero que en cuanto se vio su potencial comercial ha sido víctima de la sobre exposición por parte de distintos medios. Un estupendo y a toda leche You're Crazy precede a otra joyita como es Anything Goes, seguida de un gran final en forma de Rocket Queen, otro magnífico riff con grabación de fornicio incluída como base a la historia de una personaje de la escena, amiga de Axl.

Mencionábamos antes la producción y he de decir que me encanta, sonando como quizás debían sonar todas las bandas que iba en esta onda. Me encanta como suena cada cencerro de la batería, los solos, el bajo, las guitarras con chorus...sin que suene para nada sobrecargado, pero claro, hablamos de un disco que todos debéis de haber escuchado, ¿no?

Así pues, os dejo con los Guns, que tanto Appetite y ya va siendo hora de papear. No solo de riffs vive el hombre.

Keep on rockin'!

GUNS N' ROSES - APPETITE FOR DESTRUCTION

1."Welcome to the Jungle"  
2."It's So Easy"  
3."Nightrain"  
4."Out ta Get Me"  
5."Mr. Brownstone"  
6."Paradise City"  
7."My Michelle"  
8."Think About You"  
9."Sweet Child o' Mine"  
10."You're Crazy"  
11."Anything Goes"  
12."Rocket Queen"