Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

martes, 31 de julio de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LXI): DEEP PURPLE - BURN (1974)



Hace poco recordábamos por aquí el fallecimiento del gran Jon Lord, una noticia algo inesperada y tristísima   para todos, pues el legado de Lord no es algo que se ciña exclusivamente a unas cuantas bandas por muy buenas que fueran, y lo son. Por supuesto, como parte de ese legado nos quedan sus discos y no me he podido resistir a rescatar alguno de los muchos que tengo tirados por ahí  con la poderosa presencia de Lord que, si bien nunca han dejado de sonar en mi casa, estos días quizás hayan sonado un poco más sombríos.

El hecho de tener una discografía tan genial implica un problema fantástico: ¿qué disco elegir? Ciertamente, con una selección tan amplia hay donde elegir, máxime si cada uno aplica sus preferencias o identifica tal o cual disco con cierta disposición o estado de ánimo. Aún así, no lo he tenido muy claro a la hora de elegir, en los primeros días del blog hablamos de una auténtica joya del Mark II como es el Machine Head y la idea de rescatar algo del Mark I me tentaba pero al final me he decantado por este Burn, cuya presencia de su flamante nuevo vocalista David Coverdale lo convierte levemente en una suerte de transición hacia Whitesnake, encontrando así un punto de unión entre las dos grandes bandas de Lord.

Todo esto sin obviar, claro está, que Burn es un discazo de tomo y lomo. La incorporación tanto del mencionado Coverdale como la del grandísimo bajista Glenn Hughes, trajo al legendario grupo un cambio de dirección donde introducir sin tapujo alguno un sonido más groovie, con sus toques de funk, soul y blues, un experimento del que salen más que airados. A todo esto también hay que resaltar el cambio radical experimentado en el terreno vocal, pues si antes teníamos a un grupo acostumbrado a Gillan volando en solitario, ahora teníamos a alguien tan distinto como Coverdale acompañado por las magníficas labores vocales de Hughes, con el que se complementa a las mil maravillas. El resto de la familia, bien, gracias. Ritchie Blackmore parece ir preparándose para lo que más tarde sería Rainbow, con unos solos más sofisticados y orientados hacia las armonías en detrimento de las locuras con el mástil más propias de anteriores trabajos como In Rock, un Ian Paice reconocible como siempre pero más marchoso que nunca y el omnipresente Hammond de Jon Lord en su papel de siempre.

Imposible quedarse indiferente ante este disco cuando empieza con dos de mis temas preferidos de la banda, en primer lugar la superlativa y homónima Burn, uno de los despliegues de energía más acojonantes de los Purple. Si bien el disco a nivel instrumental va a tender a ser algo más comedido, Burn es toda una explosión donde la mesura se va a tomar viento. Un riff soberbio (herencia de George Gershwin, lo que son las cosas), Coverdale desgañitándose con el apoyo de Hughes, Paice redoblando como loco y Blackmore y Lord desatados, ora por separado, ora juntos, dando lugar a algunas de sus mejores interpretaciones. Bendita locura este Burn.

El segundo es un genial Might Just Take Your Life y su reconocible intro de Hammond. Más relajado, bluesero y armónicamente precioso con un punto macarra, representa para mí el espíritu del Mark III amen de un tema para enmarcar, por así decirlo. A continuación, Lay Down, Stay Down es rock'n'roll salvaje y rápido muestra de una banda que ha sabido encontrarse cómoda en su nueva situación y que son capaces de divertirse y a su vez hacer cosas tan divertidas como esta. El groove vuelve a hacerse presente en la posterior Sail Away, con Ritchie haciendo un riff a lo Jeff Beck (¿no os recuerda el riff a Superstition de Stevie Wonder?) y sentando la base para este gran tema con un toque más de elegancia.

You Fool No One es otro tema divertido y muy funky, empezando con Paice al que se le une Blackmore al más puro estilo Sly & The Family Stone rockerizados al extremo hasta convertir el tema en una gran jam. En What's Going On Here, Lord cambia el Hammond por un piano y el resultado no podía ser mejor, un tema que fácilmente podía haber acabado entre los discos de Rainbow pero que Coverdale sabe como hacerlo suyo.

A continuación viene otro de los puntos álgidos tanto del disco como de la carrera de los Purple y posteriores: la magistral Mistreated. Un blues made in Purple donde Coverdale tiene ocasión de lucirse mientras Blackmore se deja llevar por el lento ritmo hasta ir acercándose a un climax brutal. Tema hecho inmortal gracias a las posteriores rendiciones de Whitesnake, Dio y, más últimamente, Hughes con sus tremendos Black Country Communion. Poniendo el broche final, una de esas locuras propias de Lord como es esta "A" 200, tema instrumental protagonizado principalmente por la guitarra de Ritchie y los sintetizadores de Jon.

Deep Purple, en el que fue su segundo cambio de formación, ya demostraron que tenían mucho que decir y que sabían hacer las cosas bien, con respeto hacia ellos mismos y con ganas de seguir adelante, creando, innovando, experimentando. Burn es otro disco que como ya adelantábamos y por si algún rezagado aún lo duda, se merece su puesto de honor entre el abultado estante de sus mejores discos. Pero claro, hablamos de los Purple, ¿acaso sorprende?

Keep on rockin'!


DEEP PURPLE - BURN


1."Burn"  
2."Might Just Take Your Life"  
3."Lay Down, Stay Down"  
4."Sail Away" 


5."You Fool No One"  
6."What's Goin' On Here"  
7."Mistreated
8."'A' 200"




lunes, 30 de julio de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LX): JETHRO TULL - THICK AS A BRICK (1972)



Haya vacaciones o no, quizás es en verano cuando uno quiere hacer miles de cosas a sabiendas o no de que algunas se quedarán en el tintero. En este sentido, ha sido una decepción el perdernos la actuación de Jethro Tull en Córdoba por motivos relacionados con el curro y demás. Una pena especialmente por Miss Marvel, que nunca los había visto y ganas no le faltaban, desde luego.

Pero bueno, mejor que llorar por la leche derramada pasemos a homenajear al disco protagonista de esta gira de los comandados por el mítico Ian Anderson (nunca más acertadamente llamados Ian Anderson's Jethro Tull, a juzgar por su actual formación, ya sin el eterno Martin Barre siquiera), un disco que por haber cumplido cuarenta tacos ya este mismo año ha contado con continuación y su correspondiente gira donde lo interpretan íntegro. Así pues, ¿qué es Thick As A Brick y por qué tanta parafernalia alrededor? A primera vista no es otra cosa que la bizarrísima historia que nos adelanta su portada en forma de periódico local, que el joven niño prodigio Gerald Bostock (el "pequeño Milton" ni más ni menos) ha escrito un poema épico que es la leche sobre los problemas del crecimiento pero una respuesta más exacta sobre el origen de este álbum posiblemente sería un Ian Anderson desatado y cachondo como siempre, que viene a ser su modus operandi durante gran parte de los setenta, y un poco hasta las glándulas de la crítica musical y de bandas emergentes en esa época como Yes o Emerson, Lake & Palmer (quienes no habían entrado a saco con esta corriente aún). Con todo esto, Anderson quiso hacer lo que el definió como "la madre de los álbumes conceptuales" y que si querías arroz, pues Thick As A Brick iban a ser tres e incluso cuatro tazas.

No seré yo el que juzgue lo acertado de su definición como disco conceptual definitivo pero sí que le concederé el título de parodia con más mala leche sin perder un ápice de su demencial genialidad y, hay que señalar, que el propio título bien puede significar tanto un "coñazo" por aquello del "ladrillo", como "estúpido", según la propia expresión inglesa "thick as a brick". Aún así y quizás en defensa de las bandas parodiadas (muchas de ellas favoritas en esta casa), no me puedo creer que Anderson (gran influencia posiblemente nunca reconocida como tal dentro del progresivo y más allá, por otra parte) no se lo pasar como un enano dentro de ese estado de megalomanía wagneriana en modo berserker tan propio de los progresivos, con secciones orquestales, vientos, instrumentos antiguos, percusiones y demás idas de olla de las que pueblan el homónimo y único tema que forma este disco, comenzando con ese arpegio de guitarra acústica y el recitado de la surrealista historia, algo que ya ha pasado a la historia de la banda y de la propia música (en un capítulo de los Simpsons hacen mención y todo!). Quizás la triquiñuela final de Anderson era posiblemente esa, hacer una parodia tan definitiva que hiciera las delicias de los seguidores de tal estilo.

Dentro de la discografía de Jethro Tull, decir que es otra vuelta de tuerca no es decir mucho, ya que hacer discos casi diametralmente distintos entre sí ha sido una constante, pero es obvio que es un trabajo 100% Jethro Tull, ya sea más o menos ampuloso, Anderson y los suyos se las gastaban así.

Para continuar el ciclo y puede que a modo de celebración del aniversario, este año ha visto la luz una segunda parte con más aventuras del niño Bostock que todavía no he podido escuchar pero que no dudo que, cuanto menos, no dejará indiferente. Mientras tanto, espero que no se me enfaden los señores Keith Emerson, Rick Wakeman y socios, pero estaré celebrando el aniversario de este ridículamente genial poema épico.

Keep on rockin'!

JETHRO TULL - THICK AS A BRICK

- Thick as a Brick, Part I
- Thick as a Brick, Part II





viernes, 20 de julio de 2012

BREVE INTERLUDIO LEVEMENTE FRIKI

Scott Ian (Anthrax) y yo tenemos varias cosas en común: craneo refulgente, largas barbas, afición a rascar cuerdas y una gran devoción por el Juez Dredd!!


Aquí, mi tomo de sus primeras aventuras dedicado por su autor Carlos Ezquerra. Vale, no es algo muy musical que digamos pero me hace mucha ilusión.




I AM THE LAW!!

jueves, 19 de julio de 2012

ON TOUR: THE DELTA SAINTS (17/7/2012)



Parece que la constante chunga de estos tiempos decidió acentuarse en esta última semana, donde a las medidas tomadas y aprobadas por ese puñado de chupasangres sin un mínimo rastro de escrúpulos y vergüenza para exprimirnos con tamaña chulería, empujándonos una vez más a límites que quizás nadie quiera imaginarse por las consecuencias que puedan acarrear; se sumaba una gran tragedia musical como era la pérdida de Jon Lord, al que recordabamos el otro día (y recordaremos siempre). Pero la vida sigue, y tal y como nos recordaba la simpática ilustración de Snoopy viendo a Woodstock bailar felizmente, celebrate little things; y qué mejor manera de afrontar el día a día con renovada actitud y de celebrar el día libre de Miss Marvel y mis grandes amigos y compañeros de correrías Don Hyundai y Lady Groundhog que con un concierto que se las prometía estupendamente. Encima, con el añadido de otro gran amigo y adlater como el Recluso Tarkovski, otro habitual en estas lides.

El joven grupo en cuestión que vino a descargar su repertorio en esta ocasión se hace llamar The Delta Saints y provienen de Nashville, la considerada capital indiscutible del country. Con muy pocas referencias pero las suficientes para convencer a unos cuantos de mi batallón de directos, allí nos encontramos con ellos y un conciertazo de tres pares, con un grupo dispuesto a dar mucha guerra y que nosotros esperaremos en primera línea de batalla. Más fieles a su nombre que a su denominación de origen, The Delta Saints dieron todo un recital de blues pantanero con la frescura de su juventud pero sin abandonar los sonidos de las profundidades del bayou, eso sí, convenientemente aderezado con rock, funk y demás ingredientes que echaron al guiso estos chefs sureños.

Hace un tiempo me llevé una gran decepción con un grupo nacional que también van del mismo palo que nuestros protagonistas de hoy y cuya actuación me resultó soporífera e insulsa hasta la nausea, gracias a The Delta Saints y sus excelentes noventa minutos de actuación me he quitado esa espinita y de qué manera, pues atacaron sus dos ep's (A Bird Called Angola y Pray), los cuales forman su primer larga duración (el cual por supuesto adquirí y os puedo adelantar que es una maravilla), más alguna sorpresa en forma de versión como esa estupenda Hard to Handle de Otis Redding y que los Black Crowes llevaran a cotas más altas, un tema tan ajeno por estos sitios como el clubbero Crazy de Gnarls Barkley convenientemente sureñizado y mejorado (al menos para alguien como yo, tan ajeno a esos estilos más comerciales como amante de lo que habéis visto a lo largo de este blog) y como guinda final (y "cambio de planes" por lo que se ve) un magnífico Come Together de los de Liverpool. Todo esto sin olvidar un repertorio propio con grandes temas como Train Song, Voodoo Walk, Callin' Me Home, Steppin' y adelantos de su futuro como la estupenda Liar.

Descalzos en su mayoría y ataviados como bluesmen de pro, al frente del cotarro y dirigiendo, un Ben Ringel excelente, cantando de maravilla y tocando el dobro y sacando de vez en cuando una slide guitar en su regazo como si fuera Jeff Healey,  compartiendo tareas guitarreras con un gran Dylan Fitch. A la gran base rítmica formada por el bajista David Supica y el batería Ben Azzi, añadimos todo un virtuoso de la armónica llamado Greg Hommert, quien no dejó de soplar amarrado a una armónica y un micro, sacando sonidos mágicos.

Otro acierto de la casa Teenage Head Music y de Regreso a la Escena del Crimen, a los cuales aplaudo por seguir trayendo grupos de tan grandísima categoría y, en este caso, a unos jóvenes a los que habrá que seguir la pista. Especialmente, si siguen manteniendo una calidad como la que tuvimos la suerte de presenciar. Servidor apuesta a que sí.

Keep on rockin'!






lunes, 16 de julio de 2012

THE LORD OF THE KEYS



Todavía me cuesta digerir la noticia que me sorprendió, y aún lo hace, pocas horas atrás: Jon Lord, fundador y teclista de Deep Purple y Whitesnake, uno de los músicos más geniales, míticos e influyentes jamás visto en la historia de la música deja este mundo por culpa de un cáncer de páncreas a los 71 años. Para quien esto escribe, es una de las noticias más tristes que jamás he podido leer.

Poco se puede decir que haga justicia al genio y la trayectoria de una de las personalidades más grandes del rock, alguien que pese a estar en el epicentro del cotarro nunca mostró una predilección por sentirse integrado en el rock'n'roll system, Lord prefería seguir componiendo, tanto que lo consideraba su terapia contra el puñetero cáncer y así lo encontró la muerte, preparando un grandísimo espectáculo para septiembre en el que interpretaría su concierto para grupo y orquesta acompañado con músicos de la talla de Bruce Dickinson y Joe Bonamassa, entre otros. Por lo tanto, no hablamos solo de un virtuoso sin igual sino de un trabajador incansable quizás sabedor que encontraría su hora final como un guerrero, en la arena. O mejor aún, como un artista y mago, preparando el gran truco final.

Descubrí a Deep Purple con una versión en directo de Smoke On The Water incluida en un recopilatorio barato y recuerdo que no solo me llamó la atención el famoso riff y el buen hacer guitarrístico de Blackmore, sino el duelo final que se marcaban el de negro y Lord, ¿quién iba a pensar que en el rock podía haber teclistas así? ¿Cómo podía ser que existiera un rockero tan duro y auténtico que no fuera ni cantante ni guitarrista ni tan siquiera batería? Pues eso era Jon Lord. Más tarde caería en mis manos un recopilatorio no oficial que incluía una selección de temas de la Mark I y II que me convertiría en fan irredento. Deep Purple se convertirían para mi en uno de los mayores descubrimientos musicales que pude conocer a tan temprana edad, con todas mis neuronas proclamando eureka; sin duda, los Purple eran un grupo de virtuosos pero ningún otro grupo tenía a alguien como Jon Lord, que lo mismo tocaba el piano eléctrico que un Hammond y lo mismo interpretaba demenciales solos aplastando las teclas sin piedad que angelicales sinfonías, dios y demonio al mismo tiempo, lo mismo tocando rock y boogie que atreviéndose hasta con boleros e incluso pasodobles. Por su culpa, tras introducir un pasaje de Rhapsody In Blue en un larguísimo solo en medio de Lazy, me aficioné enfermizamente a la composición de George Gershwin y en un arrebato de fanatismo arrogante, encontrándome yo preparando con unos amigos una versión de Highway Star, me empeciné en que incluiríamos tanto el solo de guitarra de Ritchie como el de Lord y que se iba a encargar un servidor de ambos. Incluso estuve cerca de visitar la universidad donde estudió, en su Leicester natal, donde le nombrarían doctor.

Hoy nos ha dejado uno de mis/nuestros héroes del rock, dejando un vacío que seguiremos intentando llenar con una magnífica colección de discos de Deep Purple, Whitesnake y demás proyectos y colaboraciones. No volveremos a ver al maestro de teclistas, con ese aspecto tan elegante como de padrino del rock, deslizándose por sus teclados como si fueran una extensión de él mismo. Una lástima. Una jodida lástima.

sábado, 14 de julio de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LIX): THE ROLLING STONES - AFTERMATH (1966)



Hace dos días que cumplieron medio siglo nuestros queridos Stones (o Rollings, como los llamamos por aquí). Yo tengo bastantes menos pero me aventuro a decir que la mayoría de ellos sino los mejores siempre han tenido como banda sonora las canciones del fantástico grupo británico, a los que le debo mi melomanía enfermiza y el descubrimiento de un sinfín de bandas y músicos geniales, bien fueran descendientes o antepasados.  Ya dejé claro al abrir este blog que no íbamos a ver críticas imparciales de discos y bandas o sesudos análisis científicos y, desde luego, hablar de los Rolling Stones es lo más alejado a ese planteamiento que se me ocurre, un grupo al que siempre me he acercado desde la pasión y el sentido de la maravilla del yonki stoniano que posiblemente sea.

Así pues, tras el traslado de Miss Marvel y un servidor a nuestra base de operaciones veraniega (que ya la hubiera querido Superman en lugar de su Fortaleza de la Soledad), sacamos de los discos tirados por ahí una grabación del 66, época que aunque magnificamente genial no es mi preferida, la verdad sea dicha, pero en la que se encontraba aquella primera formación original, que no la que debutara un 12 de Julio del 62 en el Marquee londinense. Fueron por lo tanto una formación legendaria y eterna la compuesta por Charlie Watts (nunca valorado ni la mitad de lo que merece), el mítico bajista Bill Wyman, el inolvidable genio loco de Brian Jones y, como no, completando sus satánicas majestades, Keith Richards y Mick Jagger; quienes firmaran este estupendísimo Aftermath, donde no solo la producción experimenta un cuantitativo salto sino que Jagger y Richards le sueltan la mano a las versiones para hacer un disco íntegramente compuesto por temas propios, temas escritos para quedarse. A esto, le sumamos la desbordada imaginación y creatividad de Brian Jones, siempre explorando nuevos sonidos y sonoridades, pues el mito de Jones no era ni mucho menos asunto baladí.

Mother's Little Helper, tema gamberro donde los haya con sus amas de casa yonkis, sirve de obertura para el álbum, macarrismo rockero que perdura en la tradición stoniana con Stupid Girl pero que no es incompatible con un tema lento, elegante y señorial como Lady Jane, uno de esos temas que probablemente si no estuvieran los Stones a la batuta no sería lo mismo. Tras esto, pasamos a otro clásico, en esta ocasión las inconfundibles marimbas de Brian Jones conducen el tema con el que abrirían miles de conciertos, la gran Under My Thumb.

Doncha Bother Me es uno de esos blues de corte más tradicional y simplón que suelen introducir en su álbumes, tema menor pero para nada desdeñable, al igual que harían con temas largos tipo jam como la siguiente Going Home y sus once minutos de puro blues stoniano. Será "blue eyed blues" como decían los puristas...but I like it! A continuación, Flight 505 es otro de esos temas 100% Jagger y Richards bastante infravalorado y con una gran intro de piano cortesía del enorme Ian Stewart, ese Stone eternamente en la sombra.

Mick y Keef nunca olvidaron a Robert Johnson ni a Charlie Patton ni a Howlin' Wolf ni tantos otros, sabedores de que los Stones no existirían sin ellos, High And Dry es, por lo tanto, un recordatorio de tal legado. Será otro de mis preferidos el tema que viene ahora: Out Of Time, tema que fácilmente podría haber compuesto e interpretado uno de los ídolos de Jagger, el señor Sam Cooke. Una vez más, gran trabajo instrumental por parte del visionario Brian y, por cierto, que gran versión la de los Ramones. Ojo, no todo el crédito se lo va a llevar Brian y sus inventos, It's Not Easy es otra muestra de lo que vale Sir Keith Richards, caballero de la orden del Rock. Keef es shuffle, boogie y una guitarra inconfudible e inimitable. Tanto tocando blues rabioso con la eléctrica como con esas acústicas tan preciosas, en magnífica armonía con la mandolina de Brian, tal como ocurre en I Am Waiting.

Volvemos a otro tema con rollo Sam Cooke, o por lo menos a mí me lo recuerda, quizás porque siempre seré de los que piensan que Mick es uno de los vocalistas más cojonudos que jamás nos dio Padre Rock. Ahí tienen esa maravillosa Take It Or Leave It y atrevan a rebatirmelo. Cerrando el álbum, una convencional Think más cercana a sus anteriores composiciones y que suena estupenda en su sencillez y la simpática y country What To Do.

Como hemos dicho, un disco que quizás por ser tan íntegramente propio de los Stones es un imprescindible para los seguidores de la banda, en esta ocasión con una mayor y mejor voz propia que no necesita de versiones para completar un álbum fantástico. Unas interpretaciones magistrales por parte de unos chavales convencidos de que podían hacer suyos todo ese material de los discos de la Chess y convertirse en una de las mejores y más influyentes bandas de la historia. Este mes cumplimos 50 años y, mientras perduren discos como estos, la bandera de la lengua warholiana ondeará bien alto y un servidor seguirá brindando por ellos los años que hagan falta. Gracias por todo, Stones.

Keep on rockin'!

THE ROLLING STONES - AFTERMATH


1."Mother's Little Helper"  2:45
2."Stupid Girl"  2:56
3."Lady Jane"  3:08
4."Under My Thumb"  3:41
5."Doncha Bother Me"  2:41
6."Goin' Home"  11:13



7."Flight 505"  3:27
8."High and Dry"  3:08
9."Out of Time"  5:37
10."It's Not Easy"  2:56
11."I Am Waiting"  3:11
12."Take It or Leave It"  2:47
13."Think"  3:09
14."What to Do"  




Additional musicians




lunes, 9 de julio de 2012

ON TOUR: TYGERS OF PAN TANG + GUADAÑA (6/7/2012)



Menuda se nos vino encima el pasado viernes, nada menos que los míticos Tygers of Pan Tang aterrizaron en mi ciudad con ganas de batalla. No me cogía por sorpresa pues lo sabía desde hacía varios meses y ya tenía mi entrada más que reservada pero la emoción y expectación por verlos era un plus añadido. Normalmente mi predisposición natural hacia cualquier concierto es similar pero tratándose de uno de los grupos de mi panteón personal de grupos de la NWOBHM quizás era algo más especial, además, tenía mucha curiosidad por ver esta última encarnación de los Tygers, a la que no controlo tanto pero que ya lleva sus buenos años trabajando muy bien, según me contaban.

Por problemas técnicos, el concierto empezó más tarde de lo esperado, situación fácil de resolver charlando con los asistentes birra en mano, en especial con el gran Nortwinds, al cual hacía tiempo que no veía y con el que siempre es agradable compartir concierto y cervezas, allí estuvimos plantados al filo del escenario comentando la jugada. La charla y el trasiego de cervezas tuvo que detenerse al hacer aparición los Guadaña, teloneros de lujo para este concierto. Ya los conocía desde hace tiempo en su anterior encarnación e incluso más de una vez compartí escenario con ellos pero debo decir que nunca los había visto tan compactos y sonando tan bien, con su metal clásico, herencia de Obús, Azucena y tantos otros. Espero de corazón que hayan encontrado su camino y que les vaya bien pues desde luego tuvieron mucho que decir el pasado viernes. Felicidades, Guadaña.

Como decía, los Tygers se presentaban con una formación bastante diferente a la de sus años más recordados, con un Robb Weir como único superviviente. Pues podemos decir que estos Tygers of Pan Tang lo son tanto como sus predecesores, no es ningún revival ni banda de versiones camuflada, pues tanto los temas nuevos como los clásicos podían ponerte los vellos de punta hasta un punto que era difícil creer que estabas viendo otra banda sino los Tygers of Pan Tang, que habían venido a dar una lección sobre heavy metal por derecho. Así y de manera algo acelerada (presumiblemente por el retraso inicial), atacaron un repertorio donde los interesantísimos temas de su nuevo trabajo Ambush se entrelazaban con los clásicos de esas joyas llamadas Crazy Nights, Spellbound y Wild Cat. Allí fueron cayendo Euthanasia, Do It Good, Love Don't Stay, Suzie Smiled, Hellbound, Gangland...ante un público entregado que conocía muchos de los temas y que no dejó de cantar con ellos (la primera fila era una fiesta), todo gracias al buen hacer de Dean Robertson, haciendo pareja guitarrera con Robb, el bajista Brian West, el batería Craig Ellis y un joven pero excelente Jacopo Meille a las voces. Hora y media de reloj coronada con Love Potion No. 9, préstamo imprescindible que los Tygers supieron hacer suya otra vez.

Terminado el concierto, salimos todos satisfechos, compartiendo impresiones y deseando ver más shows como este. Por supuesto, aproveché para hacer acopio de firmas y nuevo material, pues pude echarle el guante a los mini-lps correspondiente a las regrabaciones del Wildcat y Spellbound, que son una maravilla pero que podían haberse currado algo más la edición; y su anterior disco Animal Instinct, con dvd incluido, el cual merece que se le hinque el diente con más detenimiento. Incluso pude charlar un rato con la banda, incluyendo al señor Robb Weir, al que siempre he admirado profundamente (otro que no guarda gratos recuerdos de John Sykes, por cierto).

Pocos conciertos de metal puede uno disfrutar como este, tan honesto como su carrera y tan genial o más que algunos de sus coetáneos más afortunados. No los dejes pasar si van a tu ciudad o alrededores, es un consejo de amigo.


lunes, 2 de julio de 2012

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (LVIII): ANGEL WITCH - ANGEL WITCH (1980)



Con un 80% de responsabilidades laborales aparcadas hasta final del verano y finiquitado un Máster, no sabéis lo liberado que me encuentro ahora mismo. Tiempo que será gratamente aprovechado para aligerar esa pila de libros pendientes, solazarme con buenas películas y series, convertirme en un rockstar de dormitorio con mi flamante nuevo amplificador valvulero (todo un bombón el chaval!), y seguir alimentando el espíritu a base de discos y algún concierto que otro (y darle así carnaza a este blog, claro). No se vosotros pero hoy el cuerpo me pide algo de metal auténtico, de la más pura New Wave británica, algo con solera, vaya. Así pues, hoy vamos a atacar a una pequeña obra maestra del género, y digo lo de pequeña por la poca repercusión que ha tenido tanto obra como autores, siempre a la sombra de mastodontes del género. NWOBHM es Iron Maiden, Judas Priest, Saxon, Def Leppard...pero también es Praying Mantis, Tank, Demon y, por supuesto, Angel Witch.

Reafirmar la autenticidad y valores de grupos como el que nos ocupa no es un cliché ni mucho menos, aunque uno no pueda evitar caer en ciertos topicazos pues, ¿qué queréis que os diga? a día de hoy las vacas sagradas siguen sobre las tablas con material de poco o nulo interés para mi mientras que Angel Witch me siguen sonando a día de hoy a metal para los sentidos, para escuchar con las tripas. Tres tíos, producción casera, sonido salvaje y muy, muy buenos temas bajo una constante temática de corte fantástico y, en ocasiones, de terror que no suena para nada artificial. Si eso no es heavy metal de alto nivel que baje Crom y lo vea.

La afilada guitarra de Kevin Heybourne, a la sazón vocalista y autor de los temas, inicia el primer corte del disco, el homónimo Angel Witch, un clásico infaltable en mi olimpo personal de temas míticos para a continuación entrar más de lleno en la fantasía con Atlantis, con unas geniales armonías, más grandes aún habida cuenta de la rudimentaria producción. White Witch es otro gran tema que se inclina más por las atmósferas y mayor, aunque moderado, uso de efectos sin perder su contundencia, lo cual es de agradecer a la hora de escuchar las guitarras de Heybourne.

Confused, con su galopante línea de bajo, es otro gran tema a tener en cuenta que personalmente me recuerda algo a Accept sin que por ello desmerezca mientras que Sorceress es otra vuelta a las atmósferas, en forma de geniales arpegios, para darle forma a un tema solemne de principio a fin, muy en la onda de Gorgon, siguiente corte, cuya calma inicial precede a una tormenta metalera capaz de hacer saltar todas las alarmas, otro de mis preferidos, sin duda. Ciertamente, ese riff tan sabbathiano en las estrofas ayuda a ello.

Otro tema altamente destacable del álbum es Sweet Danger, clásico de la banda, directo y rockero (me recuerda un poco a UFO), es otra muestra de lo mejor de esta banda. Free Man es el momento baladero y, por suerte, hablamos de Angel Witch y la NWOBHM así que olvidaros de baladitas moñas, pues nos hallamos ante un señor temazo con más actitud que muchas más famosas y cacareadas. Y pasado el paréntesis de bajada, volvemos a la siniestrez y la dureza de Angel of Death, regreso al metal consciente de sus raíces, que encuentra un épico fin de fiesta a modo de jam etérea llamado Devil's Tower.

Doce canciones en total que dan forma a un magnífico primer disco. Quizás sea justo decir que Angel Witch en ningún momento inventa la rueda, con temas breves, incluso repetitivos en ocasiones, pero me resulta imposible pensar que cualquier amante del metal, en especial de lo que se cocía por las islas británicas en esas fechas, pueda rehusar de esta obra. Un disco sincero, sin trampa ni cartón, sin más ingredientes que el corazón, las tripas y manos de Kevin Heybourne, Kevin Riddles al bajo y Dave Hogg a la batería. Y que no se me olvide, si tienen la ocasión, no duden en hacerse con la curradísima edición 30 aniversario de este trabajo, con dos discos que incluyen directos y rarezas y que no puedo dejar de recomendar. ¡Nunca es tarde para caer bajo el hechizo de la bruja! No los dejen pasar.

Keep on rockin'!

ANGEL WITCH - ANGEL WITCH


  1. "Angel Witch" - 3:25
  2. "Atlantis" - 3:42
  3. "White Witch" - 4:48
  4. "Confused" - 2:52
  5. "Sorceress" - 4:16
  6. "Gorgon" - 4:06
  7. "Sweet Danger" - 3:07
  8. "Free Man" - 4:44
  9. "Angel of Death" - 4:52
  10. "Devil's Tower" - 2:28