Atronadores decibelios, chirriantes alaridos, infernales riffs, coplas infractoras de varias leyes...en definitiva, buena música.

sábado, 31 de diciembre de 2011

HAPPY NEW YEAR

No se me ocurre nada especial para despedir el año. Ni soy de hacer listas, como ya sabéis, ni se me ocurre nada especial. Por eso, como soy un soso y un rancio, dejo que os felicite el gran Lightnin' Hopkins y os envío a todos mis mejores deseos para este año nuevo, que se que muchos lo necesitáis y lo merecéis.



Have a rockin' 2012!!

miércoles, 28 de diciembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ: ISABEL PANTOJA - MARINERO DE LUCES (1985)




No podía faltar entre lo más florido de mi colección la más grande. Ninguna gran dama de la canción ha sido tan rockera como la más modesta de sus coplas. Vilipendiada por sus enemigos, siempre ha aguantado estoicamente.

Por ello, soy incapaz de terminar el año sin dedicarle unas líneas que, por supuesto, no le hacen justicia. Es imposible desgranar una a una las coplas de este magnífico album ya que no se puede entender esta pieza sino como un grandísimo album conceptual empequeñeciendo a grupos como Yes y E,L&P hasta dejarlos como meros aficionados.

Por eso y mucho más, siempre tuyo, Isabel!!

sábado, 24 de diciembre de 2011

CHRISTMAS SPECIAL EDITION

Entre la vorágine de cosas por hacer en estas fechas y un inoportuno resfriado, se me están amontonando y agolpando las cosas que quería hacer, incluyendo el mantenimiento de este blog.

Así pues, entre una cosa y otra ya estamos en Nochebuena y digo yo que habrá que acompañarla con unos villancicos al estilo de la casa. Como no es plan de hacer una lista exhaustiva, he intentado quedarme con tres canciones navideñas de distintas épocas y que, por supuesto, se cuentan entre mis preferidas.

Mis temas elegidos son:

SLADE - Merry Xmas Everybody.



Uno de los villancicos más celebrados en tierras británicas pero que aquí, tanto el tema como el propio grupo, han pasado bastante desapercibidos. Podríamos hablar de este genial grupo, su estética similar a la del cantante de los Electric Mayhem de los Muppets (o Teleñecos) y demás virtudes. Hoy solo mencionaremos que es uno de los mejores y más fiesteros grupos de la historia tal y como demuestran en este tema tan divertido, animado y tan propenso al buen rollo. ¡Por unas navidades setenteras y rockeras!

RAMONES - Merry Christmas (I Don't Want to Fight Tonight)



Uno de los villancicos más macarras de la historia, cosa que nos encanta. Esta canción cuenta con todos los elementos propios de los Ramones, que son pocos pero más que suficientes. De la misma manera que hablábamos el otro día de que las navidades también pueden ser muy tristes, como recordaba Shane McGowan, no es menos verdad que unas navidades pueden ser una época propicia para las disputas y trifulcas desde el comentario inoportuno y ácido hasta los asaltos de vajilla volando, como serían unas navidades punkies.

THE DARKNESS - Christmas Time (Don't Let The Bells End)



Grupo que sorprendió a propios y extraños y que tanto la banda como su carismático cantante y guitarrista Justin Hawkins acabaron perdidos en la noche de los tiempos. Antes de que desaparecieran del panorama, nos dejaron maravillas como este navideño tema y su magnífico video. Fuertemente influenciados por la escena glam (incluyendo y destacando a los ya mencionados Slade) y con unas guitarras muy a lo Thin Lizzy. No se la pierdan.

Con esto, hagáis lo que hagáis en navidad, solo me queda felicitaros estas fechas con mis mejores deseos y que tengáis unos magnfícos excesos y generosas resacas. De la música, ya nos seguiremos encargando aquí en Yellow Sharks.

Have a rockin' Christmas!

martes, 20 de diciembre de 2011

CHRISTMAS EDITION: MERRY AXEMAS: A GUITAR CHRISTMAS (1997)




Uno de los primeros discos que alegremente salen de su escondrijo por estas fechas y claro ejemplo de lo que comentábamos: el villancico en manos expertas es todo un arte.

Steve Vai, que sabe mucho, lo vio y tuvo la genial idea de producir este album donde algunos de los mejores guitarristas hacen y deshacen a su antojo con los villancicos más populares añadiéndole su toque especial. Afortunadamente, el disco cumple con los pronósticos y debido a la pluralidad de sus intérpretes no será exclusivamente del gusto de unos pocos. Precisamente porque hablamos de no pocos y muy grandes bicharracos del mástil los que aparecen por aquí, vamos a ir desgranando el album tema a tema:

1. KENNY WAYNE SHEPHERD - Rudolph The Red-Nosed Reindeer.



Comienzo a ritmo de boogie texano a cargo del por entonces joven promesa KWS y con grandes e inevitables reminiscencias a Stevie Ray Vaughan. Muy divertida y con un sonido impecable, con el obvio protagonismo de una Stratocaster bien templada y un Hammond muy groovy. Las navidades en Texas tienen que ser la leche.

2. ERIC JOHNSON - The First Nowell.



Una de mis preferidas del album. Hablar de arte aquí es quedarse corto. Vale que Eric es uno de mis guitarristas preferidos por ser uno de los más completos que probablemente existan, por no hablar de la elegancia y clase que tiene. Aquí lo demuestra dando lo mejor de sí mismo y haciéndose cargo de guitarras clásicas, acústicas y clásicas. La manera de hacer suyo este tema y su visión de este, con sus juegos de intensidad y tempo hablan por sí solos. ¡Magnífico, Eric!

3. JEFF BECK - Amazing Grace.



Dejen espacio para el maestro. Que Beck es un genio es algo indiscutible, si encima le dejamos que se haga cargo de un clásico espiritual armado únicamente de un sutil coro y una strato en el papel de tenor y soprano al mismo tiempo pues sale esto como resultado. Añádanle a ello los toques marca de la casa Beck (el "efecto violín", su trémolo...) y ahí lo tienen: una genialidad como solo los maestros saben hacer. Y el bueno de Jeff lo es.

4. BRIAN SETZER ORCHESTRA - Jingle Bells.



Llega Brian Setzer con toda la troupe y eso significa swing, swing y más swing con un area rockabilly de la que no se puede desprender y que no se atreva. El juego que se trae este caballero con su orquesta y la réplica que le hacen a sus fraseos y solos es de altísimo nivel. Seguro que más de uno empeñaríamos más de un órgano interno importante para tener a esta orquesta en Año Nuevo.

5. JOE SATRIANI - Silent Night/Holy Night Jam.



Adoro a Joe Satriani, ni que decir tiene. Su estilo, técnica y composiciones me encantan así que no hay motivos para desconfiar de él. Ahora bien, 7 minutos de Noche de Paz con un groove de bajo que no está nada mal pero con una diarrea de ligados de Joe enlazando una parte inicial y final lenta que no termino de encajar bien convierten este corte en el que menos me gusta del disco. No está mal y, desde luego, Satriani toca de maravilla, como es costumbre, pero mientras suena creo que iré a por turrón...

6. STEVE MORSE - Joy to The World.



Gran trabajo el que hace el virtuoso de Steve con este refinado tema. Interpretado únicamente con guitarras y con el estilo limpísimo que le caracteriza, quizás peca un poco de frialdad pero tiene unos solos estupendos y algunas ideas geniales como el canon inicial y unas armonías al más puro estilo Brian May. Un puntito más visceral habría sido de agradecer (y el señor Morse puede) pero no se pierdan esta genial orquestación de guitarras.

7. STEVE VAI - Christmas Time is Here.



Otra de mis preferidas. Si la genial idea de adaptar un villancico jazzero del grandísimo Vince Guaraldi para una película navideña de Peanuts (ya saben, Charlie Brown, Snoopy y demás) ya convence de por sí, la interpretación de Vai, lejos de caer en el efectismo y el palanqueo exagerado, es sofisticada y elegante, al igual que el tema. Una versión sobresaliente y superlativa, de lo mejorcito del Sr. Vai.

8. JOE PERRY - Blue Christmas.



Otro gran tema elegido e interpretado con muy buen tino por el de Aerosmith. Dividido en dos partes bien diferenciadas: una balada sureña y un animado rock con un salvaje solo. Siempre es bueno ver lo que tiene que ofrecer Fuckin' Perry, un guitarrista no siempre lo suficientemente considerado y muy original.

9. ALEX LIFESON - The Little Drummer Boy.



Admito que con este tema me llevé una pequeña decepción. Siendo el gran Alex Lifeson de Rush no sabía que me iba a encontrar pero me preparaba para lo mejor, en lugar de eso, escucho una adaptación sobria al máximo y más cercana a lo que supongo que haría The Edge de U2, con todos los respetos. No está mal, no, pero prefiero a otro Lifeson.

10. RICHIE SAMBORA - Cantique de Noel (O'Holy Night)



Bon Jovi nunca ha sido lo mío (a decir verdad no los soporto) pero siempre he respetado y admirado el talento de Richie Sambora. No es que este tema sea la adaptación definitiva pero desde luego cumple con creces, gracias a su enfoque majestuoso y bien cargado de feeling de este tema. Eso sí, muy breve.

11. HOTEI - Happy Xmas (War Is Over)



Nunca me gustó en especial la original de Lennon, eso complica que me gusta esta versión. Máxime si tenemos en cuenta el estilo tan contenido y a menudo mecánico del japonés. Tiene sus momentos, pero yo habría cerrado el disco de otro modo.


Visto así, con sus luces y sombras, parece que este disco no puede causar tanto entusiasmo pero en conjunto gana enteros, bien por lo curioso del experimento, bien por los musicazos que aparecen aparte de los hachas o bien por simplemente el buen rollo que transmite y extiende por toda la casa. Posiblemente uno de los propósitos que tendría Steve Vai en mente. Así pues, disfruten ustedes de su mano y de decenas de dedos más unas navidades guitarreras.

Rockin' Christmas!

domingo, 18 de diciembre de 2011

CHRISTMAS EDITION: THE POGUES - FAIRYTALE OF NEW YORK



Me encantan las navidades, he de admitirlo. Lo de los regalos y las comilonas abundantemente regadas de bebestibles y licores varios con familiares y amigos está bien, claro que sí, pero lo que realmente me gusta es poder disfrutar de películas y discos que esperan celosamente guardados todo el año para salir a ver la luz en estas fechas.

Con los villancicos guardo una extraña relación de amor-odio por la que se me podría tildar de malinchista pues, mientras que nuestros villancicos, con sus zambombas y panderetas, me dejan bastante indiferentes en el mejor de los casos o me derrotan por KO en el peor (algunos me parecen auténticas aberraciones que me inspiran más violencia que media discografía de Cannibal Corpse y Six Feet Under), sus contrapartidas europeas y anglosajonas me parecen verdaderas maravillas de la canción y con grandísimas aportaciones desde géneros y épocas tan distintos como lo pueden ser Dean Martin y Ted Nugent.

Por ello, durante estos días vamos a dedicarles algunas líneas a villancicos que me alegran estas fechas y empezamos con aquel al que probablemente le otorgaría el título de Best Christmas Song Ever. Esta no es otra que la fantástica Fairytale of New York de The Pogues.

Como no podía ser menos, esta canción pasó de gustarme mucho a ocupar un lugar especial en mis entrañas gracias a mi estancia en Irlanda, donde este peculiar villancico es un tesoro nacional. Esto y alguna que otra lagrimilla delatora que se ha llegado a escapar alguna vez es la principal razón de que le tenga tanto cariño a este tema que, por lo general, se deja querer, pues la historia que tan genialmente nos cuenta el borrachuzo de Shane McGowan es la de unas navidades desgraciadas fruto de una vida desgraciada donde hay un hueco para la nostalgia y la esperanza, representada por otra grande, la tristemente fallecida Kirsty McColl. El diálogo que mantienen con ese trasfondo navideño en el que el coro de los chicos de la policía de Nueva York cantaban Galway Bay (precisamente, la ciudad irlandesa donde pasé un año) es la historia de desamor más macarra y desgarrada de la historia y, como bien decía un artículo, quizás el único villancico en incluir la palabra arse.

Así pues, comparto con ustedes esta genial y agridulce copla navideña desde el corazón de la isla esmeralda.

PD: No se pierdan a un jovencísimo Matt Dillon en el video, es fácil de encontrar.

Rockin' Christmas!

viernes, 9 de diciembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XXVII): NAZARETH - LOUD'N'PROUD (1973)



La vorágine de festejos y ágapes prenavideños me ha alcanzado casi sin darme cuenta. Uno no puede bajar la guardia ni una mínima parte sin que una cuasi-orgiástica onda expansiva de tremendas dimensiones te deje KO. Así pues, es necesaria una dosis de energía y actitud en forma de album rockero y fiestero para elevar cuerpo y mente y prepararse para la batalla de estos días.

Mi elección para estos casos son los Nazareth, una gran y olvidadísima banda escocesa que vino apadrinada por Roger Glover (Deep Purple) y cuya filosofía se basa en los riffs contundentes y nada sofisticados. Rock gratia Rockis, sin concesiones.

Un sonido de guitarra áspero y tosco pero directísimo por obra y gracia de Manny Charlton (nacido en La Línea, provincia de Cádiz, lo que son las cosas) acompañan a la rasposa y salvaje voz de Dan McCafferty, un impresionante frontman nunca lo suficientemente considerado, junto a los mucho más que correctos Pete Agnew y Darrell Sweet (bajo y batería respectivamente) a través de ocho temas y poco menos de cuarenta minutos trepidantes que arrancan a todo gas con un Go Down Fighting adrenalínico y fiestero al máximo y que siguen con la muy macarra, incluyendo su divertida letra, Not Fakin' It.

El ambiente rockero frenético, divertido y salvaje prosigue a través de Turn on Your Receiver, Teenage Nervous Breakdown (versión de Lowell George) y Freewheeler hasta llegar a otra versión, en este caso de Joni Mitchell, con This Flight Tonight, al que le dan una dimensión totalmente distinta amén de una magnífica línea de bajo cortesía de Agnew.

Los escoceses levantan el pie del acelerador para atacar con Child in the Sun, tema más baladero y country (que es un aspecto que nunca se les ha dado mal, por cierto) y cierran este trabajo rindiendo pleitesía a Bob Dylan con su The Ballad of Hollis Brown en clave más psicodélica y casi a lo Black Sabbath.

Grupo que nunca debería ser olvidado y quizás sí más reivindicado pues cuenta con discos de grandísima factura y excelentes temas. Por lo pronto, háganme caso y prepárense para estas batallas navideñas con el rock and roll de Nazareth. Y si encima optan por la edición especial de este Loud'n'Proud, se verán recompensados por otros dos temazos de la banda como son Razamanaz y Bad Bad Boy.

LINK - LOUD'N'PROUD (Ed. Especial)

Keep on rockin'!

miércoles, 7 de diciembre de 2011

EN TECHNICOLOR: GEORGE HARRISON: LIVING IN A MATERIAL WORLD




Ayer por la tarde, Miss Marvel y yo terminamos de ver George Harrison: Living in the Material World tras tener que dividirlo en varias sesiones debido a su extensísimo metraje (208 minutos). Documental dedicado a la vida del beatle tímido que ya a priori se presentaba de lo más interesante no solo por el gran interés beatlemaníaco que profesamos Miss M. y yo sino porque está dirigido por uno de Martin Scorsese, uno de mis directores preferidos y que ya había demostrado anteriormente y con creces cómo se mueve en los terrenos del documental musical como es el caso de la genial The Last Waltz, donde presentaba la última gira de The Band (no he visto aún No Direction Home, ay!).

Siempre le tuve un cariño especial a George: guitarra solista, con su particular una visión del arte y la música, su manera en apariencia inocente de componer, sus otros proyectos más allá del Mersey...por ello, estaba más interesado en conocer más sobre el George artista inquieto y su particular mundo que en sus detalles más escabrosos y/o incluso el fenómeno fan que le rodeó a él y a sus compañeros. Afortunadamente, Scorsese ha buscado también lo primero alejándose de controversias y tratando la figura de Harrison con respeto y rigor, con un material fílmico que seguro que sorprenderá hasta al fan más resabiado.

Todos los testimonios presentados en este documental abordan todas las cuestiones relativas a George con gran naturalidad, hablando en ocasiones, aunque quizás sea impresión mía, como los propios personajes de Scorsese. Así pues, intervienen en este documental familiares como Olivia (principal impulsora y productora de este trabajo) y Dhani Harrison, viuda e hijo, respectivamente; y sus compañeros de batalla, tanto los ex-Beatles Paul y Ringo como Eric Clapton, Tom Petty y otros, revelan recuerdos e historias sobre George con cariño y admiración.

El trabajo de Scorsese tras la cámara es soberbio, como queda manifestado en momentos tan grandes como el genial montaje de imágenes y videos con Isn't It a Pity como base para narrar el tormentoso fin de su relación con Patty Boyd (sí, la Layla de Clapton) sin caer, como he insistido, en falso sensacionalismo. Scorsese sabe que George Harrison tiene una historia que contar, desgranando sus distintas etapas desde su infancia en Liverpool, el boom de la beatlemanía, su conexión con India, sus proyectos en solitario y los Traveling Wilburys e, incluso, su vertiente más relacionada al mundo del cine como productor de la genial La Vida de Brian, lo que da pie a interesantes declaraciones por parte del miembro de Monty Python Eric Idle. Es únicamente en los 20 minutos finales cuando Scorsese oscurece el tono, huyendo de cualquier elemento dramático, para bajar el telón final.

Grandísimo homenaje hecho con la mejor de las intenciones y que hará las delicias no solo de los más fieles en la fe Beatleiana. Contemplen al George Harrison compositor, intérprete, productor y artista tal y como imagino que siempre se quiso mostrar. Sin adulación barata ni melodrama forzado, All Things Must Pass y Scorsese lo entendió perfectamente.

Keep on rockin'!

jueves, 1 de diciembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XXVI): ZZ TOP - DEGÜELLO (1979)




- ¿Oyes esa música?
- ¿Qué es?
- La llaman la canción del Degüello...los mexicanos la tocaron para aquellos texanos a los que acorralaron en El Álamo. La tocaron día y noche hasta que todo acabó. ¿Sabes ahora lo que significa?
- Sin cuartel. No hay piedad para los vencidos.

Con estas palabras, John Wayne se preparaba junto a unos pocos hombres para defender su Álamo particular en la magnífica Río Bravo. Si el Degüello que hubiera escuchado al fondo fuera el de los simpáticos barbudos texanos de los que hablaremos hoy, el escenario habría sido distinto y seguro que el Duque y sus compañeros les habrían dado la bienvenida a los invasores terminando todos en el lupanar más próximo y con una hiperbólica cogorza a ritmo de ZZ Top.

Previo a la vorágine de sintetizadores que emplearían en los siguientes trabajos (algo bastante criticado por muchos) y menos crudo que sus otros trabajos anteriores (quizás mis preferidos, destacando Tres Hombres), es un disco estupendo de una de las bandas más auténticas que existen. Para afirmar esto me baso en dos evidencias: en primer lugar, son la banda que más tiempo llevan con su formación original (toda su existencia) y eso dice mucho de ellos; segundo, son geniales haciendo lo que les sale de las gónadas, lleve sintetizadores, amplificadores vintage o flauta gastoreña. Esto lo pude comprobar tras verlos este verano en directo, que es donde un grupo se la juega, y estos tres personajes se bastaban y sobraban para desgranar todo su repertorio sin necesidad de aditivos y ofreciendo un show de altísimo nivel. That's Rock'n'Roll.

Volviendo a Degüello, la tónica general que nos vamos a encontrar es lo que cabe esperar del trío: blues texano con actitud, mucha actitud. Bien de manera más elegante y señorial como en I Thank You (versión de Sam & Dave) y A Fool For Your Stockings, tremendísimo blues, o de manera más rockera y salvaje, como en Hi-Fi Mama y Cheap Sunglasses, otro gran corte. Y, ¿quién dice que unos caballeros sureños no pueden ser, además de elegantes, sofisticados? Ahí tienen el temazo llamado Esther Be The One. Sonará a locura, lo se, pero me suena a lo que harían unos Steely Dan sureños y sin afeitar. No falta tampoco un tema con sección de saxofones interpretados por los componentes originales en la divertida She Loves My Automobile.

Completan el album clásicos de la banda como I'm Bad, I'm Nationwide; el también clásico pero de Robert Johnson Dust My Broom, la injustamente olvidada Lowdown In The Street y la más chirriante Manic Mechanic, a la que nunca termino de cogerle el punto finalmente.

Como ocurre con discos de este tipo y en particular con ZZ Top, son excelentes para echarle un poco de actitud al día o simplemente escucharlo en casa mientras uno se echa un bourbon al coleto. Sea como y donde fuere ya saben, Degüello. Sin cuartel.

LINK - DEGÜELLO

Keep on rockin'!

martes, 29 de noviembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XXV): THE BEATLES - RUBBER SOUL (1965)




Joie de vivre, dicen los franchutes. Algo de eso me contagió ayer, de la misma manera que lo hizo el gripazo que llevo arrastrando y que quiso hacer su actuación estelar ayer lunes (puñetero como todos, qué duda cabe). Claro que mientras para la gripe intentamos salir adelante con paracetamol y voluntad, esta alegría es el resultado del tratamiento a base de Rubber Soul, cuyo principio activo está compuesto por bellísimas armonías, reanimantes ritmos, brillantes conjunciones de voces, oooohs, lalalas y, en definitiva, uno de los mejores trabajos de estos cuatro doctores de Liverpool.

A estas alturas, ¿qué podríamos decir de los Beatles? pues muy poca cosa, supongo. Si no hubieran existido, alguien habría tenido que inventarlos, eso seguro. De Rubber Soul posiblemente sí podemos decir algo más. Además de iniciar mi época preferida de los Fab Four supone un cambio rompedor en varios aspectos ya no solo en el reconocido hecho de que incluyan por primera vez una canción que no hable de amor, honor que le corresponde a la excelentísima Nowhere Man, sino que el propio tratamiento de este deja de ser tan inocente respecto a trabajos anteriores, bien hablando de leves referencias a un fornicio camuflado en la genial y guitarrera Drive My Car, las infidelidades del quizás no tan "buen chico" John en Norwegian Wood (The Bird Has Flown) o bien con Paul dejando claro que si antes nos habló de amoríos inocentes, también existen los desamores inocentes como nos pueden ocurrir a ti y a mi en esa maravilla llamada You Won't See Me.

Los cambios no solo afectan al apartado lírico (no en vano, estos chicos y cierto trovador de Duluth habían compartido ya charla y narcóticos), sino que la experimentación de Rubber Soul también marca otro punto y aparte. La inclusión de sitar en la citada Norwegian Wood, las sonoridades más propias del country (What Goes On) o de la chanson francesa (Michelle), Macca usando un bajo a tope de distorsión como si fuera un Lemmy limpio y repeinado en Think For Yourself y George Martin, uno de los príncipales artífices del sonido de este album, haciendo sonar un piano como si fuera un clavicordio en la magnífica In My Life a través de los medios más rudimentarios. Por cierto, ya que hablamos de sonido, me llama la atención como un tema lento, incluso algo "moñas" si lo quieren ver así, como Girl suena tan maravillosamente bien a través de sus creadores y tan horripilantemente cursi en la mayoría de versiones que he escuchado. Supongo que será uno de esos milagros con el sello Lennon-McCartney.

Se dice que la influencia de esa genial amalgama de Beatles y Dylan llamada The Byrds fue una de las principales influencias de Rubber Soul. No estoy tan de acuerdo, la verdad. En la historia del rock hemos visto más de un caso donde grupos más pioneros han jugado en la misma liga que sus "descendientes" a veces incluso abriendo un nuevo camino; yo creo más bien que este es uno de esos casos (The Byrds tirarían por otros derroteros mientras que David Crosby en Crosby, Stills & Nash versionaría Norwegian Wood entre otras). Sea como fuere, es indudable la calidad y relevancia de este album que siempre estará entre mis preferidos de estos cuatro mozos.

Ténganlo preparado junto al despertador cuando vayan a iniciar ese funesto lunes, ya verán lo que puede cambiar la cosa.

Para cerrar este artículo, aunque no estaba previsto así (lo juro), resulta que se cumplen 10 años de la muerte de nuestro queridísimo George Harrison. Curiosamente, también tenía una gripe ese día y estaba durmiendo esa mañana con 39 de fiebre cuando mi madre me despertó para darme la noticia. Evidentemente, estaba escrito que tenía que ser un día de mierda. Descansa en paz, George.

Keep on rockin'!

jueves, 24 de noviembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XXIV): BLUE MURDER - BLUE MURDER (1989)



Un colega los definió como "el grupo de músicos más infravalorados de la historia" y su razón tiene, pues el nombre de Blue Murder tampoco ha estado muy en boca de todos a pesar de contar con Tony Franklin (Jimmy Page, Whitesnake), Carmine Appice (ya saben, el de estos últimos posts) y John Sykes (Thin Lizzy, Whitesnake).

Blue Murder debutaron en el 89 con este disco que podríamos considerar bastante atípico. Pese a su formato de trio, poco habitual en el metal, los temas suenan muy completos y cada músico demuestra su presencia bastante bien sin caer en virtuosismos y malabarismos. El sonido del disco, por otra parte, está más alejado del metal europeo y mucho más próximo a lo que hacía Sykes con Whitesnake unos años antes. La excelente producción de Bob Rock consigue el sonido que Sykes parece estar buscando y se nota en la brillantez y claridad de sus solos, el genial sonido de bajo fretless de Franklin y lo mismo ocurre con las baterías.

Entre los cortes del album, quizás mis preferidas sean tres temas: los épicos Valley of the Kings y Jelly Roll y el cañero Black-hearted Woman. El primero solemne y contundente; el segundo, de sonido más americano y con unas grandes voces. El último con un Sykes desatado. En todo caso, nunca pisan de más el acelerador en este album, en lugar de eso optan por un ritmo más pausado y quizás más groovy )pese a lo engañoso que puedan resultar algunos redobles de Appice).

En esta tónica encontraremos el resto de cortes del disco, grandes temas como Riot o Blue Murder, algunos más lentos y muy a lo Whitesnake como Out of Love (al escucharla da la impresión de que va a empezar a cantar David Coverdale), la maravillosa Ptolemy y unos Sex Child y Billy más acordes con el sonido de finales de los 80.

Las desavenencias internas impidieron que este grupo hiciera más cosas pero siempre quedará este debut como joya a descubrir por los neófitos y reivindicar por los veteranos. ¡Péguense un homenaje a sus oidos con esta banda!

LINK - BLUE MURDER

Keep on rockin'!

viernes, 18 de noviembre de 2011

MARVEL ROCKS!!



Este mes se cumplen 50 años de la llamada Era Marvel que iniciaran Jack Kirby y Stan Lee con los 4 Fantásticos en tan conocida editorial. La verdad es que mi afición y fanatismo por los héroes del mundo de la cuatricromía y, en concreto, los de la propia Marvel es comparable al que siento por casi todos los grupos a los que dedico unas líneas de vez en cuando.

Como parece ser que o bien las grandes mentes pensamos igual o, más posiblemente, en esto del rock hay mucho friki suelto, aquí os presento una pequeña recopilación de temas inspirados o, en algún caso, levemente relacionados con los personajes de la Casa de las Ideas.

Por supuesto, seguro que la lista podría ser más grande pero he preferido dejar temas como Ghost Rider de Suicide, que no me gusta nada, o el de Spiderman de Flaming Lips (bueno, cualquiera de Flaming Lips), que me parece un coñazo (y, por supuesto, ni se me pasa por la cabeza aquella de Evanescence para la película de Daredevil) en favor de Iron Man de Black Sabbath y Ghost Riders in the Sky por los Outlaws que, si bien no están relacionadas directamente con los personajes, a servidor y más de uno les acaban evocando sus homónimos marvelianos (tanto es así que aparecen en sus respectivas películas).

LINK- MARVEL ROCKS

Keep on rockin', true believers!!

martes, 15 de noviembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XXIII): BECK, BOGERT & APPICE (1973)





Disparar con bala es lo que hizo el gran Jeff Beck cuando sacó a Carmine Appice y Tim Bogert de las cenizas de Cactus (y previamente en Vanilla Fudge) para dar forma al proyecto que llevaría sus apellidos por delante, antes de que surgiera la etiqueta de power trio (que no el formato). Testimonio de ello es el único album de estudio que sacarían, una genialidad de apenas nueve temas y que, lejos de exhibiciones de virtuosismo, saca lo mejor de sus interpretes; tres tíos que llenan el álbum ellos solos como el más compacto de los grupos sin necesitar de nadie más a base de rock, blues y fuertes ramalazos de soul.

Todo un discazo en mi opinión pero que no está exento de unas cuantas pegas, francamente. La producción es más que decente pero siempre me da la impresión de que no exprime al 100% lo que pueden dar de sí estos tres músicos. Tanto la producción como la ejecución de los temas transmiten, en ocasiones, cierta sobriedad engañosa, pues comparen ustedes los temas con el directo que sacaron posteriormente o incluso algún bootleg, como uno que tengo por aquí, y vean hasta donde pueden llegar estos tres fieras. Hasta la portada es sobria (a excepción de mi copia, que tiene la firma de uno de sus responsables, como ya sabrán jeje).

Pero bueno, una vez presionamos el play nos encontramos con un disco muy, muy disfrutable. Un oscuro comienzo bluesero llamado Black Cat Moan da paso a Lady, magnífico y muy rockero tema con un riff excelente, de lo mejor que ha compuesto este trio y todo un ejemplo de las cotas de plenitud que alcanza este disco, con cada instrumento en su sitio: líneas de bajo con mucho groove, batería incombustible y las guitarras mágicas de Jeff, sin olvidarnos de la genial voz de Tim Bogert. De mis preferidas de este trabajo, sin duda.

Otros temas originales son la muy marchosa Lose Myself With You, un Livin' Alone con de riff y mucho swing y la más lenta Oh To Love You, de grandes juegos vocales. Estos temas comparten terreno con una selección de versiones como la propia Black Cat Moan y Sweet Sweet Surrender de Don Nix, quien también produce este disco. Más soul con la gran I'm So Proud (Curtis Mayfield), también de lo más destacable, Why Should I Care y la también grandiosa Superstition de Stevie Wonder (donde Beck, es decir, Jeff, tuvo mucho que ver). Una lástima que se dejaran Morning Dew para los directos únicamente.

Con todo este buen tracklist, este disco no es solo para dejarse atraer por los títulos. Este disco lo hacen sus matices, sus pausas, sus cambios...todas y cada una de sus partes. Digo yo que bien compensa los otros factores que podamos achacarle.

Proyecto que se quedó en una especie de coitus interruptus cuando Jeff Beck decidió abandonar la banda así por las buenas. Claro, he's british, que diría Carmine Appice, aunque no deja de ser una lástima. Afortunadamente, nos quedamos con esta pequeña joya.

LINK - BECK, BOGERT & APPICE

Keep on rockin'!

lunes, 14 de noviembre de 2011

NOW PLAYING: WILLIAM SHATNER - SEEKING MAJOR TOM




El spoken word es algo a lo que no le he prestado el más mínimo interés, la verdad. Lo que he escuchado me ha resultado aburrido y pretencioso en extremo. No es así el caso de Star Trek, serie de la cual soy devoto seguidor y fanático desde que la descubrí y lo sigo siendo. Dicho motivo puede despertar cierto interés más trekkie que melómano en la carrera como intérprete de spoken word de William Shatner, nuestro querido capitán James Tiberius Kirk, pero si Shat decide hacer un proyecto versionando clásicos y no tan clásicos del rock de temática espacial junto a músicos de los que admiramos aquí, solo puedo arquear una ceja y proclamar, con moderado ímpetu al estilo vulcaniano, "Fascinante".

Así pues, cual señor Hikaru Sulu a los mandos de la Enterprise, me aventuré en esta última incursión espacial de Shatner a ver qué se cocía y la verdad es que el resultado es bastante aceptable. No digo que sea un impacto a nivel galáctico pero desde luego da para más que las risotadas de cuatro frikis.

Como decía antes, lo del spoken word no es lo mío y de Shatner en concreto había escuchado pocas cosas anteriormente como una simpática y divertida Common People (de Pulp) y la más conocida Rocket Man (Elton John), algo más vergonzante y que recupera en este trabajo. El mayor punto a favor para acercarse, a priori, a este disco es la cantidad de músicos de renombre que trabajan codo a codo con Shatner, hablamos de nombres como Ritchie Blackmore, Candice Night, Wayne Kramer, Ian Paice, Carmine Appice (¡maldita sea!¡se me olvidó preguntarle por Shatner!!), Zakk Wylde, Steve Howe, John Wetton, Michael Schenker, Warren Haynes, Mike Inez, Steve Miller...

La verdad es que, a pesar de estar acostumbrado a la voz de Shatner gracias a los dvds y un comunicador de la Federación de Planetas que me regaló Miss Marvel, Bill sorprende con sus cambios de tono e intensidad y al conjuntar su recital estupendamente con los cantantes que intervienen, por cierto, bastante bien en la mayoría de los casos. Desde luego, consigue darle la atmósfera que busca y ese tono épico que no está nada mal.

En cuanto a las canciones, ahí si hay diversidad de opiniones. Muchas son divertidas como Iron Man (Black Sabbath) y Space Cowboy (Steve Miller), otras adaptaciones están muy bien como la más sutil Space Oddity (David Bowie) y las reivindicadas e igualmente rockeras Silver Machine (Hawkwind) y Twilight Zone (Golden Earring). También me gustó Mr. Spaceman (Byrds) y, quizás mi preferida, Space Truckin' (Deep Purple), con un toque latino que tiene su coña.

No me convence tanto el rollo gafapastoso de unir las canciones con fragmentos de Space Oddity ni lo recargado y casi paródico (a lo mejor era su intención) que queda Bohemian Rhapsody y, sobre todo, Mrs. Major Tom, que es todo un bajonazo con una Sheryl Crow insoportable.

En resumidas cuentas, pese a la presencia rockera con nombres y apellidos, no creo que sea un disco del agrado de muchos acostumbrados a otras cosas pero tampoco es ninguna payasada hecha con cuatro perras y a toda prisa (la producción tiene una calidad innegable). Lo mejor es que si tienen curiosidad, le peguen una escuche, pues realmente no sabría cómo recomendar este disco ni si debo recomendarlo. ¡Maldita sea, Jim!¡Soy un fan, no un crítico!

(WILLIAM SHATNER - SEEKING MAJOR TOM)

Keep on rockin' long and prosper!

miércoles, 9 de noviembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XXII): VANILLA FUDGE - VANILLA FUDGE (1967)



Con lo bien que se portó con nosotros Carmine Appice y la que nos tuvo que aguantar cuando entramos en estado fanático cual si fuéramos Wayne y Garth ante Alice Cooper, que menos que dedicarle unos cuantos posts a su extensa carrera musical, en concreto, claro está, a los discos que tengo tirados por ahí.

Por supuesto, empezamos desde abajo, con el disco que marcó el comienzo de su carrera y la de sus compañeros Vanilla Fudge, un debut con muy buen pie puesto que alcanzó bastante éxito y posiciones elevadas en las listas, siendo todo un referente de la banda. Aún así, no se si ha habido justicia con Vanilla Fudge, pues parecen estar etiquetados como unos simples one-hit wonders o como banda de versiones (algo justificado si hablamos únicamente de este disco y el siguiente) cuando es un grupo que, más allá de sus nombres y apellidos, invito fervientemente a descubrir si no han tenido ustedes la suerte.

Como decíamos, Vanilla Fudge se estrenaron con este album homónimo que presenta una recopilación de versiones en clave psicodélica. Muy, muy psicodélica. Más que una empanada de tripis.

Sirva esta indicación como aviso para navegantes ya que no todos disfrutan de estos delirios musicales empapados en ácido, incluso yo debo admitir que no es un disco que yo elegiría "para todos los días". No se confundan, las interpretaciones son geniales, Tim Bogert hace unas líneas de bajo muy groovies y tiene una voz magnífica (una de las mejores y más poco reconocidas voces del rock), la orgía de Hammond de Mark Stein, santo y seña de la psicodelia, es una maravilla y poco más podemos decir de la habilidad aporreadora de nuestro amigo Carmine. Es más, la selección de versiones es variada y acertada: clásicos de los Beatles como Ticket to Ride y Eleanor Rigby abren y cierran el disco respectivamente (esto de versionar a los Beatles parecía casi obligatoria en la época, tal y como hacían también psicodélicamente Deep Purple en su Mark I, por ejemplo), otros reconocidos éxitos como She's Not There (Zombies), Bang Bang (Nancy Sinatra) y el soul de People Get Ready (Curtis Mayfield) suenan estupendamente tras el filtro de Vanilla Fudge. No obstante, la palma se la lleva el clásico por excelencia tanto del disco como de la banda (y sí, fue interpretada en el concierto al que fuimos): You Keep Me Hangin' On.

Siempre me ha gustado mucho el original de The Supremes, todo un buque insignia de la Motown con cañones y todo, pero esta versión es demasiado especial como para intentar describirla. Mejor que la escuchen o incluso la vean.

Entonces, después de todo esto, ¿cuales pueden ser sus puntos negativos? Pues para empezar, la decisión de tocar los temas a la mitad del tempo original pasa factura en ocasiones, aunque por lo general es aceptable. Los interludios entre algunos temas con el título de Illusions From My Childhood (llamados, sin sorpresa alguna, STRA-WBER-RRYF-IELDS) también pueden resultar pesados en ocasiones. A pesar de ello, como he dicho, es un disco que cuando encuentra su momento, acierta. Diganme ustedes si no lo flipan cuando suena Bang Bang en una escena de la excelente Zodiac de David Fincher.

Lo dicho, quizás no apto para ir en el coche a trabajar pero, por ejemplo, en esta gris sobremesa mientras escribo esto ahora mismo, les aseguro que funciona estupendamente. No me extrañaría en absoluto que saliera de entre las nubes un arcoiris de ocho colores.

(LINK - VANILLA FUDGE)

Keep on rockin'!

miércoles, 2 de noviembre de 2011

HALL OF FAME: CARMINE APPICE & PAUL SHORTINO

Me sorprendió bastante y gratamente la noticia de que Javier Vargas, gran guitarrista de blues nacional, iba a grabar cual si Jeff Beck se tratase, un disco con Carmine Appice y Tim Bogert más las voces de Paul Shortino (Rough Cutt, Quiet Riot y ahora King Kobra). Mayor fue mi alegría cuando me enteré de que venían de gira por mi ciudad, pues eso suponía ver de cerca sobre todo al señor Appice, toda una leyenda viviente en estas lides y que un servidor admira por toda su trayectoria desde que tengo uso de razón musical. Una lástima, eso sí, que en esta gira no venía el bueno de Bogert.

Con esto y poco más, fuimos Miss Marvel y yo con una legión de grandes secuaces, armados de cámara y discos para firmar, dispuestos a pasarlo bien. Y vive Crom que así fue.

Aquí están los resultados:



El menda con Sir Carmine Appice...



...y acompañados por Miss Marvel.



Con el gran y cachondísimo Paul Shortino.



Y no podía faltar Miss Marvel, pues anda que no le gustaba arrimarse a las mozas. Cock-rocker una vez, cock-rocker siempre.



Y un gran reconocimiento al bajista Luis Mayor, que tenía la difícil y posiblemente poco grata labor de sustituir a Tim Bogert. No solo lo hizo bien sino que era un tío simpatiquísimo y cojonudo.

Del concierto en sí, habrá crónicas mucho mejores que la que yo pueda escribir. Baste decir que fue un concierto muy divertido, asistencia moderada, sonido aceptable y un repertorio de clásicos, en la onda de lo que han hecho en el disco. Incluso se atrevieron con el éxito de Appice/Rod Stewart Da ya think I'm sexy?, que no me negarán que tiene su coña.

¿El momentazo? Sin duda, la charla en camerinos, donde Carmine y Paul nos contaron miles de cotilleos rockeros y noticias jugosas mientras devoraban filetitos y tortilla, manjares a los que nos invitaron. Que quieren que les diga, conciertos hay muchos pero no siempre estás de tertulia/marujada con leyendas rockeras de por medio. Toda una historia para contar a los nietos, sí señor.

Me faltó, eso sí, una foto con Javier Vargas. Lástima que entre el ajetreo no fue posible pero, eso sí, que tío más simpático también.

Así, con este post, queda inaugurado el Hall of Fame de este blog. Esperemos que con el paso del tiempo, vaya creciendo.

Keep on rockin'!

jueves, 27 de octubre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XXI): MOTÖRHEAD - ACE OF SPADES (1980)




Dudo que el mundo estuviera preparado la primera vez que sonó ese riff de bajo y esa voz bourbonizada y visceral empezara con If you like to gamble, I tell you I'm your man...

Vale, tras tres discos ya se sabía por donde iban los tiros (confirmado en este disco: por la espalda), pero el ostión a mano abierta y el posterior escupitajo en la cara una vez tirado en el suelo viene con Ace of Spades, toda una obra maestra de los Motörhead, arrogantes y canallescos, dirigidos por una mezcla de coronel de las SS sacado de un comic y de villano de spaghetti western a lo Klaus Kinski. Sir Lemmy Kilmister, of course.

Esta última comparación no es fortuita, ahí tienen homenajes al spaghetti western, género que hace las delicias de quien esto escribe, en la portada y en el guarrísimo y estupendo tema Shoot You in the Back. Añado más, si Ace of Spades fuera una película, sería un spaghetti western en la onda de Django, de Sergio Corbucci (Seguro que los propios Motörhead considerarían a Sergio Leone demasiado sutil para ellos). Botas polvorientas, whiskey barato, rudeza a raudales y miradas de mala ostia.

Dejando las abstracciones melómano-cinéfilas, Ace of Spades es rock acelerado, sucio, brutal y, ya saben, everything louder than everything else. El reverso tenebroso de Chuck Berry.

A las declaraciones de principios marca de la casa como la propia Ace of Spades ('nuff said), Love Me Like a Reptile (you're a murder in disguise, black mamba, murderer disguised), la atrayente y cautivadora Live to Win, pura violencia en Bite The Bullet, Fast and Loose y una de esas geniales declaraciones de amor macarra made in Lemmy llamada The Chase is Better than The Catch, tenemos que añadir otras joyas como esa oda al salvajismo de la vida del roadie, que es la suya propia en (We Are) The Road Crew y, como hemos dicho, Shoot You in the Back, el spaghetti western hecho rock'n'roll (¿acaso ha dejado de serlo, al fin y al cabo?).

Tres bestias pardas llamadas Lemmy Kilmister, "Philthy Animal" Taylor y Eddie "Fast" Clarke se bastan y se sobran para volverte del revés y ponerte a dar cabezazos o, si estás ocupado con otra cosa, echarle un poco de energía al asunto.

Ace of Spades, best served with whiskey.

Keep on rockin'!

(LINK AQUÍ, hijos de mil padres)

martes, 25 de octubre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XX): AC/DC - LET THERE BE ROCK (1977)




Hoy me he propuesto hablar de esta delicia sonora por dos razones: una porque ya tocaba hablar de AC/DC, pues aunque la lista de espera es, además de caótica, enorme, uno ha de amar a AC/DC sobre todas las cosas. Mandamiento que sus fieles acólitos defendemos después de que Bon Scott vestido de sacerdote predicara aquello de "Que se haga el Rock", amén de demás versos y versículos, textos y "textículos".

Por lo tanto, esta declaración de principios de tan bíblico nombre constituye uno de los mejores evangelios del Antiguo Testamento de AC/DC, aquel que nos habla de un dragón de lengua plateada de la Babilonia escocesa-australiana llamado Bon Scott, aquel que no erró en ninguno de sus discos y que los dotó de gran calidad, de la mano de sus apóstoles, que incluían a una presencia oscura ataviada como un infante, de divinidad tan grande como la de Scott llamado Angus Young, que predicaba con una Gibson SG y su insigne hermano y maestro riffista Malcolm.

Y en verdad os digo, hermanos, que no hay mayor gloria que la de un buen disco de esta banda de las antídodas. Y como los dioses del Rock vieron que eran buenos, no fueron pocos.

Let There Be Rock es un compendio de himnos de tres acordes, macarreo ingenioso y mucho, mucho rock'n'roll. Ante la presencia de los clásicos eternos Whole Lotta Rosie (parábola de cuanto aconteció a nuestro bienamado Bon tentado por una voluminosa mujer de apetito sexual comparable con su corpulencia), Hell Ain't a Bad Place To Be (...y de la frente de Angus surgieron unos cuernos, hermanos!) y la propia Let There Be Rock; añadimos otro elenco de clásicos, no tanto de cara a la galería pero sí para el que profesa la fe: hablo de Dog Eat Dog, Bad Boy Boogie, Problem Child...en resúmen, como tanto le gusta decir a Malcolm Young y a servidor añadir como coletilla: "a los chavales les encanta".

Discazo ejemplar de unos años magníficos para la banda y que parecen escritos para ser disfrutados en directo (vaya que sí!). Por supuesto, cualquier momento es bueno para casa.

Y a todo esto...¿la segunda razón? Pues que desgraciadamente, el título de "Discos que tengo tirados por ahí" es más cierto que nunca en esta ocasión y no lo encuentro por más que pongo patas abajo la leonera de mi sancta sanctorum personal donde guardo (como buenamente puedo) mis discos. Oremos a Bon para que me perdone la herejía.

Y, en esta ocasión, latigazos para Spotify por blasfemo y no incluir a AC/DC en su catálogo.

Keep on rockin', hermanos!

jueves, 20 de octubre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XIX): LYNYRD SKYNYRD - (Pronounced 'Lĕh-'nérd 'Skin-'nérd) (1973)




Otro triste aniversario el del día de hoy, cuando en 1977 ocurriría el fatal accidente que acabaría con las vidas de Ronnie Van Zant, Steve y Cassie Gaines y que marcaría de por vida a los supervivientes de esa gran banda con nombre de profesor de gimnasia y compleja pronunciación.

Tan fonético y aclaratorio nombre sirvió como título de uno de los discos más grandes de la historia en general y del rock sureño en particular, a mi juicio y al de mis orejas. Tampoco es una afirmación baladí: una de las propuestas de rock sureño más sólidas y auténticas del género, con tres grandes guitarras que suenan a tres guitarras (no como otros que hoy en día meten guitarras que parece que están solo para figurar, como si fuera una tuna rockera) y una buena producción a cargo de Al Kooper (Blood, Sweat & Tears).

Ahora bien, pese a la gran y excelente presencia guitarrera del disco, no se resume a riffs y a solos. Es un disco de temas y bien grandes, donde los Lynyrd Skynyrd sientan cátedra y desarrollan un estilo totalmente propio e intransferible.

En la más auténtica tradición sureña, sus temas son canciones con historias, bien sean melancólicas y de temática más inocente como Simple Man (todo un señor temazo con su combinación de frases de arpegios, estribillo contundente y solos desgarrados) y Tuesday's Gone (otra que tal baila...), bien macarras como la cachonda Gimme Three Steps (de como huir de una pelea de bar cuando hay alcohol, pistolas y mujeres por medio), la más reivindicativa Things Goin' On y la borrachuza y una de mis favoritas Poison Whiskey.

Claro que, como se pueden imaginar, en este disco hay un tema-catedral que, sin desmerecer tan cojonudo puñado de temas, se alza por encima quizás haciendo algo de sombra...sí, hablamos de Free Bird.

Hablar de Free Bird y calificarlo como hito del rock no es abusar del término y es mucho más que un cliché. Este homenaje al desaparecido Duane Allman es una apoteosis de celestiales estrofas al compás de mellotron y acústica que da paso a la avalancha de rock sureño más brutal que jamás haya arroyado a alguien: Allen Collins y Gary Rossington arrasan con todo con una de las combinaciones de solos más magníficas de la historia para firmar así una obra maestra de poco más de nueve minutos donde no sobra ni falta un solo segundo.

En resumen: toda una parrafada para realmente contar muy poco. Es un disco para escuchar con todos los sentidos y muchas, muchas tripas.

Keep on rockin'!

(LINK)

martes, 18 de octubre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XVIII): THIN LIZZY - THUNDER AND LIGHTNING (1983)




Ayer fue día de vuelta a mi curro habitual (mientras lo sea, claro), cosa que no es traumática ni mucho menos pero que me brinda la excusa de hablar hoy del Thunder And Lightning de Thin Lizzy por dos motivos personales.

El primero es por el propio grupo. Uno de mis preferidos desde que los descubrí pero que se convirtió para mi en un grupo especial, más aún si cabe, tras haber pasado uno de los mejores años de mi vida en Irlanda. Allí, todo me recordaba a Phil Lynott y compañía y ahora Thin Lizzy siempre me recuerda a Irlanda. Así pues, me siento vinculado por siempre a Thin Lizzy.

El otro motivo concierne a este disco. Pese a que la primera regla de oro de este blog era que no tengo la intención de hacer rankings, muy probablemente este sería el nº1 en la lista de "discos para escuchar tras un día de curro, duro o no, y tomarte una birra mientras".

¿Pero qué tiene Thunder And Lightning? Pues es un disco muy rockero y muy duro pero con un gran poso de melancolia latente, fiel reflejo de Lynott en el 83; malos tiempos para el Rocker donde solo quedaba hacer lo que mejor se le daba: componer, escribir y sacar discazos.

Así pues, esos temas tan tristes como puede ser The Sun Goes Down quedan enterrados en una montaña rockera de grandes temas con el aroma de siempre de la banda, sus geniales melodías y sus soberbias armonías de guitarras. En este caso, con un nuevo hacha en la oficina: el grandioso y nunca lo suficientemente reconocido John Sykes (sustituyendo a Snowy White quien, a su vez, sustituía a un clásico como Robbo Robertson). Sykes supo darle un toque de dureza al grupo al que no estaban acostumbrados ni sus fieles ni ellos mismos, eso se puede ver en sus magníficos solos, de los que destacaríamos el de Cold Sweat, probablemente el mejor que realizó con esta banda.

Y para mejorar más aún la cosa, resulta que se lleva a las mil maravillas con Scott Gorham formando lo que es condición sine qua non para Thin Lizzy: el dúo guitarrero.
A esto también ayuda, hay que reconocerlo, la gran producción que lleva a cabo Chris Tsangarides, todo un experto comabtiendo en estas lides.

El soberbio y enérgico comienzo de la gran Thunder and Lightning es toda una declaración de intenciones de la que nos va a caer encima: This is The One, The Holy War, Cold Sweat, Someday She's Going to Hit Back, Baby Please Don't Go, Heart Attack...ya decían Whitesnake (curiosamente con Sykes a bordo) que "nadie ve tus lágrimas cuando lloras bajo la lluvia", Thin Lizzy y el orgullo de Lynott añaden encima truenos y centellas, quizás para que no le veamos.

Quizás el canto de cisne de una gran banda, que no volvió a grabar en estudio y que ha ido cayendo en decadencia con sus constantes movidas. No lo dejen pasar.

(LINK)

Keep on rockin'!

sábado, 15 de octubre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XVII): BLACK SABBATH - SABBATH BLOODY SABBATH (1973)




Otra indipensable banda, tanto para el rock en su totalidad como para quien esto escribe, surgida del corazón de las Midlands, más concretamente de la industrial y rockera Birmimgham. Ríos de tinta y pixels podríamos escribir sobre los Sabbath y sus distintas etapas pero yo opino firmemente que si bien toda su trayectoria, cambios de formación incluidos, está marcada por una multitud de aciertos y escasez de errores, su formación más auténtica es la original: Ozzy Osbourne, Tony Iommi, Bill Ward y Geezer Butler. No vayamos a empezar con las rivalidades absurdas de siempre y demás chorradas, los Black Sabbath que se hicieron un nombre como tal fueron estos cuatro tíos, a años luz de los experimentos televisivos y chorradas de toda índole de su peculiar cantante.

Con innovaciones sonoras que irían in crescendo impulsadas por Tony Iommi y tras concebirlo en un tenebroso castillo inglés, salió a la luz el quinto trabajo de nuestros cuatro brummies. Un disco que, partiendo del sonido Sabbath que ya popularizaran en sus trabajos anteriores, con sus riffs oscuros, pesados y contundentes puramente sabbathianos en A National Acrobat (que narra la curiosa historia de la fortuna que tiene un espermatozoide frente a sus millones de compañeros que se quedan en el camino), Killing Yourself to Live (historia de Geezer sobre sus vicisitudes alcohólicas y narcóticas que, no obstante, fue motivo de inspiración para este disco), el experimento con sintetizadores de Who Are You?, la marchosa Looking For Today (con gran trabajo de Ozzy y que me recuerda a lo que serían unos Beatles oscuros y de Birmingham) y la magistral y solemne Sabbath Bloody Sabbath que bautiza el album.

La dirección musical del disco a cargo de Tony Iommi es simplemente magnífica. Considerado desde siempre como el talento del grupo, aquí no solo saca un muestrario de riffs y solos con multitud de recursos sino que se desmarca con unas composiciones dignas de admiración: la tranquila y simpática instrumental Fluff, el salvaje rock duro y bluesero de Sabbra Cadabra (con Rick Wakeman invitado!) y el barroquismo de Spiral Architect. Por supuesto, sin desmerecer nunca la labor de unos Geezer, Bill y Ozzy sobresalientes en todo momento.

Quizás el mejor disco en términos de equilibrio entre sonido y canciones de calidad de la formación clásica (antes de que un factor siguiera aumentando en detrimento del otro en el futuro) y favorito de muchos (entre los que me incluyo), pues ha sido ampliamente versionado por grandes que admiten haber crecido con este disco. Como siempre, mi consejo es que sigan el mismo camino y recojan su pasaporte a las tinieblas aquí mismo.

Keep on rockin'!

PD: Ah! y se me olvidaba mencionar la cojonudísima portada realizada por el grandísimo Drew Struzan!

jueves, 13 de octubre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XVI): DEEP PURPLE - MACHINE HEAD (1972)




Tras un divertido viaje que me ha llevado a través de ciudades como Leicester y Nottingham, hoy vamos a hablar del grupo/saga/dinastía rockera de dos de sus más notables nativos respectivamente: Jon Lord y Ian Paice. Esta pésima excusa y un gran fanatismo por mi parte son las razones, claro está.

Como lleva ocurriendo en este blog, a la hora de abordar uno de mis grupos preferidos por primera vez (y creedme, son muchos), prefiero pecar de previsible y disparar con bala empezando por su material más emblemático (siempre que coincida con esta afirmación y lo tenga "tirado por ahí", claro). Ya habrá tiempo para material más discreto, rarezas e incluso bizarradas.

Por eso y porque siempre que piense en Deep Purple se me vendrá a la cabeza su formación más clásica (Mark II: la alineación más auténticamente purpleiana en mi opinión) y su magnífico Machine Head.

Podría y puedo enumerar todo un sinfín de virtudes de las que este disco puede presumir: la genial selección de temas, su rock salvaje y frenético (Space Truckin') junto con el blues más funky (Maybe I'm a Leo) y el más macarra (Never Before), hecatombes de virtuosismo instrumental (Lazy) y temas que, sin tener la trascendencia de otros más sonados, son genialidades con la marca de la casa como la gran Pictures of Home (por otra parte comprensible si vemos la cantidad de temas de este disco que o bien han sido singles o versionadas por multitud de bandas posteriores).

Recalco lo de marca de la casa pues, en definitiva, en este disco encontramos lo mejor de la banda y todo aquello que les hizo grandes: los duelos de guitarra y teclado del binomio Blackmore/Lord, sobresalientes como siempre, el enorme trabajo de Ian Paice y Roger Glover y quizás el momento más álgido en la carrera de Ian Gillan, dando lo mejor de sí mismo.

Pero para mi, mis motivos son otros. Este disco es tan especial para mi por un motivo llamado Highway Star. Un temón em mayúsculas y letras de neón que lo tiene absolutamente todo.

Sin este tema, creo que nunca habría tenido tantas ganas de tocar la guitarra como cuando escuché aquel magnífico solo de Blackmore hace ya unos años...recuerdo pasarme horas y horas con un vinilo recopilatorio que me pasaron y una guitarra española, volviendo la aguja atrás para repetir el solo una y otra vez hasta que lo aprendiera. Gracias, Richie!

Con romanticismo o no, les invito, como es costumbre, a que disfruten de este discazo y encuentren sus motivos para apreciarlo, si es que no lo hacen ya. Sirvanse.

...ah! este disco es el de Smoke on the Water. Igual les suena.

Keep on rockin'!

martes, 4 de octubre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XV): JANIS JOPLIN - PEARL (1971)




Tal día como hoy, hace 40 años, la gran Dama del Rock dejó este mundo tras una sobredosis de heroina y tristeza, apenas 3 días después de grabar en una única toma Mercedes Benz a cappella.

Este tema y otros, en compañía de la Full Tilt Boogie Band, compondrían a modo de testamento este Pearl publicado tres meses después de su muerte. Menos salvaje y psicodélico que sus anteriores trabajos con Big Brother and the Holding Company y Kozmic Blues Band pero sin dejar de ser un excelente muestrario de las muchas virtudes de Lady Janis, transmitiendo como ella sabía hacer la tristeza del blues, la energía del rock, la pasión del soul y la nostalgia del country a través de himnos como Cry Baby, A Woman Left Lonely y, como no, la magistral Me and Bobby McGee, todo un himno.

No obstante, es un disco inacabado, como podemos ver en el instrumental Buried Alive in the Blues, pues no pudo llegar a grabar las voces. Es este disco, por lo tanto, un punto final que tenía que ser seguido.

Janis se despidió de nosotros con un sonriente rostro, que no su espíritu, descansando en un sillón victoriano. Salgan a darle el encuentro que se merece, por lo menos en este día. Aunque sea aquí mismo.

Keep on rockin'!

viernes, 30 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XIV): THE ALLMAN BROTHERS BAND - BROTHERS AND SISTERS (1973)




Los setenta sustituyeron a su década anterior dejando un reguero de cadáveres casi literalmente. La banda de los hermanos Allman fue una de sus víctimas, perdiendo a uno de los músicos más geniales de su tiempo como fue Duane Allman y, un año más tarde, a Berry Oakley en un accidente siniestramente igual y en el mismo escenario.

Pese a la tragedia, la banda siguió con el mismo nombre familiar, bajo las riendas de Gregg Allman y ayudado por Dickey Betts, manteniendo su sonido de rock sureño, quizás de manera más sobria pero no por ello de menor calidad. Tras un excelente Eat a Peach, se sacaron de la manga este álbum cuyo título y portada, precisamente, mostraba a la banda (junto a su equipo y sus auténticas familias) como una familia unida a pesar de la adversidad (aunque luego no se lo creerían ni ellos, claro).

Como hemos dicho, tanto los temas como el sonido resultan más sobrios que en sus primeros trabajos o en directos salvajes como Live at Filmore East. Aún así, energía no le falta al album. Energía y buen rollo sureño y hippiesco.

Del blues más tradicional (Jelly Jelly) al más country (Pony Boy), pasa por joyas como Southbound o Wasted Words. Ahora bien, pese a pecar de previsible probablemente, me quedo con dos highlights que son las tremendas Ramblin' Man, con un perfecto Dickey Betts ayudándose en los dobletes por Les Dudek intentando que sigamos recordando a Duane y la instrumental Jessica y sus geniales melodías guitarreras. Dos magníficos temazos, con aroma a carretera y a sur, mostrando lo mejor de los Allman y capaz de iluminar el día más sombrío. Sin duda, Gregg y Dickie sabían lo que se hacían.

Al igual que tantos buenos discos, si bien no se me ocurre ningún momento especial para escucharlo, más cierto es que nunca hay mal momento para pegarle la oreja. Pues tanto los más acérrimos del rock sureño hasta incluso los oyentes más casuales pueden disfrutar de las delicias de este disco.

Ya saben, aquí lo tienen.

Keep on rockin'!

martes, 27 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XIII): MR. BIG - MR. BIG (1989)




Una lástima, no pudo ser. Al igual que ocurrió con Kreator hace unos días, hoy me toca perderme a Mr. Big con su formación original y encima, más cerca. Mientras esperamos que lleguen tiempos mejores para conciertos, me toca consolar mis oídos con una de las maravillas sonoras que componen la carrera de esta banda; en este caso, su homónimo debut.

Grupo surgido de la unión de cuatro grandes músicos de la escena musical ochentera californiana, entre los que destacaba el gran bajista y padre de la idea Billy Sheehan (anteriormente con David Lee Roth) y el niño prodigio de las seis cuerdas Paul Gilbert (de los magníficos Racer X); supieron encontrar un equilibrio entre el rock alegre y festivo de los ochenta (hair metal, glam, sleaze y lo que ustedes quieran) y la tendencia al virtuosismo y a la técnica que seguía creciendo a pasos agigantados.

Así pues, no es de extrañar que un productor tan todoterreno como Kevin Elson (Lynyrd Skynyrd, Journey, Europe...) supiera encontrar ese sonido que buscaba la banda, luciendo los solos y duelos Sheehan-Gilbert marca de la casa tal y como muestra ese excelente primer corte que es Addicted to That Rush.

Pero no todo es exhibición, fuegos artificiales y masturbamastilismo. El disco contiene muy buenos temas basados a su vez en muy buenos riffs: Blame It on My Youth (con grandísimo solo de Paul Gilbert), Merciless, Take a Walk e incluso 30 Days in a Hole, de Humble Pie, elegida e interpretada con mucho acierto, son parte de lo que encontraremos en este disco.

No quiero olvidar tampoco, claro está, la gran labor de Pat Torpey arreándoles a los parches y sobre todo a Eric Martin cumpliendo sobresalientemente con las labores vocales. Gran disco para elevar el ánimo a uno, aunque sea para quitarse el sinsabor de perderse el concierto.

Los que también se pierdan el concierto o aquellos que desconocen este disco o simplemente quieren disfrutar de él, lo tienen aquí mismo.

Keep on rockin'!

domingo, 25 de septiembre de 2011

NOW PLAYING: SEASICK STEVE - MAN FROM ANOTHER TIME (2009)




Mis superheróicas aventuras no serían lo mismo sin la presencia de mi sexy y letal sidekick, a la que llamaremos Miss Marvel. Llevamos un tiempo formando un equipo imbatible y cojonudo gracias a muchas razones como para enumerarlas pero baste decir que una de ellas es lo bien que me conoce, su excelente olfato para el buen blues y su habilidad para dar en el clavo. Es, como Lobezno, la mejor en lo que hace.

Así pues, llegó a mis manos y oídos, a través de las suyas, este disco de un singular personaje llamado Seasick Steve, cuya historia y manera de entender la música ya invita a pegarle una escucha o dos a su peculiar mundillo sonoro.

Y en verdad os digo que el bueno de Steve no defrauda. Un señor que ha empezado su carrera musical (al menos como intérprete y compositor) a los 63 años únicamente armado de un arsenal de guitarras cutremente tuneadas, amplis baratos y un batería y que, en clave de blues y country, cuenta sus historias de vagabundo y demás batallitas. ¿Es la misma historia de bluesman rancio fuera de su tiempo? Pues si así lo quieren ver, la respuesta es afirmativa, pero lejos de avergonzarse de ello, Seasick Steve lo que hace es cantar más alto y tocar más fuerte.

Este Man from Another Time cuenta con un gran trabajo de producción por parte del propio Seasick Steve, lejos de artificios y a pesar de su estilo añejo, tal y como reza el título del album, no suena nada desfasado. Aspecto que viene ayudado por la propia temática de las letras que, muy irónicamente en ocasiones, convierten las batallitas de Steve en situaciones reales y actuales, pues ¿qué me dicen de temas como Happy (To Have a Job) en días como estos?

Temas de corte más intimista como Dark, blues macarra de carretera como Wenatchee y demás grandes temas como Big Green And Yeller, Man From Another Time, Seasick Boogie y la canción-homenaje Diddley Bo son parte del estupendo tracklist de este album.

Los que lo han visto en directo dicen que es para no perdérselo. Esperamos de corazón que la edad no le frene para seguir el candelero; de momento, tienen cinco discos a los que hincarle el diente.

Pueden empezar aquí.

Keep on rockin'!

martes, 20 de septiembre de 2011

DISCOS QUE TENGO TIRADOS POR AHÍ (XII): RORY GALLAGHER - TATTOO (1973)




Hoy en el curro, me comentaba un alumno escocés de unos 50 tacos que tenía gratos recuerdos de comprar el Tattoo de Rory Gallagher con 10 años y lo que lamentaba haber perdido aquel vinilo. Desde luego que es para llorar, porque hablamos de toda una joya de la ya de por sí excelente discografía del dios irlandés de las seis cuerdas. Afortunadamente, no he caído en la desgracia de este alumno con tan buen gusto musical y conservo mi copia en CD, al que hoy le dedicamos unas líneas.

Rory es como su otra gran paisana, la cerveza Guinness: exquisita, señorial, te deja un gran sabor y, tal y como reza su famoso anuncio, todo momento es bueno para disfrutar de ambos. Esta última afirmación, por cierto, nada baladí, pues si Mr. Gallagher siempre demostró, con o sin Taste, su evidente dominio en los campos del blues rock más enérgico, como sigue demostrando en cortes como Livin' Like A Trucker, Sleep On A Clothes-Line y las sumamente soberbias Tattoo'd Lady y Cradle Rock (no se pierdan la gran versión que se pega el señor Joe Bonamassa!); Rory explora los terrenos del blues de un confín a otro, desde los sonidos acústicos profundos del Delta de 20:20 Vision hasta el el frenesí rítmico de Chicago en Who's That Coming pasando por el animado swing de They Don't Make Them Like You Anymore y el magnífico A Million Miles Away, todo un temazo cargado de humo, whiskey y melancolía.

La edición en CD incluye dos cortes más bastante acertados que añaden más variedad aún si cabe, pues tal es el caso del lento country de Tucson, Arizona y un Just A Little Bit digno de Muddy Waters.

Cuarto album en estudio de RG grabado con su grupo de siempre, que saben acertar con unos temas que quizás ningún otro podría ejecutar como Rory y su personalísimo estilo tanto vocal como guitarrístico. Claro que, Rory solo hay uno.

Sin necesitar ningún tipo de presentación para los seguidores del genio irlandés, un disco de recomendadísima escucha para todo aquel que disfrute del blues rock y casi obligatoria para los rascacuerdas. Disfrutenlo y conservenlo, no vayan a lamentarlo luego como mi alumno.

Link aquí.

Keep on rockin'!