Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

viernes, 30 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XIV): THE ALLMAN BROTHERS BAND - BROTHERS AND SISTERS (1973)




Los setenta sustituyeron a su década anterior dejando un reguero de cadáveres casi literalmente. La banda de los hermanos Allman fue una de sus víctimas, perdiendo a uno de los músicos más geniales de su tiempo como fue Duane Allman y, un año más tarde, a Berry Oakley en un accidente siniestramente igual y en el mismo escenario.

Pese a la tragedia, la banda siguió con el mismo nombre familiar, bajo las riendas de Gregg Allman y ayudado por Dickey Betts, manteniendo su sonido de rock sureño, quizás de manera más sobria pero no por ello de menor calidad. Tras un excelente Eat a Peach, se sacaron de la manga este álbum cuyo título y portada, precisamente, mostraba a la banda (junto a su equipo y sus auténticas familias) como una familia unida a pesar de la adversidad (aunque luego no se lo creerían ni ellos, claro).

Como hemos dicho, tanto los temas como el sonido resultan más sobrios que en sus primeros trabajos o en directos salvajes como Live at Filmore East. Aún así, energía no le falta al album. Energía y buen rollo sureño y hippiesco.

Del blues más tradicional (Jelly Jelly) al más country (Pony Boy), pasa por joyas como Southbound o Wasted Words. Ahora bien, pese a pecar de previsible probablemente, me quedo con dos highlights que son las tremendas Ramblin' Man, con un perfecto Dickey Betts ayudándose en los dobletes por Les Dudek intentando que sigamos recordando a Duane y la instrumental Jessica y sus geniales melodías guitarreras. Dos magníficos temazos, con aroma a carretera y a sur, mostrando lo mejor de los Allman y capaz de iluminar el día más sombrío. Sin duda, Gregg y Dickie sabían lo que se hacían.

Al igual que tantos buenos discos, si bien no se me ocurre ningún momento especial para escucharlo, más cierto es que nunca hay mal momento para pegarle la oreja. Pues tanto los más acérrimos del rock sureño hasta incluso los oyentes más casuales pueden disfrutar de las delicias de este disco.

Ya saben, aquí lo tienen.

Keep on rockin'!

martes, 27 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XIII): MR. BIG - MR. BIG (1989)




Una lástima, no pudo ser. Al igual que ocurrió con Kreator hace unos días, hoy me toca perderme a Mr. Big con su formación original y encima, más cerca. Mientras esperamos que lleguen tiempos mejores para conciertos, me toca consolar mis oídos con una de las maravillas sonoras que componen la carrera de esta banda; en este caso, su homónimo debut.

Grupo surgido de la unión de cuatro grandes músicos de la escena musical ochentera californiana, entre los que destacaba el gran bajista y padre de la idea Billy Sheehan (anteriormente con David Lee Roth) y el niño prodigio de las seis cuerdas Paul Gilbert (de los magníficos Racer X); supieron encontrar un equilibrio entre el rock alegre y festivo de los ochenta (hair metal, glam, sleaze y lo que ustedes quieran) y la tendencia al virtuosismo y a la técnica que seguía creciendo a pasos agigantados.

Así pues, no es de extrañar que un productor tan todoterreno como Kevin Elson (Lynyrd Skynyrd, Journey, Europe...) supiera encontrar ese sonido que buscaba la banda, luciendo los solos y duelos Sheehan-Gilbert marca de la casa tal y como muestra ese excelente primer corte que es Addicted to That Rush.

Pero no todo es exhibición, fuegos artificiales y masturbamastilismo. El disco contiene muy buenos temas basados a su vez en muy buenos riffs: Blame It on My Youth (con grandísimo solo de Paul Gilbert), Merciless, Take a Walk e incluso 30 Days in a Hole, de Humble Pie, elegida e interpretada con mucho acierto, son parte de lo que encontraremos en este disco.

No quiero olvidar tampoco, claro está, la gran labor de Pat Torpey arreándoles a los parches y sobre todo a Eric Martin cumpliendo sobresalientemente con las labores vocales. Gran disco para elevar el ánimo a uno, aunque sea para quitarse el sinsabor de perderse el concierto.

Los que también se pierdan el concierto o aquellos que desconocen este disco o simplemente quieren disfrutar de él, lo tienen aquí mismo.

Keep on rockin'!

domingo, 25 de septiembre de 2011

NOW PLAYING: SEASICK STEVE - MAN FROM ANOTHER TIME (2009)




Mis superheróicas aventuras no serían lo mismo sin la presencia de mi sexy y letal sidekick, a la que llamaremos Miss Marvel. Llevamos un tiempo formando un equipo imbatible y cojonudo gracias a muchas razones como para enumerarlas pero baste decir que una de ellas es lo bien que me conoce, su excelente olfato para el buen blues y su habilidad para dar en el clavo. Es, como Lobezno, la mejor en lo que hace.

Así pues, llegó a mis manos y oídos, a través de las suyas, este disco de un singular personaje llamado Seasick Steve, cuya historia y manera de entender la música ya invita a pegarle una escucha o dos a su peculiar mundillo sonoro.

Y en verdad os digo que el bueno de Steve no defrauda. Un señor que ha empezado su carrera musical (al menos como intérprete y compositor) a los 63 años únicamente armado de un arsenal de guitarras cutremente tuneadas, amplis baratos y un batería y que, en clave de blues y country, cuenta sus historias de vagabundo y demás batallitas. ¿Es la misma historia de bluesman rancio fuera de su tiempo? Pues si así lo quieren ver, la respuesta es afirmativa, pero lejos de avergonzarse de ello, Seasick Steve lo que hace es cantar más alto y tocar más fuerte.

Este Man from Another Time cuenta con un gran trabajo de producción por parte del propio Seasick Steve, lejos de artificios y a pesar de su estilo añejo, tal y como reza el título del album, no suena nada desfasado. Aspecto que viene ayudado por la propia temática de las letras que, muy irónicamente en ocasiones, convierten las batallitas de Steve en situaciones reales y actuales, pues ¿qué me dicen de temas como Happy (To Have a Job) en días como estos?

Temas de corte más intimista como Dark, blues macarra de carretera como Wenatchee y demás grandes temas como Big Green And Yeller, Man From Another Time, Seasick Boogie y la canción-homenaje Diddley Bo son parte del estupendo tracklist de este album.

Los que lo han visto en directo dicen que es para no perdérselo. Esperamos de corazón que la edad no le frene para seguir el candelero; de momento, tienen cinco discos a los que hincarle el diente.

Pueden empezar aquí.

Keep on rockin'!

martes, 20 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XII): RORY GALLAGHER - TATTOO (1973)




Hoy en el curro, me comentaba un alumno escocés de unos 50 tacos que tenía gratos recuerdos de comprar el Tattoo de Rory Gallagher con 10 años y lo que lamentaba haber perdido aquel vinilo. Desde luego que es para llorar, porque hablamos de toda una joya de la ya de por sí excelente discografía del dios irlandés de las seis cuerdas. Afortunadamente, no he caído en la desgracia de este alumno con tan buen gusto musical y conservo mi copia en CD, al que hoy le dedicamos unas líneas.

Rory es como su otra gran paisana, la cerveza Guinness: exquisita, señorial, te deja un gran sabor y, tal y como reza su famoso anuncio, todo momento es bueno para disfrutar de ambos. Esta última afirmación, por cierto, nada baladí, pues si Mr. Gallagher siempre demostró, con o sin Taste, su evidente dominio en los campos del blues rock más enérgico, como sigue demostrando en cortes como Livin' Like A Trucker, Sleep On A Clothes-Line y las sumamente soberbias Tattoo'd Lady y Cradle Rock (no se pierdan la gran versión que se pega el señor Joe Bonamassa!); Rory explora los terrenos del blues de un confín a otro, desde los sonidos acústicos profundos del Delta de 20:20 Vision hasta el el frenesí rítmico de Chicago en Who's That Coming pasando por el animado swing de They Don't Make Them Like You Anymore y el magnífico A Million Miles Away, todo un temazo cargado de humo, whiskey y melancolía.

La edición en CD incluye dos cortes más bastante acertados que añaden más variedad aún si cabe, pues tal es el caso del lento country de Tucson, Arizona y un Just A Little Bit digno de Muddy Waters.

Cuarto album en estudio de RG grabado con su grupo de siempre, que saben acertar con unos temas que quizás ningún otro podría ejecutar como Rory y su personalísimo estilo tanto vocal como guitarrístico. Claro que, Rory solo hay uno.

Sin necesitar ningún tipo de presentación para los seguidores del genio irlandés, un disco de recomendadísima escucha para todo aquel que disfrute del blues rock y casi obligatoria para los rascacuerdas. Disfrutenlo y conservenlo, no vayan a lamentarlo luego como mi alumno.

Link aquí.

Keep on rockin'!

viernes, 16 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XI): GRAND FUNK RAILROAD - E PLURIBUS FUNK (1971)




Al igual que ocurría con El Nota, parece ser que Homer Simpson es otro grandísimo personaje de ficción con excelente gusto musical, pues según los indicios de su serie, su grupo preferido es Grand Funk Railroad. Magnífica banda yanki de escasa repercusión dentro de nuestras fronteras (como si a estas alturas nos extrañara...) y exponente del formato trio, que tan buenas bandas ha proporcionado.

En esta ocasión, hablamos de su quinto disco en estudio, aún con su formación original compuesta por Mel Schacher (bajo), Don Brewer (batería) y Mark Farner (guitarra y voces). Estos tres individuos se bastan y se sobran para trabajarse un disco divertidísimo, con un sentido del groove (haciendo quizás un inintencionado honor al nombre del grupo y del disco) a lo largo de todos sus temas y una ejecución impecable.

Yo diría que por encima de la genial base rítmica de Brewer y Shacher, que es de chapeau, y las maravillosas partes vocales conjuntas, quien dirige el cotarro es el señor Mark Farner, compositor de todos los temas y alma mater del grupo, quien juega, construye, hace y deshace a su antojo; lo mismo pasa de los acordes con séptimas y novenas a lo Hendrix que cambia a un shuffle bluesero, pasa de tranquilas secciones funkies a grandilocuentes solos con wah...todo un guitarrista que influiría a más de un rascacuerdas que vendría más tarde.

A lo dicho, solo añadir que los cortes de este disco son todo un curso de rock setentero americano: escuchen temas como Upsetter, Save The Land, No Lies y I Come Tumbling y si al empezar el disco no se les ha cambiado la cara con Footstompin' Music es que no tienen corazón. Hagánselo mirar en tal caso.

La versión CD incorpora además varios temas en directo, destacando el soberbio clásico de la banda I'm Your Captain/Closer to Home por lo que, si se quedaron con más ganas después de escuchar la archiconocidísima We're An American Band y saldar la deuda que tenemos con esta gran banda, tiene un excelente comienzo con este disco.

Como no, aquí mismo lo tienen para su deleite.

Keep on rockin´!

miércoles, 14 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (X): KREATOR - PLEASURE TO KILL (1986)




Siempre que me tengo que perder un concierto por el motivo que sea, me gusta ponerme algún disco del grupo en cuestión a modo de consolación. Eso ocurrió el martes de ayer, pues tocaban Kreator gratis en Fuenlabrada. La falta de planificación, la distancia y las circunstancias laborales me impidieron asistir, así que en su lugar aquí estoy en mi templo del rock, bebiéndome una birra mientras escucho a estos thrasheros alemanes.

Kreator formaron, junto con otras dos grandes bandas como son Sodom y Destruction, una suerte de triunvirato del thrash alemán, responsables de una oleada de discos francamente buenos y cafres que inspirarían posteriormente al metal más bruto y extremo. Particularmente, prefiero esa primera etapa de Kreator con esas producciones levemente chungas pero sumamente contundentes, como ocurre en este, su segundo disco: Pleasure To Kill.

Fiel al estilo que plantean, las sutilezas son las mismas que las de una patada en los testículos. Pleasure To Kill es caña y más caña, con muchos temas, a la yugular y sin tomar prisioneros, que me traen bastantes reminiscencias de mis admirados Venom, padres del cafrerío y la siniestrez.

Una siniestra intro con secciones acústicas (Choir of the Damned) nos conduce de manera abrupta a Ripping Corpse, que inicia lo que va a ser una caída a tumba abierta a lo largo de sus casi 50 minutos (versión CD).
Yo no se ustedes pero debo confesar que ese sonido tan característico del thrash ochentero me encanta, tan tosco e incluso, a veces, como de grabación casera, pero que no hace recortes en contundencia y que aquí le da un encanto extra a la ya de por sí correctísima ejecución de la banda. Aún así, también confieso que la baterías de Ventor me han chirriado muchas veces, no se si por la producción o por el estilo del percusionista, que a veces me suena torpe, pero es innegable la influencia que ha tenido en siguientes generaciones de aporreadores de parches (algunos, en mi opinión, sobrevalorados, pero eso es otra historia). Distinto es el caso de los solos (con Carrion como estandarte) de Mille Petrozza, que parecen regodearse directamente en la cutrez y la suciedad como un cochino en un charco, mas, ahora bien, ¿molesta? ya lo creo que no. Son Kreator!! Escuchen con el corazón y cabecéen con ganas!!

Así pues, contágiense de la energía de temazos y odas al cafrerío como Death of Your Saviour, Command of the Blade, Under The Guillotine, la excelentemente recuperada para el CD Flag of Hate o The Pestilence.

Escuchad su versión CD aquí.

Keep on rockin'!

viernes, 9 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (IX): JETHRO TULL - AQUALUNG (1971)




Apalizaron a Metallica en los Grammy, predicaron el neo-juglarismo (sin caer en lo ridículo), mosquearon a unos cuantos y tocaron en el Rock'n'Roll Circus aquel de Mick Jagger con un jovencísimo Tony Iommy...aún así, parece que hoy en día se ha olvidado esta inclasificable y genial banda surgida de las genialidades y locuras, a veces indistinguibles unas de otras, de Ian Anderson. Una buena ración de esta curiosa dicotomía se puede ver en este, su cuarto álbum, uno de los mejores de su extensa discografía, en la que tampoco escasean discos magníficos.

Muchas veces se ha querido clasificar Aqualung como disco conceptual, cosa que Anderson ha negado muchas veces aunque si bien hay cierta temática común entre sus cortes. Así pues, la cara A recibe el nombre de Aqualung y es toda una oda a la sordidez en forma de retratos de personajes ficticios bastante peculiares como es el caso de un mendigo sucio y pedófilo (Aqualung) o una prostituta escolar y bizca (Cross-eyed Mary) mientras que la cara B, llamada My God, es uno de los ataques a la religión en general, cristianismo en particular, más virulentos y con más mala baba jamás grabados. Todo un hostión a mano abierta a lo Bud Spencer que les costaría problemas de censura en países como el nuestro (y por líneas como la bellísima "and the all-time winner has got him by the balls" y el cachondo prólogo del disco). Y es que las letras de Anderson son dignas de admiración, lo mismo escribe sobre una visita a su padre enfermo (Cheap Day Return) que se ríe en la cara de todo y de todos con su ácido y satírico estilo.

Respecto al sonido, evidentemente los Jethro Tull endurecieron su sonido pero sin olvidar sus sempiternas raíces folk, pues hay temas que podría haberlos firmado el mismo Bert Jansch y los Pentangle. Además de rockerizarse más, la calidad es notable pues quizás Martin Barre ejecute el mejor solo de guitarra de Jethro Tull de su historia en el tema homónimo mientras que Anderson hace lo mismo con la flauta (obviaré los evidentes chistes fálicos que puedan surgir ya que Ian Anderson es el primero en hacerlos. Vayan a un directo suyo y compruébenlo) en Locomotive Breath.

Por lo demás, es un disco que se ha ganado su puesto entre lo más selecto de mi colección por los motivos ya expuestos y por sus indiscutibles clásicos (empezar un álbum con un riff como el de Aqualung es sinónimo de que vas a oir algo grande). La parte final de My God, el macarreo de Hymn 43 y los desfases de Anderson y compañía en Locomotive Breath y Wind Up son cosas que establecen la diferencia entre un disco bueno y uno genial.

Mi copia es una edición 25 aniversario bastante cuidada y decente (que incluye el maravilloso tema descartado Lick Your Fingers Clean) pero no estoy todo seguro de la cacareada remasterización de la que alardea, pues el sonido no está tan a la altura tal y como he podido comprobar al reproducirlo en distintos equipos (a veces hay que subirle el volúmen hasta límites demenciales para oírlo bien).

No apto para sensibles y altamente recomendado para gourmets musicales. Les dejo con unos "alumnos aventajados" y con ellos mismos.http://www.blogger.com/img/blank.gif





...y como novedad, mientras se nos permita, les incluyo el link a Spotify con el disco íntegro (Edición 25 aniversario).

Keep on rockin'!

miércoles, 7 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (VIII): LED ZEPPELIN - II (1969)




Ya iba siendo hora de dedicar unas líneas a los Zeppelin, otros indispensables de mi colección y, ni que decir tiene, grupo mayúsculo en cuanto a sonido, influencia, canciones y un sinfín de cualidades. Suelo ser bastante aleatorio a la hora de hacer estas reseñas, no sigo ningún criterio en especial, pero sí es verdad que en ocasiones recurro al primer disco que conseguí de tal o cual grupo posiblemente por constituir mis primeros recuerdos de dicho grupo y que me marcó sobremanera. Digo posiblemente porque ni siquiera yo se si es cierto, mas sea como fuere, mis primeros recuerdos zeppelinianos no pertenecen al Stairway to Heaven, sino a Whole Lotta Love.

Siempre me ha parecido este segundo álbum el definitorio del sonido Led Zeppelin puro, si es que existe como tal. El disco más heavy, el de los riffs más demoledores, baterías más contundentes y voces más afiladas. Y encima Jimi Page demuestra ser un productor bastante competente.

Es de mutuo acuerdo entre todos, que Led Zeppelin han sido y son los padres del rock duro y el metaleo que tendría que venir. Absolutamente cierto, claro. Generaciones posteriores que llegan hasta hoy no dejan de admirar e imitar desde el respeto a Jimi Page (dios de las seis cuerdas y genial compositor), John Bonham (salvaje maestro aporreador de parches), Robert Plant (modelo de frontman y excelente vocalista) y John Paul Jones (gran arreglista y sutil intérprete).

Como iba diciendo acerca del sonido LedZep, todo lo que hizo grande a esta banda está aquí: los riffs hardrockeros de Living Loving Maid, el brutal solo de Heartbreaker (que inspiraría, como ha reconocido, a un jóven Eddie Van Halen), la exhibición de baterías de Moby Dick sin renunciar a su herencia más folkie, con la preciosísima balada Thank You.

Mas a mi parecer, siempre me ha parecido uno de los mayores logros de Led Zeppelin el erigirse como padres del metal a base de endurecer el blues añejo que habían mamado toda su vida. Decía Kirk Hammett, y lo suscribo, que "Smokestack Lightning (Howling Wolf) era auténtico heavy metal, lo más heavy que se había hecho hasta la época" y, desde luego, Led Zeppelin supieron ver la faceta más heavy, si quieren llamarla así, del blues (y que los bluesmen eran más heavies que los propios heavies, pero eso es otra historia...). Así pues, los Zeppelin recuperan a Howling Wolf (The Lemon Song), Muddy Waters y Willy Dixon (Bring it on Home y Whole Lotta Love, que es también un regreso a su psicodelia).

Curioso es también que además de rescatar el pasado, Led Zeppelin también fueran pioneros en letras de temática tolkieniana, como es el caso de la genial Ramble On, anticipándose en décadas a grupos como Blind Guardian y oleadas de power metal. ¿Acaso pueden encontrar ustedes un disco que aunara de esta forma pasado y futuro, que fuera de los mejores discos de su año y que se convirtiera en una biblia del rock para la eternidad? Pues Led Zeppelin lo hicieron. Deléitense y suelten charcos de babas con este, su segundo disco.



Keep on rockin´!